Grand Theft Encyclopedia
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The Last of SA IV es una historia creada y editada por el mesías (xD). The Last of SA IV continúa narrando los eventos que transcurren después de que una plaga infecte a casi toda la población global y a causa de esto, mueran, pero con un efecto secundario que es la "reanimación" como un muerto viviente. La historia se desarrolla aproximadamente 9 meses después de la batalla contra el sádico líder del pueblo conocido como Paleto Bay llamado El Presidente.

Sinopsis oficial[]

Después de la batalla, Michael y su grupo consiguen su momento de paz, pero las cosas están peor que nunca detrás de las vallas de la prisión.

Argumento[]

Capitulo 1: 10 segundos sobre el límite[]

17/9/2015

BolingbrokeVista

La penitenciaría donde Michael y su grupo viven.

Una puerta de la prisión se abre, y Michael sale al patio. Su aspecto se ve ligeramente diferente, con la barba crecida y el peinado largo. Michael camina hacia un comedor en el exterior. Allí, es saludado por un joven adolescente.

Adolescente: Hola, señor Townley.
Michael: Hola, Justin.
Justin: ¿Cómo estuvo su noche?
Michael: Dormí como un bebé, ¿y tú?
Justin: Genial.

En ese momento, llega Tyler.

Michael: Buen día, jefe.
Tyler: ¿Qué tal, Mike?

Tyler continúa su camino y se aproxima a Karen, quien se encontraba en la barbacoa.

Tyler (Refiriéndose a la barbacoa): Huele bien.
Karen: Para que lo sepas, me gustaste primero.
Tyler: Detente.
Tyler: Sabes... Michael también trajo muchos venados.
Karen: No recientemente.
Karen: Él tiene que ir al campo, con el riesgo de no volver...
Karen: Necesito que veas algo.
Karen: ¡Justin! ¿Podrías ocuparte de la barbacoa?
Justin: Eh... Claro.
Karen: Gracias.

Tyler toma un plato con su comida y junto con Karen se preparan para irse, pero antes de hacerlo, Justin llama la atención de ambos.

Justin: Eh... Señor Jackson. Solo quería agradecerle por el cerdo que nos trajo ayer, fue realmente una sorpresa.
Justin: Y me sentiría honrado, de estrechar la mano con el jefe.
Tyler: Claro.

Tyler se da la mano con el joven adolescente y, después, se marcha con Karen. Cerca de unas vallas, un grupo de personas acaban con los caminantes que se amontonan cada vez en mayor y mayor número. Tyler y Karen llegan allí y analizan la situación en la que se encuentran.

Karen: Sobre hoy... No creo que vayamos a ser capaces de prestarte tanta gente para el viaje.
Tyler: Ese lugar está bien para ir. Vamos a ponernos en marcha.
Karen: Sí... La cosa es que tenemos una acumulación bastante grande ahora... Se está poniendo peor que el mes pasado, ya no se dispersan.
Tyler: Con más de nosotros sentados aquí, estamos atrayendo a más de ellos. Tienes suficientes de esos malditos, empiezan a amontonarse.
Karen: Empujando contra las vallas de nuevo... Es manejable, pero a menos que nos adelantemos, no será por mucho tiempo.
Karen (Mira a Tyler): Lo siento, amorcito.

Tyler suspira y se ríe, para luego alejarse del lugar junto a Karen. En una de las celdas, Franklin despierta alado de Zoey. Franklin se sienta en un costado de la cama y mira con preocupación a su novia y procede a hablarle.

Franklin: Creo que no deberías ir hoy...
Zoey (Despertando): ¿Eso crees?
Franklin: Sí...
Zoey: Tenemos armaduras.
Franklin: Sí, pero tú no tienes que ir.

Zoey se levanta y se sienta junto a Franklin, prosiguiendo con la conversación.

Zoey: Sabes que todo saldrá bien, ¿no?
Franklin: Sí. Está bien.
Franklin: Pero te quedas, ¿está bien?
Zoey: De acuerdo.

Zoey y Franklin se besan. Un rato más tarde, un grupo conformado por Tyler, Deion, Sam, Franklin y un joven llamado Lance preparan los vehículos y las armas para salir de viaje. Ellie llega con una canasta para entregarle a Tyler, pero antes se cruza con Lance, a quien besa.

Lance: Hola, bonita.
Ellie: Ey...
Lance: Iba a buscarte ahora, justamente.
Ellie: ¿Qué sucede?
Lance: Bueno, mi maestro eligió a los afortunados que estarán el en equipo para la salida. Está corto de gente ahora... Pensé que podría ayudarlo, ir con él.
Lance: Solo que... Ya sabes, quería verte antes de partir
Ellie: De acuerdo.
Lance: Solo porque... Ya sabes, es peligroso salir ahí.
Ellie: Je, lo sé.

Ellie besa la mejilla a Lance y luego procede a entregarle la canasta a Tyler, cumpliendo así su labor.

Lance: ¿No vas a decir "adiós"?
Ellie: Nunca.

Tyler deja la canasta en el maletero de un todoterreno y habla con Lance.

Tyler: Es como una maldita novela mexicana, Lance.
Lance: Oh, ya sabes... Mujeres, hermano.

En ese momento, un joven de raza afroamericana llamado Malcom se presenta ante el grupo y pide ir con ellos al viaje.

Malcom (A Tyler): ¡Oye! Me gustaría empezar a ayudar por aquí.
Tyler: Malc, solo ha sido una semana.
Malcom: Eso es una semana de alimentos, de un techo en mi cabeza. Ahora quiero ganarme mi lugar.
Tyler: Malc, estabas solo cuando te encontré.
Malcom: Es correcto.
Tyler: Solo quiero estar seguro de que sabes jugar en equipo.
Deion: Ya sabes que fue soldado en la Merryweather. Nos vendría bien.
Malcom: Eres un rey difícil de complacer... ¿Lo sabías?
Tyler: Está bien.

Los viajeros se suben a sus vehículos, mientras que el líder, Tyler, se sube a su motocicleta y se ponen en marcha. Mientras tanto, Michael y Charlie revisan todos los rincones de la prisión para asegurarse de que todo esté en orden.

Michael: Parece que todo está en orden. No hemos tenido ningún problema después de treinta días.
Charlie: Todo parece estar normal por aquí, Mike. Te felicito.
Michael: No, todo esto es gracias a Tyler. Es un gran jefe.
Charlie: Tú también has colaborado... Me has ayudado a cultivar en Grapeseed, y has limpiado el aerodrómo.
Michael: Con ayuda de Tyler y Franklin, claro...
Charlie: Lo importante es que lo has hecho, y después de tanto tiempo... Aún mantienes este lugar funcionando. Estoy orgulloso de ti, Mike.
Michael: Pues, gracias.

En un instante, Michael y Charlie escuchan un silbido proveniente del exterior. Michael se alegra de oírlo y se apresura a abrir la entrada a la prisión. Rachel ingresa a la prisión en su motocicleta y se reúne con Michael.

Michael: Que bueno verte...
Rachel: Es bueno verte también.
Michael: ¿Lo has encontrado?
Rachel: Aún no...
Rachel: Pero... (Enseña una rasuradora eléctrica a Michael) Encontré esto.
Michael (Tomando la rasuradora): Gracias.
Rachel: Tu rostro está perdiendo la guerra.

Los viajeros que se dirigían a la salida encuentran a Rachel y se alegran de verla.

Tyler: Oh, miren quien ha vuelto.
Rachel: No lo encontré...
Tyler: Me alegra verte de una pieza.
Rachel: Estoy pensando en descansar...
Tyler (Voltea para ver a Michael): Iremos al punto de vigilancia... Ese del que te hablé, solo vamos a verlo.
Michael: Sí... No estoy considerando eso de salir de mi retiro.
Rachel: Yo iré.
Michael: Pero acabas de llegar...
Rachel: Y volveré.

Rachel se sube a uno del los vehículos. Luego, el grupo de exploradores se disponen a abandonar el lugar, mientras Michael mantiene abierta la verja, estos abandonan la prisión. Luego, llega Amanda para hablar con su esposo.

Amanda: ¿Vas a revisar las trampas?
Michael: Hoy no, le pediré a Ron y Zoey que acompañen a Charlie a Grapeseed.
Michael: Me estoy cansando de tener que viajar para poder cultivar.
Amanda: ¿Y qué quieres hacer?
Michael: No sé lo que haré. Supongo que hablar con Tyler para llevar a un campamento allí. Y también uno en el bosque, estamos sacando más de lo que necesitamos.

En otro lado, Jonas, Josh y varios niños ven a varios caminantes amontonándose contra las vallas. Los niños se ríen y nombran a los caminantes, hasta que llegan Tracey y Jimmy.

Jonas: ¡Hola, Brock Junior!
Tracey: ¿Los están nombrando?
Jonas: Bueno... Uno de ellos tenía un nombre en su camiseta. Así que decidimos nombrarlos a todos.
Tracey: No tienen que hacerlo, están muertos ahora.
Josh: No, no es cierto... Solo son diferentes.
Tracey: ¿De qué demonios estás hablando...? Mira, ellos no te hablan, ellos no piensan, ellos comen gente... Ellos matan gente.
Josh: La gente mata a otra gente, y aún así tienen nombres.
Tracey: ¿Alguna vez viste algo así? ¿Has visto a alguien morir por culpa de esas cosas?
Josh: Sí... Lo hice.
Tracey: Escucha, no son personas, ni tampoco mascotas... No los nombres.
Josh (A los niños): Se supone que tenemos que ir a jugar... Vamos.

Cerca de la barbacoa, Ron se encuentra comiendo, y en ese momento llega Michael para hablarle.

Michael: Hola, Ron.
Ron: ¿Qué tal, Michael?
Michael: Creo que todo está en orden, Ron, ¿tú?
Ron: No puedo quejarme pro ahora.
Michael: Oye, ¿podrías acompañar a Charlie y Zoey a Grapeseed?
Michael: Hoy tengo planeado descansar luego de lo de ayer.
Ron: De acuerdo. Pero, yo también necesitaré un favor. Pasaré la noche con Beth, y quería saber si podrías cubrirme en la vigilancia...
Michael: Sabes que no quiero hacer eso. Descuida, te buscaré a alguien más.
Ron: Gracias.

El grupo de exploradores llegan a un protegido campamento militar en el aeródromo de Sandy Shores. El campamento se encuentra protegido por un alambrado para impedir el paso de los caminantes y presentando un territorio extenso.

Tyler: La seguridad nacional vino y colocó este alambrado para proteger a los civiles. Lo hizo para que la gente tenga donde dormir y abastecerse.
Tyler: La última vez que vine fue la semana pasada, con Ron y George... Vimos a un montón de caminantes detrás de estos alambrados.
Malcom: ¿Así que simplemente se fueron?
Franklin (A Malcom): ¡Escucha!
Rachel (A Tyler): Tú los sacaste, ¿por eso la gente nueva?
Tyler: Sí.

Tyler ingresa por una apertura del alambrado y le da instrucciones al grupo.

Tyler: Vamos a echar un vistazo, tomen todo lo que puedan, y mañana volveremos con más gente.
Tyler: Procuren tener cuidado con los caminantes y echen un vistazo. (Señala una enorme tienda) Nos reuniremos allí.
Rachel: De acuerdo.
Tyler: Asignen parejas. Lance, tú vendrás conmigo. Franklin con Rachel a la izquierda, y por último, Deion, Sam y Malc irán por la derecha.
Sam: Supongo que está bien...

El grupo se divide y buscan provisiones en las tiendas abandonadas. Luego de unos minutos, todo el grupo se reúne en la entrada de una gran tienda. Tyler golpea la puerta del refugio, esperando la reacción de algún caminante. Mientras tanto, Lance inicia una conversación con Tyler.

Lance (A Tyler): Bien, creo que ya lo tengo.
Rachel: ¿Tienes qué?
Lance: He intentado adivinar lo que hacía Tyler antes de que todo se fuera al carajo.
Tyler: ¿Todavía? ¿No llevas como unas... Tres meses?
Lance: Me estoy tomando mi tiempo.
Lance: De acuerdo, un disparo a la vez.
Tyler: Bien, dispara.
Lance: Bueno... A juzgar de como eres en la prisión, te gusta ayudar a la gente y protegerla también, tu gran liderazgo y todo lo demás... Pero no evitas ser un poco... Malhumorado.
Lance: Aquí va... ¡Bombero!

Franklin y Rachel se echan a reír, pero son interrumpidos por Tyler.

Tyler: ¿Qué es tan gracioso?
Rachel: Nada... Tiene mucho sentido.
Tyler: De echo, Lance tiene razón, era bombero. Voluntario...
Lance: ¿De verdad?
Tyler: Sí... Pero lo dejé porque era mucha mierda, ¿sabes?
Lance: Hombre, espera... ¿De verdad?

Tyler asiente con la cabeza. Un caminante se lanza contra la puerta, llamando la atención del grupo.

Franklin: ¿Haremos esto, bombero?
Tyler: Pues claro.

El grupo procede a ingresar al enorme refugio. Tras eliminar al único caminante que se encontraba dentro, todos inspeccionan el lugar, sin notar que varios caminantes merodeaban por el frágil techo. Rachel y Franklin encuentran municiones y pistolas, mientras que Tyler encuentra una ballesta con muchas flechas.

Tyler: Genial... Me quedo con esta.

Malcom encuentra una botella de Piβwasser, sosteniéndola mientras la mira con tristeza durante unos largos segundos. Tras recuperarse, Malcom arroja la botella al suelo, destruyéndola. Posteriormente, un caminante cae desde el techo y queda colgado de sus tripas frente a todos.

Franklin: Creo que deberíamos irnos ahora.
Deion: ¡Espera! ¡He encontrado alimentos y medicinas por aquí!
Deion: ¡Vamos a sacarlo!
Tyler: Bueno, pero ya.

El grupo se apresura a tomar las provisiones. Pero antes de lograrlo, varios caminantes comienzan a caer del techo. Los caminantes acorralan al grupo de viajeros y los atacan. Tyler dispara un flecha con su nueva Ballesta y posteriormente se sube a un escritorio, eliminando a los demás con una pistola. Por otro lado, los demás sobrevivientes se aferran a lo que tienen y acaban con todos los caminantes. Malcom es atacado por un caminante que lo tomó desprevenido por la espalda, arrojándolo al suelo e intentado morderlo, pero Malcom forcejea con el caminante hasta que Lance se da cuenta de lo que sucede.

Lance: ¡Vamos por Malc!

Tyler saca al caminante de encima de Malcom y posteriormente destroza su cráneo con una fuerte pisada. Lance ayuda a Malcom a levantarse, y luego todos juntos proceden a abandonar el lugar.

La noche cae. Troy sale de su celda, tosiendo y sudando excesivamente. El hombre camina el baño de la prisión y comienza a ducharse. Troy comienza a perder el equilibrio, sujetándose fuertemente de una baranda, pero desafortunadamente, Troy cae al suelo igualmente y luego, la cámara enfoca su cuerpo sin vida, con manchas de sangre en sus ojos, nariz y orejas, luego, Troy se reanima.

Capitulo 2: Trevor Philips ataca otra vez[]

27/4/2014

La cámara está a oscuras, un disparo se escucha, seguido por un desgarrador grito con una voz particular.

Voz: ¡Judas!

Se oye un cuerpo caer al suelo. Posteriormente, la pantalla se va aclarando poco a poco, mostrando a Michael bajando su arma tras efectuar un disparo. Acto seguido, la cámara enfoca a Trevor Philips con una herida de bala aparentemente en el corazón. Mientras Trevor hace sus esfuerzos para levantarse, Michael le grita.

Michael: ¡Tú me obligaste a hacer esto, Trevor...! ¡Fuiste tú!
Michael: ¡Tú nos hiciste esto! ¡Fuiste tú, no yo! ¡No yo!

Trevor se sostiene fuertemente la herida, viendo como su mejor amigo lo dejaba atrás, creyendo que él estaba agonizando.

Trevor: Ya verás...Puta serpiente de sangre fría.

Trevor se descubre la herida, descubriendo que la ubicación del disparo fue en el hombro. Segundos después, Trevor oye otra discusión entre Franklin y Michael, fingiendo estar muerto.

Franklin: Maldito asesino...
Michael: No espera... Puedo explicártelo... Él...
Franklin: Santo cielo.

Una horda de caminantes puede divisarse cerca de la ubicación de los tres hombres. Michael y Franklin se marchan corriendo del lugar, y Trevor, apenas logra ver a los cientos de infectados acercándose a él con rapidez.

Trevor: Mierda...

Trevor se pone de pie y comienza a correr hacia un rumbo desconocido, dejando atrás a los caminantes.

4/5/2014

Días después, en una soleada tarde, Trevor camina por la reserva natural de Monte Chilliad, portando únicamente su pistola. Trevor continúa caminando en solitario, hasta encontrarse con varios vehículos aparcados. También, al extender la vista, Trevor ve varios cuerpos tirados en el suelo.

Trevor: ¿Qué demonios...?

Trevor camina tranquilamente hacia los cuerpos, revelando que estos eran de Luis y su grupo. Trevor se impresiona al ver los cuerpos acribillados, mientras que en unos arbustos, personas lo observaban.

Voz de hombre: Parece ser Philips. Ha vuelto.
Voz de mujer: ¿Debemos decirle al jefe? Podemos matarlo, no está con su grupo.
Voz de hombre: Veamos que trama. Luego veremos si atacarlo o no.

Trevor comienza a examinar los cadáveres, descubriendo que el grupo de Luis lleva muerto menos de un día.

Trevor (Pensamiento): Esto es muy raro... ¿Acaso no serán los caníbales de la secta alturista?

Las dos personas que se encontraban en el arbusto salen de su escondite y se plantan frente a Trevor. Las personas, a simple vista, se encuentran deteriorados y en ropa interior. Trevor los mira con repugnancia y desenvaina su pistola, apuntándoles.

Trevor: ¿Qué han hecho aquí?
Trevor: ¿Se llevaron sus cosas? Entréguenlas.
Hombre: Eh, no queremos hacerte daño, amigo.

El hombre saca su pistola que se encontraba en la parte posterior de su calzón. Trevor continúa apuntándoles con desconfianza.

Trevor: Estas personas... No les han hecho nada. ¡¿Qué les han hecho?!
Mujer: Nos atacaron... Y... Ahora queríamos venir a buscar su carne.
Trevor: Yo me llevaré un vehículo, y me iré de aquí. Hagan lo que quieran, pero solo cuando me vaya de aquí.
Hombre: Sí, claro, amigo... Confía en nosotros.

Trevor, aún apuntando a los desconocidos, toma un rifle que se encontraba tirado en el suelo y se sube a coche. Trevor intenta encenderlo, pero sus esfuerzos son inútiles y se baja del coche. Los extraños continúan observando a Trevor, quien se subía al Bus de Luis. Pero al ver esto, el hombre toma su pistola, se acerca a la puerta e intenta dispararle a Trevor. Pero antes de que suceda, el hombre descubre que Trevor lo estaba apuntando y le dispara, acabando con su vida.

Mujer: ¡NO!
Trevor: ¡Sí! ¡Ya me siento mejor!
Mujer: ¡¿Cómo te atreves, monstruo?!
Trevor: Ustedes son los monstruos caníbales aquí, señorita. Y ahora con tu permiso, te pediré que me acompañes con tu grupo.
Mujer: No lo haré...
Trevor: De acuerdo, iré solo.

Dicho esto, Trevor apunta rápidamente a la mujer, y en una milésima de segundo, le vuela los sesos con un disparo y la cámara se oscurece repentinamente. Ya en la puesta de sol, Trevor sale del campamento armado de la secta alturista, cubierto de sangre de pies a cabeza, y mientras camina tranquilamente por su camino, se puede observar como el campamento explota por completo detrás de él.

Trevor (Pensamiento): Puede que lo que hice no sea humano, pero Luis y su gente me caían bien.

Presente

Trevor, notándose con el cabello hasta los hombros y una barba extensa. Ha estado un largo tiempo sobreviviendo en Blaine County, Trevor llega a un pueblo amurallado, reconociendo que se trataba de Paleto Bay. El hombre escala el muro y al alzar la vista por el pueblo, descubre que se encontraba abandonado desde hace mucho tiempo. Trevor suspira, y completamente frustrado, se adentra en el pueblo.

Trevor: Esperemos que al menos tenga para refugiarse.

Trevor camina por el seguro refugio e ingresa a una de las casas. Trevor tira su pequeña bolso al suelo, saca una botella de agua de ella y bebe un pequeño sorbo. El exiliado llega a una habitación, en donde se lanza a la cama y se duerme. A las pocas horas después, con la puesta de sol, Trevor se dispone a investigar el pueblo, recogiendo varias latas de comida que los sobrevivientes del pueblo habían olvidado y se abastece. Tras un largo rato examinando el pueblo, Trevor regresa a su casa y vuelve a dormirse en la cama.

Al día siguiente, Trevor carga todo el botín en un bolso grande y parte del pueblo. La cámara permanece a oscuras por unos prolongados segundos, hasta que logra verse a Trevor salir del pueblo trepando por la muralla. Posteriormente, el hombre mira a su alrededor y comienza a caminar hacia el bosque.

Trevor: ¿Dónde estás, Mickey...?

Capitulo 3: Zona Prohibida[]

En una de las celdas de la prisión, Deion y Rachel pasan una romántica velada. Mientras tanto, un zombificado Troy camina por los oscuros pasillos de la prisión. El caminante llega a un pabellón, en donde ve a un residente entrar a su celda, siguiéndolo sin que él se de cuenta. El residente se acuesta en su litera y se duerme, pero termina siendo mordido por el zombi en la yugular, impidiéndole así gritar.

Por la mañana, Michael despierta y examina el pabellón, posteriormente, se sirve un café y ve a Ellie pasando delante de él.

Ellie: Buenos días.
Michael: Buenos días...

Ellie toma una taza de café y regresa a su celda. Por otro lado, Franklin amanece en una de las torres de vigilancia junto a una dormida Zoey. Franklin sonríe y toma una cámara, sacando una fotografía de Zoey durmiendo. Acto seguido, la muchacha despierta.

Zoey: Hola...
Franklin: Buen día.
Zoey: ¿Quieres que cambiemos?
Franklin: Te traeré algo para comer y cambiamos.
Zoey (Toma la foto de Franklin y la ve): Ni hablar, quema esta foto.
Franklin (Arrebatando la foto): Sí... ¡No, es mía!

Franklin abre la escotilla de la torre y baja. Zoey se levanta y mira el patio de la prisión, en donde Michael y Jimmy comienzan a verificar la seguridad del lugar. Jimmy ve todas las cercas y descubre a muchos caminantes amontonarse en cada una de ellas.

Jimmy: Ayer solo acabaron con unos pocos. Necesitan más gente... Hoy. Podríamos ayudar.
Michael: Yo tengo otros planes, que incluyen caminatas y barreras. Mantener a la gente a salvo aquí dentro.
Jimmy: Bueno, si tu no quieres, podría ir yo... ¿Puedo?
Michael (Mirando a Jimmy): Tenemos otros planes, es lo que hay.

Michael comienza a caminar, siendo seguido por Jimmy.

Jimmy: Papá, lo siento. Lo he intentado.
Michael: Sí, lo sé. Estoy orgulloso.
Jimmy: Papá... ¿Cuando me devolverás mi arma?
Michael: ...

Varios golpes se escuchan. Josh y Jon corren al exterior pidiendo ayuda, alarmando a todos afuera.

Jon: ¡Ayuda! ¡Socorro!
Josh: ¡Ayúdennos!

Michael y Jimmy escuchan los gritos desesperados de los niños, alterándose. Desde la torre de vigilancia, Zoey llama la atención de Michael.

Zoey: ¡¿Es el pabellón?!
Michael: ¡No lo sé!
Michael (A Jimmy): Busca a tu hermana y a tu madre, y ve a la torre, no discutas.

Michael ingresa a la prisión, en donde Franklin le informa lo sucedido.

Franklin: ¡Hay caminantes el el 4!
Michael: ¡¿Qué hay del 3?!
Karen: No hay nadie, hemos cerrado.
Denise: ¡Charlie está de guardia!
Tyler: No han roto las vallas.
Deion: ¡Seguimos el plan!

El grupo se dirige al pabellón 4. Al llegar, Michael y los demás descubren que el lugar estaba infestado de caminantes. Tyler entrega una escopeta a un residente y le ordena que se marche. Posteriormente, el grupo comienza a luchar con los caminantes y rescatando a las personas que no estaban infectadas. Tyler descubre a un caminante mordiendo la pierna de Brock, por lo que lo asesina y lo lleva a una celda, en donde se prepara para apuntarle la pierna.

Tyler (Recostando a Brock en una litera): Tranquilo.
Brock (Mirando su brazo): No puede ser...
Tyler: Tendré que apuntarte la pierna, para impedir que se extienda la infección.

Fuera de la celda, el grupo continúa eliminando a los caminantes restantes.

Michael: ¿Están todos?
Karen: No lo sé.

Michael ingresa a la celda en donde se encontraban Tyler y Brock.

Tyler: Tenemos que hacerlo. (Entrega un cinturón a Brock) Muerde esto.
Michael: Yo lo hago.

Michael toma el hacha de Tyler y repentinamente, comienza a apuntar la pierna de Brock. En el pabellón, Denise, Deion, Karen y Franklin inspeccionan todas las celdas. Franklin y Deion ven el cadáver de una mujer residente, por lo que Franklin decide apuñalarla en la cabeza para que no se reanime.

Deion: Ya están todos...

El zombificado Troy aparece repentinamente detrás de Deion y lo ataca, pero es salvado por un disparo de Karen a último momento.

Deion: Gracias, Karen.
Karen: De nada.

Deion, Karen y Franklin ven el cadáver, descubriendo que se trataba de Troy. Nuevamente con Tyler, Michael y Brock, Tyler cubre con una toalla la pierna apuntada de Brock, mientras que Michael habla con él.

Brock: Me voy a morir...
Michael: No, no lo harás. Vas a estar bien.
Brock: Aún si no me ha infectado todo... No sobreviviré a esto. Solo me ha prolongado el tiempo de vida.
Michael: Oye... ¿Quieres que traiga a tus hijos?
Brock: Por favor...

Posteriormente, Tyler, Franklin, Malcom, Charlie y un sujeto que parece ser un médico se dirigen a una celda, en donde descubren a otro caminante sangrando por los ojos. Tyler acaba con él y todos ingresan a la celda. Después, Tyler y el doctor inspeccionan el cuerpo del muerto.

Tyler: No hay mordiscos, ni heridas, nada. Creo que murió sin más.
Doctor: Ha muerto de una forma horrible.
Malcom: ¿Estaba enfermo?
Charlie: Alguien lo encerró justo a tiempo.
Tyler: No, Fred era sonámbulo, se encierra todas las noches. No lo entiendo... Ayer lo vi comiendo carne a la barbacoa con Paul y Wade.
Doctor: Creo que... La carne podría tener algo mal.
Tyler: Tenemos que advertirles a todos los que comieron esa carne.
Charlie: Tenemos que hacer algo con esos animales muertos.
Doctor: Quizás haya suerte, no volverían a repetirse estos problemas.
Malcom: Hace mucho que no veo a alguien que tenga suerte.

En la celda de Brock, Deion, Denise y los niños ingresan para ver al hombre moribundo. Los niños, muy preocupados por su padre, se acercan a él. El hombre rápidamente les toma de la mano y le habla a uno de ellos.

Brock: Cuida de tu hermano...

Una hora más tarde, Tyler se reúne en la biblioteca de la prisión junto a Karen, Rachel, Charlie, Deion y Franklin.

Karen: Troy estaba bien ayer... Murió por la noche, no sabemos si fue la carne que estaba infectada... Pero habrá que separar a los que la han comido.
Tyler: Son todos los de ese pabellón.
Charlie: Sabemos que esa enfermedad puede ser letal. Aún no sabemos como se contagia. ¿Alguien más está tomando síntomas que no sepamos?
Karen: No podemos esperar sentados, hay niños.
Charle: Hace falta un sitio para aislarlos. No pueden quedarse en el pabellón 4, ni siquiera podemos arriesgarnos a limpiarlo.
Karen: Podemos usar el pabellón 1.
Franklin: ¿El corredor? Creo que es mucho mejor.
Deion: Está limpio, eso es mejor. ¿Crees que le valdrá al doctor?
Charlie: Ayudaré a Karl a prepararlo...
Tyler: De acuerdo.
Rachel: ¿Y ahora qué?
Tyler: Supongo que cavaré las tumbas para los muertos.
Franklin: Son más de quince.
Tyler: Lo sé, pero lo haré de todos modos.
Karen: Has trabajado much...
Tyler: Deja que lo haga. Sé que esto será lo último que haga como líder.
Charlie: ¿De qué hablas?

Tyler se pone de pie y camina hacia la salida. Pero antes voltea y habla a Charlie.

Tyler: Ya lo verás...

Los minutos pasan, y Tyler, portando un pañuelo cubriendo su rostro, se encuentra cavando en la tierra para enterrar a los muertos, en cuanto llega Michael para hablarle.

Tyler: Me alegra que entraras.
Michael: No serví de mucho sin mi arma.
Tyler: Sí que serviste. (Se quita el pañuelo) El descanso que te has tomado, te lo merecías. No estaríamos aquí sin ti.
Michael (Toma una pala del suelo): Nah... Lo hemos hecho todos.
Tyler: No. Tú lo hiciste. ¿Nos ayudarás con esto?
Michael: Lo he arruinado todo demasiadas veces. Hay que tomar decisiones, y si me vuelvo a equivocar... Perdí a mis chicos por todo un invierno... Pero creo que tendré que pensarlo de nuevo.
Tyler: Te lo has ganado. Pero te equivocas, has tomado las decisiones correctas, solo que la suerte no te ayudó.

Tyler vuelve a colocarse el pañuelo, pero en cuando vuelve a cavar, una desesperada Zoey les llama la atención.

Zoey: ¡Mike! ¡Tyler!

Michael y Tyler ven a una gran cantidad de caminantes amontonarse contra las vallas. Inmediatamente, los dos corren hacia el lugar. Tras llegar al alambrado, Tyler, Michael y Zoey comienzan a eliminar a los caminantes apuñalando sus cráneos. Al rato, Deion, Franklin y Sam llegan para ayudar a contener a los caminantes. Zoey cae al suelo, y Franklin la ayuda a levantarse.

Zoey: Gracias.

Mientras el grupo continúa luchando contra los caminantes en la valla, todos notan que estos estaban a punto de derribar el alambrado.

Tyler: ¡Oh, oh, atrás!
Michael: ¡Va a ceder!

Inmediatamente, el grupo empuja contra las vallas, pero cuando comienza tambalearse, todos retroceden nuevamente.

Tyler: No se puede...

Michael se queda en silencio mientras idea un plan para dispersar a los caminantes. Después de unos segundos, Michael se dirige a Tyler.

Michael: T, trae tu coche.

Minutos después, Tyler conduce su vehículo fuera de la prisión, con Michael sobre la parte trasera. Cuando llegan al alambrado con todos los caminantes, Michael les llama la atención y de una caja, saca a los cerdos que murieron a causa de una enfermedad y los arroja al suelo para distraer a los caminantes. Luego de realizar esta acción, Tyler y Michael regresan a la prisión.

Más tarde, Michael se cambia la camisa en su celda y posteriormente, se dirige al improvisado corral donde tenían a los jabalíes, notando que estos habían muerto también. Michael decide sacar a los animales muertos del corral y luego, lo incendia. Tracey y Jimmy ven a su padre frente al corral incendiado y se acercan a él.

Michael (Al ver a sus hijos): Los animales se enfermaron... Y por eso murieron Troy y Fred murieron anoche. ¿Alguno de ustedes comió ayer?
Tracey: No, pero vimos que Sam y mamá sí...
Michael: Esperemos que esté bien.

Michael toma una caja del suelo, y al abrirla encuentra su pistola, junto a otras dos. Michael entrega la caja a Tracey para que junto con Jimmy tomen sus respectivas armas.

Michael: Ahora sí las necesitaremos...
Michael: Creo que tendré que salir de mi retiro.

Capitulo 4: Lo que viene después[]

En las afueras de la prisión, Sam, Tyler y Zoey cavan algunas tumbas para enterrar a sus compañeros caídos durante el ataque en el bloque de celdas. Siendo ayudados por otros residentes. Franklin y Charlie discuten la situación con la que estaban lidiando

Charlie: Esto se está saliendo de control...
Franklin: Ocho personas más se han enfermado desde el ataque al pabellón cuatro.
Charlie: Ya deben de estar en...

De pronto, aparece Amanda, tosiendo continuamente, alarmando a Franklin y Charlie.

Charlie: ¿E... Estás bien?
Amanda: Sí... ¿Dónde está el doctor Schafter?
Charlie: Está en el pabellón uno.

Amanda sigue su camino hacia el pabellón 1. Al llegar allí, Amanda ve al doctor Samuels en la misma situación que ella.

Doctor Schafter: Ha ocurrido...

En la biblioteca, la dirección se reúne nuevamente.

Charlie: Los que sobrevivieron al ataque del pabellón cuatro están infectados.
Tyler: Habrá que buscar medicinas...
Karen: ¿Dónde?
Charlie: En el hospital de Pillbox Hill, antes trabajaba allí, seguramente hay medicamentos suficientes para todas estas personas.
Tyler: De acuerdo, iré allí.
Rachel: Te acompaño.
Charlie: ¿Estás segura que quieres ir?
Rachel: Sí...
Tyler: Malcom sabe de esas cosas. Tal vez pueda acompañarnos.
Rachel: Yo hablaré con Deion.

En medio de la conversación, Sam, miembro de la dirección, comienza a vacilar mientras mira completamente perdido al techo. Esto es notado por Franklin, quien se preocupa por su amigo.

Franklin: ¿Estás bien?
Sam: Sí... Estoy bien.

Por otro lado, la conversación entre los demás miembros de la dirección continúa.

Charlie: Yo puedo guiarlos, sé donde lo guardan todo.
Tyler: Cuando salimos... Siempre es igual. Tarde o temprano hay que correr...
Charlie: Puedo hacerles un mapa.
Tyler: Bien.
Charlie: Y hay que tomar otras precauciones.
Karen: ¿Cómo cuál?
Charlie: No sabemos cuanto pasará hasta que Tyler regrese. ¿No sería mejor separar a los que son más vulnerables?
Sam: ¿Quienes son los más vulnerables?
Charlie: Los niños...
Sam: Y los ancianos.

Tiempo después, Michael y Karen juntan todos los tanques de agua para llevarles a los enfermos. Mientras estos hacían la actividad, comienzan a charlar.

Karen: Otra vez tenemos problemas con el agua...
Michael: Por ahora hay bastante, lo haremos mañana.
Karen: Mike, desde que Amanda se enfermó, otras cinco personas se han enfermado, incluso Sam. Ya no quedamos demasiados, y si Tracey y Jim se enferman, yo...
Michael: ¿Y si hay problemas ahí fuera y no volvemos? Llevemos el agua a los que la necesitan. Esa es la prioridad ahora, Karen.

Mientras tanto, Deion camina por los alrededores de la prisión, encontrándose en el camino con Justin tosiendo fuertemente y dirigiéndose al pabellón 1. En el bloque de celdas 3, Ellie arma su bolso para irse a aislamiento, Zoey llega a la celda de su hermana y la ve guardando sus cosas con furia.

Zoey: Es por tu propio bien.
Ellie: Estoy bien, no quiero estar encerrado con esos niños.
Zoey: Te necesito ahí, para que estés con los hijos de Brock y los demás. Ya sabes que no la están pasando bien esos niños.
Zoey (Viendo a Ellie tomando su pistola): Si se enferma alguien de aquí, dímelo enseguida.
Ellie: ¿Y si es un caminante cuando lo encuentre?
Zoey: No dispares si no es absolutamente necesario.
Ellie: Pero podría tener que hacerlo, ¿verdad?

Zoey simplemente asiente con la cabeza y luego, Ellie se marcha. Mientras tanto, Rachel carga las armas en el coche, mientras que Tyler se asegura de que todo esté en orden.

Tyler: Le falta un poco de aceite.
Rachel: ¿Lo sigues guardando en la torre C?
Tyler: Sí.
Rachel: Iré por él.
Tyler (Deteniendo a Rachel): ¡Oye, me alegra que estés aquí!
Rachel: ¿Y dónde más podría estar?
Tyler: Huyendo...
Rachel: Tú sabes que no voy a huir.
Rachel: Iremos solos como en los viejos tiempos...
Tyler: Sï... Y también irá Malc. Aunque nos vendría bien otra persona.
Rachel: ¿Quién más está disponible?
Tyler: Amanda está enferma, así que no contaremos con Michael, tiene muchas cosas que hacer aquí.
Rachel: ¿Y quién más queda?
Tyler: Deion.

Tyler comienza a buscar a Deion alrededor de la prisión, hasta que lo encuentra en su celda.

Tyler: Oh, aquí estás. He tardado un siglo en encontrarte.
Tyler: Vamos a un hospital en la ciudad, ¿quieres venir?
Deion: De acuerdo, ¿adónde vamos?
Tyler: A Pillbox Hill, Charlie dijo que encontraríamos medicinas para los enfermos.
Deion: De acuerdo...

En una oficina, un aislado Charlie revisa todos los rincones para encontrar algo con que entretenerse. Sin embargo, luego de pensárselo unos minutos, el anciano decide salir de la oficina, topándose con Tracey en el camino.

Tracey: ¿Adónde vas?
Charlie: Estoy lejos de ustedes, porque estuve expuesto.
Tracey: Hago la ronda, mi padre me ha dicho que cuide de todos.
Charlie: Bueno, pero no te acerques tanto.
Tracey: Se está por ir...
Charlie: Tengo que ir a un sitio.
Tracey: ¿A los pabellones?
Charlie: A caminar.
Tracey: Quieres ir a los pabellones.
Charlie: No quiero que nadie se preocupe por mi, y desde luego que nadie me impida hacer algo.
Tracey: No puedo dejarte ir ahí.
Charlie: ¿Dejarme?
Tracey: No te lo impediré, pero se lo diré a mi padre.
Charlie: Entonces hazlo, para cuando lo hagas, yo me habré ido.

En su celda, Sam se encuentra en el suelo, escupiendo sangre y tosiendo repetidas veces. Jimmy, quien se encontraba alado, se percata de ello y va a ver a su amigo.

Jimmy: ¿Sam?
Sam: No, no entres...
Jimmy: ¿Está todo bien?
Sam: Yo... He comido eso...

En una de las salas de aislamiento, Zoey habla con Ellie, quien se encuentra dentro de una oficina.

Zoey: Me alegro que estés ahí. Sé que no era necesario, pero me alegra que estés cuidando de los niños.
Ellie: ¿Va todo bien ahí fuera?
Zoey: Lance y Wade lo tienen...
Ellie: Zoey... No te pongas triste, hay obligaciones, eso dice papá. Daryl y Rachel traerán las medicinas. Tú, Michael, Tracey, Jimmy y Karen se encargarán de todo hasta que vuelvan. Yo cuidaré de los niños. Pase lo que pase, lo superaremos.

En la sala de cuarentena, Michael visita a Amanda.

Amanda: No estoy tan mal como parece... (Nota a Michael llorando) No llores...
Michael (Tenso): Bien...
Amanda: Debo de estar echa en desastre...
Michael: No pienses en eso ahora, piensa solo en curarte.
Amanda: No sé si lo lograré.
Michael: Tyler saldrá con un grupo. Van por medicinas, a un sitio que conoce Charlie.
Amanda: ¿Al hospital de Pillbox? Está muy lejos.
Michael: Pero están seguros de que habrá.
Amanda: ¿Podríamos tener las medicinas para mañana?
Michael (Asintiendo con la cabeza): Sí...
Amanda: Hay una posibilidad... (Sonríe)
Michael: Descansa un rato... Tengo que irme.

Charlie, portando un canasto vacío, se dirige a la zona de cuarentena, siendo interceptado en el camino por Zoey.

Zoey: ¡¿Por qué no estás en aislamiento?!
Charlie: Allí dentro no sirvo para nada.
Zoey: Papá, por favor...
Charlie: Hija, aquí hay gente que sufre. Yo puedo ayudarlos un poco.
Zoey: Tyler ha ido por medicinas.
Charlie: Algunos no durarán ni medio día.
Zoey: No dejaré que hagas algo así.
Charlie: Zoey... Franklin podría estar ahí.

Justo en ese momento, un agitado Michael llega.

Michael: ¿Qué pasa aquí?
Charlie: Karl ya no puede ayudar a las personas, yo sí. En... Muchas ocasiones no pudimos evitar lo que estaba pasando, queríamos hacerlo, pero no podíamos. Ahora, yo sé que puedo hacer algo. Tengo que hacerlo.
Michael: C, si entras ahí te contagiarás, y si te enfermas...
Charlie: Eso no lo sabemos aún. Lo que sí sabemos es que debemos intentar aliviar este tema.
Michael: Charlie, por favor...
Charlie: Maldita sea, si salimos afuera o si bebemos agua, arriesgamos la vida, y ahora con tan solo comer o respirar, la arriesgamos también. En estos momentos, no tenemos elección. Solo tenemos elección del motivo por la que nos arriesgamos, y yo elijo el de salvar a estas personas. Puedo salvar vidas, y en eso quiero arriesgarme... Ustedes lo saben.

Charlie se coloca un pañuelo, cubriéndose los orificios nasales.

Capitulo 5: Amenaza[]

En la desértica ruta 68, Trevor camina lentamente, portando una M4 y un cuchillo. Trevor se desvía de la ruta y se adentra en el desierto. El hombre ve una prisión cerca de él y sin pensarlo, corre apresuradamente a la ubicación. Tras llegar, Trevor ve a Franklin caminando con Jimmy hacia dentro de la prisión. El solitario hombre descubre que Michael posiblemente se encontraba allí, y corre a la entrada.

Trevor (Pensamiento): Tengo la oportunidad de vengarme de Michael... O de olvidar el pasado y darme la vuelta...
Trevor: ¡Mikey! ¡Ya sé que estás aquí, abre ahora mismo!

En la zona de cuarentena, unos enfermos Sam y Amanda ayudan a Charlie a atender a otro residente enfermo. El médico intenta meter el respirador en la garganta del residente, mientras que Sam y Amanda le sujetan los brazos. Luego de completar esta acción, Charlie le habla a sus ayudantes.

Charlie: Beban un poco de agua...
Charlie (Viendo beber agua a sus ayudantes): Vaya reunión la que tenemos aquí...
Amanda: Faltan Tyler, Rachel, Franklin y Karen para que se complete la dirección.
Charlie: Creo que habrá que poner nuevas normas. Por ejemplo, podríamos hacer que cada semana, tengamos un día de picnic en Grapeseed... Pero para eso tenemos que conseguir un calendario.

Charlie sigue ayudando al residente a respirar, oprimiendo la bolsa de aire repetidas veces. En cuanto se cansa y le pide a Amanda que continúe.

Charlie (A Amanda): ¿Te encargas tú de esto?
Amanda: De acuerdo.
Charlie: Bien, Sam... Acompáñame.

Charlie y Sam abandonan la celda y caminan por el bloque, encontrándose en su camino a un residente de la prisión muerto por la enfermedad. Sam ingresa a la celda y con su cuchillo, se dispone a eliminarlo. Sin embargo, es detenido por Charlie, quien llegaba con una camilla.

Charlie: Sam... Aquí no.
Charlie: Ayúdame a subirlo a la camilla.
Sam: De acuerdo... Pero en un par de horas, cuando muera Mark...
Charlie: Sam...
Sam: ¿Cómo llevaremos su cadáver? Escaleras abajo, cruzar el pabellón y sacarlo por la puerta, ¿y nadie lo notará?
Charlie: Pues si eso ocurriera, tendrías que ayudarme...
Sam: Y... ¿Si ya no estoy entonces?
Charlie: No digas eso y ayúdame a subirlo.

Nuevamente en la entrada, debido a los constantes gritos, Michael sale del bloque de celdas junto a Ron, Beth y Franklin.

Trevor: ¡¿Conque estás con vida?!
Michael (Ve a Trevor parado en la entrada): Hijo... De... Perra...
Trevor: ¡¿Qué sucede, Mikey?! ¡Parece que acabas de ver un fantasma!
Trevor: ¡Tú... ¿Creíste que había muerto?! ¡Ja, ja, ja!
Trevor: ¡Habías perdido la puntería, viejo amigo! ¡Ahora ábreme!
Michael: ¡Date la vuelta y vete por donde viniste!
Trevor: ¡No puedo ni quiero, Mickey! ¡Quiero estar aquí contigo!
Michael: ¡He dicho que te vayas!
Trevor: ¡Por favor, viejo, ¿ya no recuerdas los viejos tiempos?! ¿El UD, el golpe de Paleto Bay? ¿Nada?
Michael: ¡Eso es parte del pasado ahora, vete!
Trevor: ¡Bah, maldita serpiente de sangre fría, no me dejes morir aquí afuera!

Michael mira desde lejos, el rostro de Trevor lleno de ira por lo acontecido en la granja Felix. Tras pensarlo unos momentos, Michael le habla a Ron.

Michael: Franklin, déjalo pasar
Franklin: Pero...
Michael: ¡Ve!

Franklin obedece, dirigiéndose a la entrada principal y luego le abre las puertas a un malhumorado Trevor.

Trevor (En tono serio): ¿Cómo has estado, Franklin?
Franklin: Eh... Yo...
Trevor: ¿Me has buscado?
Franklin: No, yo...
Trevor: ¡Púdrete!

Trevor ingresa a la prisión, procediendo a dejar su bolso y sus armas en el suelo tras acercarse a Michael, quien también deja su pistola en el suelo y se arremanga la camisa.

Michael: ¿De verdad quieres hacer esto?
Trevor: Esperaba vaciar el cargador de mi pistola contra tu pecho, pero así está mejor.
Michael: ¡Pues ven por mi!

Michael y Trevor se acercan, tomándose de los hombros y empujándose simultáneamente. Trevor le gana por fuerza a Michael y lo arroja al suelo, allí, el desquiciado hombre le propina varios puñetazos a su mejor amigo. Michael se libera y toma la cabeza de Trevor, golpeándolo con un cabezazo posteriormente. Trevor cae al suelo y Michael se coloca sobre él, golpeando el rostro de Trevor repetitivas veces hasta notar que sus nudillos de su mano derecha sangraban. Trevor, con un rostro un poco desfigurado se quita a Michael de encima y los dos vuelven a ponerse de pie, comenzando a golpearse con varios puñetazos en el rostro, uno atrás del otro hasta que Michael ya no puede contener el dolor de su mano derecha y baja los brazos, por lo que Trevor aprovecha y golpea con puños y patadas al fatigado Michael. Sin embargo, Michael esquiva uno de sus golpes, y rápidamente, se coloca detrás de él, golpeando con su codo en la nuca de su mejor amigo. Trevor cae al suelo repentinamente, y no se le ve moverse. Sin embargo, vuelve a respirar.

Michael: Está inconsciente...
Beth: ¿Qué harás ahora?
Michael: Supongo que matarlo... A menos que tenga que dejarlo vivir.
Ron: Creo que merece otra oportunidad...
Michael: Ya le he dado muchas, Ron. Pero, este es un caso especial. Franklin, ¿quieres hacerme el favor de llevar a Trevor a una celda del pabellón dos?
Franklin: De acuerdo, amigo.
Beth: Sígueme, Michael. Te vendaré la mano.
Michael: Gracias.

Capitulo 6: Con la flecha en el marco de la puerta[]

Ha pasado un día, y en las afueras de la prisión, Jimmy y Rachel se encargan de los caminantes que empujaban contra las vallas a distancia. Una vez acabada la actividad del día, Jimmy y Rachel se disponen a volver a la prisión, detrás de Jimmy aparece un hombre encapuchado, quien golpea al joven y apunta a Rachel con una pistola. Mientras el hombre apunta con su pistola, se enfoca un primer plano de este, revelando ser Hernandez.

Unas horas después, en la prisión, un perturbado Malcom descansa en el suelo, en cuanto aparece Amanda y lo despierta.

Malcom: Amanda... Deberías de estar descansando.
Amanda: Solo quería decirte... Gracias. Yo no estaría viva si no fuera por Charlie y por ti.
Malcom: Por Charlie... No por mi...
Amanda: Ayudaste a salvar mi vida.
Malcom: Detente.
Amanda: Pusiste esos medicamentos en mi bolsa intravenosa, y ahora, en unos minutos volveré a ver el sol... Por fin... Entonces vas a dejar que te agradezca.

En una celda, Zoey y Franklin comparten un rato juntos hablando sobre su relación.

Franklin: Me vendrían bien unas vacaciones...
Franklin: Una escapada... Solo por este fin de semana.
Zoey (Entre risas): Sí.
Franklin: ¿Sabes? Se acerca nuestro aniversario.
Zoey: ¿De verdad?
Franklin: Sí, en un día de estos...
Franklin: Para entonces... Iremos a la cima del monte Chilliad.

En el pabellón 3, Tyler y Michael tienen una discusión acerca del destino de Trevor.

Tyler: Hombre, ¿no pudiste deshacerte de él?
Michael: ¿Acaso no te dije que perdió la memoria?
Tyler: Le volverá en cualquier momento. La amnesia no es para siempre, Mike.
Tyler: Tarde o temprano recordará lo que le hiciste, y nos matará a todos por ocultárselo y luego te matará a ti para el final.
Michael: Me encargaré de eso... Pero así no... Así no.
Michael: Ya cometí el error de no matarlo cuando tuve motivos suficientes.
Tyler: Puedes hacerlo ahora... No se lo esperará.
Michael: ¿Qué te sucede?
Tyler: Nada...
Michael: ¿Es por George?
Tyler: El se fue, ya no me afecta...
Michael: Mira... Creo que hay que darle otra oportunidad, yo mantendré a raya a Trevor, y tú sigues liderando al grupo.
Tyler: Ya no quiero hacerlo, Michael. Ya me cansé...
Tyler: Desde que empecé a ser líder, tú te has ablandado, ¿qué diablos te pasa a ti?
Michael: He cambiado...

De pronto, una explosión sacude la prisión por completo. Michael y Tyler corren velozmente hacia el exterior. Michael y Tyler, seguidos por Amanda, Tracey, Malcom, Deion, Sam, Ron, Beth, Charlie y otros residentes de la prisión.

Michael: ¡Quédense atrás!

Michael llega a un alambrado, y con terror, ve a Hernandez parado sobre un tanque, y varias personas alrededor de él.

Hernandez: ¡Michael! ¡Tenemos que hablar, ven aquí!

Luego de un abrumador silencio momentáneo, Michael, después de vacilar, decide responderle a Hernandez.

Michael: ¡Ya no depende de mi! ¡Tyler es el líder, el dirige este lugar!
Hernandez: Yo creo que es mejor que vengas por tu hijo.

Hernandez hace una señal con las manos a uno de sus hombres y, acto seguido, este saca a Jimmy de un coche. Al ver a su hijo como rehén de Hernandez, Amanda se angustia visiblemente frente a Michael.

Hernandez: ¿Y qué hay de Rachel? ¿Por qué no vienes por ella también?

Una mujer saca a Rachel del mismo vehículo, y junto con Jimmy, es puesta de rodillas, mirando las vallas ante la frontal vista de Michael.

Michael: ¡Yo ya no tomo las decisiones aquí!
Hernandez: ¡Hoy tomarás las decisiones, Mike! ¡Ven aquí, vamos a hablar!

Michael mira a Amanda y Tracey, quienes empiezan a tener miedo por Jimmy. Luego, Michael ve a Tyler, y le hace una señal para abrirle la reja y así, acercarse a la entrada. Mientras esto sucedía, Trevor se acerca a Deion y habla con él.

Trevor: ¿Qué pasa con ese tipo, Ron? No me digan que también creyó que Michael había muerto.
Ron: Ese tipo es Hernandez... No es muy amistoso.
Trevor: Sí, ya veo. Espero que den la orden de disparar lo antes posible. Si Michael va allí es presa fácil.
Ron: Ya haremos algo...

Michael camina a la entrada, acercándose cada vez más a Hernandez y su grupo. Al llegar con estos, Michael comienza a hablarle al invasor.

Michael: Déjalos ir, ahora, yo me quedaré aquí. Hablaremos todo lo que quieras, pero déjalos ir.
Michael: Tienes un tanque, no necesitas rehenes.
Hernandez: Sí, los necesito. El tanque es para demostrarte que voy enserio. No para destruir nuestro nuevo hogar.
Hernandez: ¡Tú y tu gente tienen hasta la puesta de sol para salir de aquí... O morirán!
Michael: No tendrá que ser de esa forma.
Hernandez: Tengo más gente, y más armas. Necesitamos la prisión... Es todo.
Hernandez: No es por el pasado, se trata del ahora.
Michael: Hay niños aquí... Sus padres están muertos y están enfermos, no... No sobrevivirán.
Hernandez: ¡Tengo un tanque, y te doy la oportunidad de irte...! ¡¿Qué más hay que hablar?!

Michael se queda en silencio. Mientras tanto, Tyler toma varias carabinas de un contenedor y le entrega una a Malcom.

Tyler: ¿Estás ebrio?
Malcom: No...

Trevor revisa el mismo contenedor y encuentra una ametralladora y una pistola, tomándolas sin pensarlo. Tyler y Deion comienzan a repartir los rifles a los demás sobrevivientes, quienes se posicionan detrás de unos objetos para el posible combate. Después de esta escena, se enfoca nuevamente a Michael y Hernandez hablando.

Hernandez: Podría dispararles a todos. Y ustedes también pueden hacerlo. Sin embargo, nosotros ganaremos y ustedes morirán. No tiene que ser de este modo, y como dije, es tu decisión.

Dos caminantes aparecen, y sin problemas, el invasor los asesina con su pistola. Después de esto, Hernandez vuelve a dirigirse a Michael.

Hernandez: El ruido solo atraerá más y más. Mientras más esperen, más difícil será que salgan de aquí.

Franklin y Tracey apuntan sus carabinas contra Hernandez, y sin apartar la vista de la mira, comienzan a hablar.

Tracey: Tenemos que hacer algo.
Franklin: Tu padre se está encargando...
Tracey: Están hablando, puedo acabar con Hernandez de un tiro.
Franklin: ¿De tantos metros?
Tracey: Tengo buena puntería. Puedo acabar con esto en pocos segundos.
Franklin: O empezar otra cosa.
Franklin: Ten paciencia, tienes que confiar en Michael.

Jon y otros niños caminan alejándose del pabellón, hasta que son detenidos por Josh.

Josh: ¿Qué diablos están haciendo?
Jon: ¡Tenemos que ir al autobús, vamos!
Josh: No...
Jon: Conoces el procedimiento, tenemos que ir al autobús.
Josh: Papá nos dijo que tenemos que ser fuertes, que tenemos que protegernos a nosotros mismos. Ellos tienen armas, y nosotros también deberíamos.

Mientras tanto, Michael continúa hablando con Hernandez.

Hernandez: Te queda más o menos una hora de luz solar... Te aconsejo que empieces a empacar.
Hernandez: Mientras más esperen... Más difícil será que salgan de aquí.
Michael (Después de vacilar unos segundos): Todos... Todos podemos vivir juntos... Hay suficiente lugar para todos.
Hernandez: Más que suficiente. Pero no creo que mi nueva familia esté cómoda sabiendo que tú estás bajo el mismo techo.
Michael: Viviríamos en diferentes pabellones. No tendremos que vernos hasta que estemos listos.
Jimmy (Interviniendo): Podría funcionar... Sabes que sí.
Hernandez: Podría... Pero no quiero. No después de Paleto Bay... No después de Gerald.
Michael: Mira, no digo que sea fácil. De hecho... Creo que lo más fácil es estar aquí, disparándonos entre nosotros.
Michael: Pero dudo que tengamos elección.
Hernandez: Tú sí, nosotros no.
Michael: No vamos a irnos. Si intentas forzarnos nos resistiremos.
Michael: Como has dicho... Los disparos atraerán más caminantes, derribarán las vallas, y sin vallas este lugar no sirve.
Michael: Ahora... O vivimos todos en la prisión, o no lo hará nadie.

Hernandez se baja furioso del tanque, toma la katana de Rachel de uno del los vehículos y se acerca a Jimmy, colocándola sobre la garganta del joven.

Michael (Señalando a una chica rubia): ¡Tú, la chica rubia! ¿Es esto lo que quieres? ¡¿Acaso ustedes quieren esto?!

Un hombre con acento latino interviene. Este hombre llevaba una gorra de visera negra y un chaleco azul, y se encontraba sobre la cabina del tanque.

Hombre: ¡Lo que nosotros queremos, es lo que ustedes tienen! Punto... ¡Hora de que te vayas, vato!
Michael (Refiriéndose a Hernandez): Miren, yo ya luché con él antes... Y su líder, murió en manos nuestras. Después, recibimos a su gente, y ellos se volvieron líderes de lo que tenemos. Ahora... Bajen sus armas, entren por esa puerta... Y serán parte de nosotros.
Michael: Olvidaremos todo lo pasado... Y nadie tendrá que morir.
Michael: Todos los que estamos vivos ahora... Todos los que logramos llegar a estas alturas de la superviviencia... Todos y cada uno de nosotros hemos hecho cosas horribles solo para sobrevivir. Pero podemos regresar de esas cosas... No estamos perdidos. Se puede regresar a lo de antes... Lo sé, todos... Podemos cambiar.

Hernandez entra en razón y aparta lentamente la katana de Jimmy. Sin embargo, el invasor no se conmueve por las palabras del ex ladrón de bancos.

Hernandez: Mentira...

Repentinamente, Hernandez procede a rebanar el cuello de Jimmy con la katana. Jimmy cae lentamente al suelo, mientras se ven los rostros horrorizados de los demás miembros del grupo.

Michael: ¡No! (Dispara su pistola)

Un feroz tiroteo se produce entre ambos bandos. Amanda y Tracey apuntan con sus armas a los invasores y disparan despiadadamente.

Amanda: ¡Jimmy!

El tiroteo continúa, Sam, Charlie, Beth y otro residente retroceden lentamente mientras disparan. Hernandez arroja la katana al suelo, y luego, ve a Jimmy arrastrándose lentamente. Hernandez desenvaina su pistola rápidamente y con ella, ejecuta a Jimmy con tres disparos en la espalda. Luego, Hernandez ve a una mujer de cabello rubio cargar a un niño muerto. Hernandez rápidamente toma al niño entre sus brazos y lo ejecuta de un disparo en la cabeza. Por otro lado, la otra mujer de cabello rubio habla con una mujer de cabello negro sobre lo que están haciendo.

Mujer de cabello rubio: No deberíamos estar haciendo esto.
Mujer de cabello negro: Ya lo estamos haciendo.
Mujer de cabello rubio: ¡Martinez mató a un chico inocente con una katana!
Mujer de cabello negro: Tenemos que quedarnos aquí, es demasiado tarde. ¿Me entiendes?
Mujer de cabello negro: Tú quédate detrás de mi, y si nos separamos... Vete corriendo a un lugar seguro y te escondes. ¿Me oíste? Ve a un lugar seguro y escóndete, te encontraré. Te aseguro que te encontraré cuanto esto termine.

Por otro lado, Hernandez se acerca al hombre latino que disparaba desde el tanque.

Hernandez: ¡Atraviesen las vallas con los vehículos, tomen sus armas, y vamos a entrar! Los mataremos a todos...
Hombre latino: ¡Recibido! ¡Muévanse!

El hombre latino comienza a conducir el tanque, atravezando las vallas de la prisión en el proceso, y obligando a todos a retroceder. Varios hombre comienzan a avanzar hacia el grupo, pero varios son erradicados por Tyler, quien los caza uno por uno con una carabina. Zoey y Ellie también participan del combate, pero la hija menor termina por quedarse sin munición.

Ellie: ¡Me quedé sin munición!
Zoey: ¡Corre al autobús, yo te cubro!

El tanque dispara contra uno de los edificios de la prisión, destruyendo gran parte de este y arrojando al suelo a Sam, Beth y Charlie. Cuando estos se levantan, ven a varios hombres de Hernandez avanzar, y uno de ellos logra atinarle un disparo en la cabeza a Sam, matándolo instantáneamente. Beth y Charlie logran huir, pero en mientras corrían, Beth es alcanzada por un disparo en la espalda, falleciendo también. El tanque continúa destruyendo parte de los edificios, alertando a Trevor, Denise y Malcom, quienes se encontraban cerca.

Trevor: ¡Corran, yo los cubro desde aquí!

Zoey y Ellie llegan al autobús, en donde se disponen a entrar hasta que Zoey decide buscar a Charlie y Franklin.

Zoey: Papá y Franklin deberán de estar por ahí, voy a buscarlos.
Ellie: ¡Iré contigo!
Zoey: Mete a la gente en el bus. Prepárate para conducir, ya regreso.
Ellie: No me iré sin ti.
Zoey: Tendrás que hacerlo.
Ellie: No lo haré...
Zoey: Ellie, Ellie... Mete a esta gente al autobús, esa es tu misión, todos tenemos una.

Zoey se marcha corriendo, dejando sola a Ellie. Hernandez, quien estaba cubierto detrás de un autobús de la prisión volcado, sale y es emboscado por Michael, quien lo arroja al suelo y comienza a golpearlo allí. Por otro lado, Zoey encuentra a Franklin cojeando y dirigiéndose al autobús.

Zoey: ¡Franklin!
Franklin: ¿Qué diablos...?
Zoey: ¿Qué te pasó?
Franklin: El tanque... Me tumbó.
Zoey: Tenemos que sacar a todos de aquí.

Otra explosión sacude la prisión por completo. Michael y Hernandez continúan luchando, pero Hernandez toma la ventaja fácilmente, y golpea a Michael, mientras lo acorrala contra el bus volcado. Michael reacciona rápidamente y golpea a Hernandez, pero este vuelve a golpearlo con un cabezazo. Charlie continúa corriendo y disparando contra los hombres de Hernandez, hasta que uno de ellos le atina en la pierna, el anciano cae al suelo, mientras espera a que los invasores le pongan fin a su vida.

Charlie: ¡Qué esperan! ¡Acaben conmigo, por el amor de dios!

Repentinamente, Charlie recibe un disparo en la cabeza, matándolo. Zoey y Franklin llegan al autobús, pero al ingresar en él, no ven a Ellie.

Zoey: ¡Ellie! ¡Elena!
Zoey (A una mujer): ¿Dónde fue Ellie?
Mujer: Fue a buscar a los niños.
'Zoey: ¡¿Dónde?!

La mujer le señala a Zoey por donde Ellie se fue.

Franklin: Tenemos que ir a buscarla.

Franklin intenta bajar del bus, pero es detenido por Zoey.

'Zoey: No... No...
Franklin: No puedes ir tu sola...
Zoey: ¡Enseguida regreso!
Franklin (Ve a Zoey marcharse): Zoey... (Golpea la puerta del bus)

Tyler se acerca silenciosamente al tanque, eliminando a los invasores en forma rápida y silenciosa. En cuanto Tyler llega al tanque, coloca una granada en el cañón.

Hombre latino: ¡Granada!

El hombre latino se baja del tanque lo más rápido posible, y siente la explosión del tanque, la cual lo arroja al suelo. Tras levantarse, el hombre observa el tanque, y tras girar la cabeza hacia la derecha, ve a Tyler apuntándole con su ballesta.

Hombre latino: Espera...

Tyler, a sangre fría, dispara su ballesta y la saeta atraviesa el pecho del latino. Zoey llega con Malcom, Denise y Ron disparando contra los invasores.

Zoey: ¡Denise! ¡¿Has visto a Ellie y a mi padre?!
Denise: ¿No están en el autobús?
Zoey: No, ella...

Un disparo impacta en el hombro de Malcom, quien se arroja al suelo.

Denise (Mientras dispara): ¡Quédate agachado, Malc!
Malcom (A Zoey: Revisa mi polo, fíjate si la bala salió por detrás.
Zoey (Luego de revisar la herida): ¡Sí!
Malcom: Bien, es tratable.
Ron: Aquí no...
Zoey: Sí, tenemos que...

Antes de acabar la frase, el cuarteto ve al autobús marchándose.

Ron: Ya veremos que hacer... ¡Vamos!

Deion ve al grupo de Zoey marcharse, mientras continúa luchando contra los invasores. La chica de cabello negro y un hombre anciano lo superan y lo obligan a retroceder. Cuando los invasores se disponían a matar a Deion, un disparo se oye y el anciano cae al suelo, muerto. La chica desvía su mirada de Deion y ve a Josh y Jon apuntándole con pistolas. Josh aprieta el gatillo y una bala impacta en la cabeza de la mujer.

Deion (A los niños): Tenemos que salir de aquí...
Josh: ¡Sí!

Josh y Jon se echan a correr.

Deion: ¡Oigan! ¡Es para el otro lado!

Nuevamente con Michael y Hernandez, el invasor se disponía a matar a Michael asfixiándolo, y cuando está a punto de lograrlo, un disparo le atraviesa el ojo, matándolo instantáneamente. Michael tose repetidas veces y al recuperar el aire, sube la mirada y ve a una chica rubia dándole la mano para que se levante. Michael se levanta por su propia cuenta y se aleja de la mujer. En otro rincón de la prisión, Tyler elimina a los pocos invasores restantes y luego, ve a Ellie llegar.

Ellie: ¡Estaba buscando a los niños para subirlos al autobús!
Tyler: Tenemos que irnos, Ellie... Ahora.

Tyler y Ellie comienzan a correr en busca de una salida. Posteriormente, se puede divisar la puesta de sol y un herido Michael camina por el desierto, siendo ayudado por Tracey.

Michael: Sigue caminando, Trace... No mires atrás.

Capitulo 7: Secuencias[]

NOTA: El capitulo cuenta con escenas en un orden cronológico después de la caída de la prisión.

En el desierto, Deion, Josh y Jonas se alejaban de la prisión a pie, siguiendo la Ruta 68 hacia Paleto Bay. En el camino, los niños conversan mientras siguen a Deion.

Jonas: ¿Qué habrá pasado con todos?
Josh: Posiblemente hayan muerto. No vi a nadie más escapar.
Jonas: Ya, pero... ¿Karen también?
Josh: Espero que no...

Josh mira al cielo, y vuelve a bajar la vista. Acto seguido, habla con Deion.

Josh: Ya casi anochece, ¿a dónde vamos?
Deion: Lo más lejos posible de aquí.
Josh: ¿Han muerto todos?

Deion, en lugar de responder al niño, se queda en silencio y continúa caminando.

En la prisión destruida, Franklin yace inconsciente sobre una pasarela con un rifle a su lado. El joven hombre despierta y al levantarse, ve a varios caminantes intentando llegar, en vano, a él. Franklin toma el rifle y, cojeando, se adentra en un pabellón. El hombre camina por los oscuros alrededores y termina llegando a su celda.

Franklin: Ah... Maldita sea...

Franklin se recuesta en su cama y se queda allí, con los ojos cerrados, por unos segundos. Franklin se levanta y toma una pistola y municiones de un cajón, se equipa un traje antidisturbios y carga un bolso con más provisiones. El hombre sale al exterior, siendo atacado por una gran cantidad de caminantes, que afortunadamente no le hacen daño debido a su traje, y tras quitárselos de encima comienza a correr, aún cojeando, hacia la salida. En el camino, Franklin se topa con una mujer rubia[1] escondida detrás de una reja. Franklin decide acercarse ella y le quita la pistola para revisarla.

Franklin: Está llena... ¿Ni siquiera has disparado?

La muchacha no responde, pero sí niega con la cabeza.

Franklin: Bien... Vamos.
Franklin (Viendo que la muchacha no responde): ¡Vamos, ¿te quedarás aquí?! ¿Quieres morir, acaso?
Mujer rubia: Yo participé en esto...
Franklin: Lo sé.
Mujer rubia: Entonces, ¿qué haces?
Franklin: Necesito tu ayuda.

Franklin prepara un cóctel Molotov con una botella de alcohol y un pañuelo verde. Luego, utiliza un encendedor para encender el pañuelo, y, acto seguido lo arroja contra un coche alejado. El fuego atrae a los caminantes, alejándolos de Franklin y la muchacha, quienes aprovechan para escapar.

Franklin (Entregando la pistola y un cuchillo): Nos quedaremos sin balas, así que tómalo.
Franklin: Irás adelante de mi, ¿de acuerdo? Yo te cubriré, pero no puedo hacerlo solo. En marcha.

Franklin y la mujer escapan de la prisión, eliminando a todo caminante que se les acerque. Tras escapar al desierto, ambos respiran aliviados y comienzan a caminar sin rumbo.

Franklin: ¿Viste si escapó uno de los míos?
Mujer rubia: Solo vi a mis hermanas. Una llegó al campo de batalla, y no debería estar allí. Llevaba pistola, pero no la utilizó. Ella no debía estar ahí, nadie debía. Todos confiábamos en él... Yo confié en Atoq. Y luego mató a ese chico.
Franklin: Su nombre era Jimmy. Era el hijo de Michael, del líder.
Mujer rubia: Luego, vi como mataron a ese anciano...
Franklin: ¿Mataron a Charlie...?
Mujer rubia: Lo siento... Lo siento mucho. Atoq Martinez... Ese hombre... Nos dijo que ustedes eran malas personas. Ahora sé que mintió.
Mujer rubia: Has visto lo que hicieron, lo que hice... Soy una mala persona, está claro. ¿Por qué quieres mi ayuda?
Franklin: Yo... No la quiero, la necesito. Debo encontrar a Zoey...
Mujer rubia: ¿Y quién es Zoey?
Franklin: Mi esposa.
Mujer rubia: ¿Se han separado?
Franklin: Yo estaba en el bus, me bajé para buscarla, pero apenas podía correr. Necesito encontrarla.
Mujer rubia: ¿Y cómo sabes que está viva?
Franklin: No lo sé... Pero Charlie, el padre de Zoey, era una gran persona. Me había dicho que tuviera fe, y eso es lo que hago.
Franklin: Ni tu ni yo deberíamos estar vivos sino fuera por eso. Ella se fue y... La encontraremos. Esto no ha acabado. (Se adelanta de la muchacha)
Mujer rubia: Quisiera creerlo, en serio.

Tres caminantes aparecen frente a Franklin y la muchacha. Franklin se quita de encima el bolso, toma un cuchillo y se acerca a los caminantes. Franklin elimina a uno de ellos, pero tiene dificultades con el segundo, por lo que la mujer lo ayuda. Franklin se ocupa del tercero, pero en un forcejeo se debilita y cae al suelo. La mujer vuelve a utilizar su cuchillo para eliminar al caminante. Franklin intenta ponerse de pie, pero se cae y queda inconsciente.

Mujer rubia (Intentando animar a Franklin): Oye, Franklin... Franklin...

Otro caminante aparece repentinamente y ataca a la mujer, quien lo empuja y con el rifle de Franklin le destroza el cráneo. Tras completar la acción, la mujer mira al frente.

Mujer rubia: Espero que hayan disfrutado el show, idiotas.

Frente a la muchacha, un trío compuesto por un hombre caucásico, robusto y pelirrojo; otro hombre robusto y alto; y una mujer pelirroja y delgada.

Hombre pelirrojo: ¿Con esa boca le decías "te quiero" a tu madre? ¿Qué más tienes?

En las afueras de la prisión, Rachel toma su katana del suelo y echa un vistazo a la prisión completamente destruida, y escucha varios disparos (Provenientes de Franklin y la mujer rubia). Rachel decide no investigar y camina hacia la ruta. En el camino, esta se encuentra con el cuerpo zombificado de Jimmy, quien se acerca a ella lentamente, pero Rachel termina por decapitarlo por error, y, acto seguido le perfora el cráneo con la misma katana. La mujer decide seguir con su camino.

En un costado de la carretera, Zoey, Malcom, Ron y Denise descansan mientras que Denise venda a Malcom en la herida. Zoey se sienta en el suelo mientras afila un cuchillo hasta que se decide ponerse de pie.

Zoey (Refiriéndose a Malcom): ¿Cómo está?
Denise: Ya no sangra mucho.
Denise: Aquí tenemos agua, estoy pensando que deberíamos acampar aquí esta noche.
Zoey: Ajá...
Zoey: Estarán a salvo... El autobús se fue con Franklin, voy a seguir la carretera, a ver si lo encuentro.
Denise: Zoey... Con mucha suerte se abrán largado.
Zoey: Iba hacia la ciudad, seguiré las huellas y veré si lo encuentro.
Denise: ¿Sola? ¿Y con solo un cuchillo?
Zoey: No tengo munición.
Zoey: No he encontrado a Ellie, ni a mi padre. Pero sé donde está Franklin, y sé a donde va. Iré por él y volveremos por ustedes.
Denise: ¡Zoey...!
Zoey: Me voy...
Denise: No podemos separarnos ahora.
Zoey (Mientras camina): Yo me voy.

Zoey continúa la marcha por la carretera hacia la ciudad, siendo seguida por Ron y Malcom.

Malcom: Tú lo has dicho, no hay que separarnos.

El grupo comienza a caminar por la carretera, siguiendo la pista del autobús de la prisión. Mientras tanto, Denise y Ron conversan.

Denise: Pudiste haberme ayudado...
Denise: Si quieres que te compadezca por el brazo no funcionará.
Ron: Vaya, pues he dejado que me mordieran por nada.
Denise: Encontrarlos será imposible.
Ron: Deberíamos buscar refugio, y alimento.
Ron: ¿Sí? ¿Para qué?
Denise: Para poder vivir.
Ron: ¿Y luego qué?
Denise: "¿Qué?"
Ron: Tal vez no estemos vivos solo para seguir viviendo.
Denise: Las cosas pasan, no todo tiene un significado.
Ron: No, no tiene porque, pero se puede si uno se empeña en eso, y eso es lo que hacemos. Yo estoy de acuerdo.

El grupo se detiene, viendo sorprendidos el autobús de la prisión detenido frente a ellos. Zoey y los demás se apresuran a verlo de frente, y terminan por ver a unos pocos caminantes amontonándose en las ventanas, por lo que todos sacan sus cuchillos.

Zoey: Tengo que saber si Franklin está ahí.
Malcom: Bien, lo haremos juntos. Excepto Ron, sin tu brazo, preferimos que te quedes a un lado.
Ron: Está bien...
Malcom: Los dejaremos salir uno a uno. Aunque no creo que haya más de cinco.
Denise: Está bien... Estaremos junto a la puerta, por si se amontonan.

Denise abre la puerta trasera del autobús, mientras que Malcom empuja para que solo salga uno. Un caminante sale y es eliminado por Zoey. La acción es echa nuevamente, pero esta vez, el grupo falla y seis caminantes salen amontonados del autobús. El grupo empieza a acabar con ellos, y cegada por la ira, Zoey elimina a un caminante pisándole el cráneo agresivamente, notando su brutalidad.

Zoey: Dios... Lo siento...

Al no haber más caminantes, Zoey decide inspeccionar el autobús por dentro, descubriendo a un caminante afroamericano, muy similar a Franklin. Zoey lo apuñala en la cabeza y después, se sienta en la cabina del conductor y comienza a llorar desesperadamente.

Cae la noche, Deion y los niños guardan refugio en un improvisado campamento a un lado de la carretera. Josh ve a un cachorro de coyote, y despieadadamente, lo mutila silenciosamente. El lugar era rodeado por un perturbador silencio, hasta que el pequeño grupo escucha un ruido.

Jonas: Caminantes...
Deion: Sí... Sigamos...
Deion: Vamos, tranquilos. Buscaré algo de comer.

En un desolado lugar del desierto, Tyler y Ellie acampan junto al fuego. Ellie intenta convencer a Tyler de buscar sobrevivientes.

Ellie: Tenemos que hacer algo...
Ellie: Hay que hacer algo. No somos los únicos que escaparon, ¿y si sobrevivió alguien?
Ellie: Michael y Amanda andarán por ahí. Franklin y Zoey pueden haber escapado juntos. Es posible.

Al ver que Tyler no respondía y simplemente miraba el fuego, Ellie toma un cuchillo y se pone de pie.

Ellie: Tú rastreas... Inténtalo.
Ellie: Vamos, pronto amanecerá, si salimos...
Ellie: ¡Bien, si no los buscas, lo haré yo!

Ellie se marcha completamente enfadada con Tyler, quien luego de pensarlo, se pone de pie, apaga el fuego y la sigue.

Deion y los niños siguen el camino por la carretera, Deion escucha un ruido tras un matorral, por lo que decide investigar. Sin embargo, del matorral sale un halcón, asustando a Jonas, quien sale corriendo hacia el desierto.

Josh: ¡Jon!

Deion y Josh comienzan a correr, siguiendo los pasos de Jonas. Tras encontrarlo unos metros más adelante, el joven intenta excusarse.

Jonas: Lo siento... Tenía miedo. Sé que no soy como Josh.
Deion: No te preocupes, todos reaccionamos de distintas maneras. Y en tu caso, fue la más adecuada.
Jonas: ¿Cómo cuando tú y Denise estaban perdidos?
Deion: Algo así...

Repentinamente, un desgarrador grito es escuchado por Deion y los niños.

Deion: Pueden ser alguien en problemas...
Jonas: ¿Iremos a investigar?
Deion: Ustedes quédense aquí, estarán a salvo.
Jonas: ¿Nos dejarás?
Deion: Tengo que hacerlo, esa persona necesitará ayuda.
Jonas: Por favor no te vayas...

.Deion: Debo ir. Volveré enseguida.

Deion corre a toda velocidad hacia el interior del desierto. Una vez en el lugar donde provenían los gritos, Deion ve a dos sobrevivientes luchando contra caminantes. Deion se une a la pelea y ayuda a los hombres, pero uno de ellos es mordido fatalmente en el cuello.

Hombre: ¡Aiden, no!

Uno de los hombre perece después de ser mordido, Deion continúa ayudando al otro hombre en pie, pero también logra ser mordido por un caminante en el hombro. Tras acabar con todas los muertos, Deion escucha la voz de alguien conocido.

Karen: ¡Deion!
Deion: ¿Qué demo...?

Deion corre a abrazar a Karen, después de perderla tras el ataque en la prisión. Sin embargo, el mordido hombre se arrodilla frente al joven muchacho que murió, largándose a llorar. El grupo se acerca al hombre y este les habla.

Hombre: Tienen que seguir la carretera.
Hombre: No hacerlo fue mi error...
Karen: El desierto es más seguro.
Hombre: No lo entineden. Más adelante, hay un sitio seguro. Pueden llevar allí a los niños. Tienen que creerme. Sigan la carretera y vayan a la ciudad. Allí encontrarán un mapa, que los llevará a ese refugio.

Sin decir una palabra, el grupo de Deion decide hacer caso al hombre y se dirigen a la ciudad, siguiendo la ruta 68.

Michael y Tracey llegan al cartel de Vinewood, dirigiéndose a la ciudad. Tracey camina a varios pasos delante de su padre, a quien se lo ve cojeando y malherido.

Michael: Tracey...
Michael: Para.
Michael (Viendo que Tracey lo ignora): Tracey, ¡para!

Tracey, aún molesta, se detiene y Michael se acerca a ella para intentar hablar con ella.

Michael: Trace, tenemos que estar juntos... Escucha, todo saldrá...

Antes de terminar con su frase, Michael ve a Tracey mirándolo intimidatoriamente, haciéndolo notar que se equivocaba.

Michael: Bien... Sigamos adelante.

En el desierto, Tyler y Ellie llegan al campamento improvisado en el cual estaban Deion y los niños. Ellie ve huellas de un niño cerca.

Ellie: T, mira, huellas.
Ellie: Puede que sea de Josh, o de Jonas.
Tyler (Investigando cerca): Aquí hay más huellas. Parece de caminante. (Inspecciona las huellas más adelante) Aquí parece que ese niño apuró el paso, hay huellas encima de otras.
Ellie: Te vendría bien tener fe.
Tyler: Fe... La fe nunca nos sirvió de nada, y desde luego que a tu padre tampoco.
Ellie: ¿Qué dices?
Tyler: Creí que lo sabías.
Ellie: Ha muerto... ¿Mi padre ha muerto?
Tyler: Lo siento...

Sin poder evitarlo, Ellie deja salir lágrimas, pero luciendo indiferente, se seca las lágrimas.

Ellie: Tenemos que seguir...

En un camión, camuflado al estilo del ejercito, Franklin despierta en la parte trasera. La muchacha rubia se percata de esto y le habla.

Mujer rubia: ¿Estás bien?
Franklin: ¿Dónde estamos?
Mujer rubia: Te desmallaste peleando con los caminantes.
Franklin: ¿Y Zoey? ¿Dó... Dónde estamos?

Franklin se pone de pie sobre el camión y golpea la ventana que conecta con la cabina intentando llamar la atención del conductor.

Franklin: Oye, detén el camión.

El hombre simplemente le enseña el dedo medio a Franklin, y este toma su rifle, golpeando con la culata la ventana mientras le grita al conductor.

Franklin: ¡Detén el camión! ¡Oye, detén el camión!
Mujer rubia: ¡Idiota, detén el camión!

El camión se detiene repentinamente, Franklin toma sus pertenencias y junto la muchacha rubia se bajan, comenzando a caminar, mirando a su alrededor el barrio: "Rancho". Un hombre pelirrojo, vistiendo una chaqueta negra, pantalones negros, botas negras y una cadena de chapas, se baja del camión y habla con ambos.

Hombre pelirrojo: ¿A dónde van?
Hombre pelirrojo (A Franklin): No sé que te habrá contado tu amiga sobre nuestra misión. Pero el tiempo nos juega en contra y vamos atrasados. Así que mejor que des la vuelta ahora misma, y suba al camión.
Franklin: Tengo que irme...
Hombre pelirrojo: Ninguno de los dos se han enterado del infierno que estamos viviendo. Aunque no te lo creas, el destino del maldito mundo depende de eso.
Franklin: ¿De qué diablos me estás hablando? ¿Quién eres?
Hombre pelirrojo: Soy el capitán Anthony Graham, de la S.A.S. Aquellos dos son mis compañeros.
Anthony (Señala una muchacha pelirroja que viste con un minishort y una platera blanca): Jessica Carter.
Anthony (Señala un hombre subido de peso, con el cabello largo hasta los hombros y vistiendo de chaleco gris, camisa negra y unas bermudas beiges): Y el doctor, Edward Parker.
Anthony: Nuestra misión es llevar a Eddie a San Fierro, él es científico, y sabe lo que causó este holocausto.
Franklin: Claro... ¿Y qué lo causó?
Edward: Es clasificado.
Anthony: Eddie hablaba con los peces gordos de San Fierro vía satélite, pero hace varias semanas que nadie contesta esa radio.
Anthony: Vimos como te encargaste de esos muertos. Nos vendrías bien.
Franklin: Lo siento.

Franklin retoma su caminata por las calles de Los Santos, siendo seguido por la muchacha rubia. Mientas caminan, la muchacha le habla a Franklin sobre lo que pasó después de quedar inconsciente.

Mujer rubia: Nos desviamos de la ruta. Cuando te desmayaste, no había munición. Necesitamos un coche para ir al desierto rápidamente.
Franklin: Hay un autobús que marchaba hacia Grapeseed por Senora Road. Allí es donde iría a buscarme, supongo.
Mujer rubia: Eh... Franklin...
Anthony (Interviniendo): Pierdes el tiempo. Jillian me contó lo que pasó... No hay posibilidad de que encuentres a tu mujer con vida, ni tampoco muerta. sobre todo porque... Siento decirlo... Habrá muerto. Y, tú no tienes que morir también.

Franklin deja caer su bolso y su rifle al suelo, mientas sigue escuchando al capitán Graham hablar.

Anthony: Cuando alguien que queremos muere... Desaparece. No tienes que desaparecer también.

Franklin voltea para ver a Anthony. Luego, lo golpea con un puñetazo al rostro, arrojándolo al suelo.

Franklin: ¡Ella está viva, y voy a encontrarla!
Anthony: ¡Maldito hijo de perra!

Anthony se pone de pie y, sin pensarlo, se arroja contra Franklin, que le había dado la espalda. Los dos hombres comienzan a luchar en el suelo, y Jessica y Jillian intentan separarlos.

Jessica: ¡Anthony, suéltalo!

Por otro lado, el doctor Edward Parker miraba a su alrededor, pero de la nada, varios caminantes salen entre los edificios y las calles.

Edward: Chicos... ¡Chicos!

Al ser ignorado por todos los demás, Edward decide tomar una AK-47 de la cabina del conductor. El científico comienza a disparar desde la cadera contra los caminantes, mostrando no tener experiencia con armas al no atinarles correctamente los disparos efectuados. Los disparos son oídos por los demás miembros del grupo, quienes se percatan de lo sucedido.

Anthony: ¡Eddie, deja el arma!

Edward, accidentalmente le dispara al tanque de gasolina del camión, quedándose sin munición luego. Cada sobreviviente toma un arma y luchan contra los caminantes, protegiendo Anthony a Edward. Una vez con todos los muertos abatidos, Anthony le quita el fusil al científico y después, nota que había atinado al tanque de gasolina del camión.

Anthony: Desgraciado...

Mientras tanto, Michael y Tracey llegan hasta una casa en Vinewood Hills. Padre e hija ingresan con cautela a la casa, observando cualquier rincón mientras sostienen sus pistolas. Al no ver nada, ambos bajan sus armas y se disponen a revisar tranquilamente la casa. Tracey llega hasta un armario, en donde se disponía a entrar, pero es detenida por Michael.

Michael: Trace...
Tracey: Tranquilo, las puertas de abajo están abiertas.
Michael: ¿Quieres parar de una vez?

Tracey, en un ataque de rabia y sin ocultar su enojo, golpea la puerta del armario.

Tracey (Mientras golpea la puerta): ¡Oye, idiota! ¡Oye, imbécil! ¡Oye, estúpido!
Michael: ¡Ya cállate!
Tracey: ¿Me lo dices en serio? Si hubiera un caminante, ya habría salido...

Luego, Michael se dispone a revisar la cocina de la casa. Tracey sube las escaleras para llegar al segundo piso, ingresando a una habitación muy parecido a la de Jimmy. Al ver varios videojuegos, entre ellos el Righteous Slaughter 7, Tracey sonríe recordando a su hermano, pero luego vuelve a enfadarse al recordar la muerte de Jimmy.

Nuevamente con Franklin y los demás, estos se encontraban caminando por la ciudad. Mientras todos caminaban, Anthony y Jillian, quienes iban detrás, comienzan a charlar.

Anthony: Hay que reconocerlo... Es un tipo muy duro. Entiendo que lo sigas, eres leal y buena persona. Eso me agrada. Pero esto... No sé como decirlo... Salvar el mundo es... Más importante.
Anthony: Porque aunque encuentre a su mujer... ¿Cuanto tiempo podrán vivir felices si no llevamos a Eddie a San Fierro?
Jillian: ¿Crees que soy buena persona solo porque sigo a Franklin? Pues no lo soy...
Anthony (Entre risas): Tú eres buena.
Jillian: No sabes nada sobre mi, así como yo tampoco sé nada de porque tú vas a San Fierro. Entiendo porque trata de Eddie, es el único que puede pararlo. Y Jess, que te seguirá a donde fueras porque te quiere. Pero no sé porque accediste a cruzar todo San Andreas con él.
Anthony: ¿Te cuesta creer que quiero salvar al mundo?
Jillian: ¿Eres buena persona...? Mejor no me cuentes nada. Pero no me mientas.

Al caer la noche, Tracey utiliza un cable para atar la perilla de la puerta principal con un objeto colgando en la pared alado de la puerta. Sin embargo, Michael no se convence y empuja un sofá contra la puerta.

Tracey: Ya he cerrado la puerta.
Michael: Es mejor se precavidos...
Tracey: ¿Crees que no aguantará?
Michael: Tracey...
Tracey: Es un nudo fuerte... Jimmy me enseñó, ¿aún te acuerdas de él?
Michael: Sí lo recuerdo. Ayer no he dormido por él...
Michael: Mira, ¿hay algo más que quieras decirme en la cara?

Tracey, sin decir una palabra, ayuda a su padre a mover el sofá contra la entrada, logrando bloquear la puerta.

Michael: Esto será suficiente por esta noche...


'Michael se sienta en el sofá y rápidamente, toma una bolsa de frituras y se la enseña a Tracey.

Tracey: ¿Tú vas a comer?
Michael: Y tú también.
Tracey: Deberíamos guardarlo...

Michael abre la bolsa y se acerca a Tracey. Un furioso Michael se pone de pie y arroja la bolsa al sofá, terminando por irse de la sala.

Michael: Come, ahora.

Michael llega al sanitario, en donde se quita la camisa desgarrada y mira su desfigurado rostro en el espejo.

Al día siguiente, Tracey despierta en el suelo, viendo a un profundamente dormido Michael en el sofá. Tracey toma su pistola y una bolsa de cereales, dirigiéndose a la cocina. Allí, sirve la comida en dos tazones diferentes. El rato pasa, y Tracey se sienta en un rincón de una habitación del segundo piso mientras come su comida, en cuanto termina, la muchacha baja los escalones y regresa con su padre, quien aún estaba dormido.

Tracey: ¿Papá? Oye... ¿Papá?

Tracey patea levemente la pierna de su padre, intentando hacerlo reaccionar. Al no haber respuesta de su padre, Tracey se desespera e intenta despertarlo a gritos.

Tracey: Papá, despierta. Despierta, vamos.
Tracey (Sacudiendo a Michael): ¡Papá, despierta! ¡Despierta, despierta! ¡¡¡DESPIERTA!!!

A causa de los gritos, la puerta comienza a ser golpeada por caminantes. Tracey, por cuenta propia, sale por la puerta trasera y en la entrada, ve a dos caminantes intentando entrar. La muchacha desenvaina su pistola y sigilosamente, se coloca detrás de ellos.

Tracey: ¡Oigan, ustedes!

Los caminantes oyen a Tracey y, sin dudarlo, se dirigen a ella.

Tracey: Aquí hay carne fresca, vengan por ella.

Tracey guía a los caminantes hacia un lugar apartado, pero desafortunadamente un tercér caminante aparece detrás de ella. El caminante la arroja al suelo, y junto a los otros dos se lanzan contra la chica, quien con su pistola empieza a eliminarlos uno por uno. Tras haber matado a todos, Tracey se quita de encima a los muertos y sonríe.

Por otro lado, Rachel junto a sus nuevas caminantes-mascotas, caminan en una manda de caminantes por una carretera. Mientras camina, Rachel ve pasar a una caminante muy parecida a ella, aterrándola. La mujer sigue caminando, sin embargo, unos minutos después sufre un ataque de pánico, y comienza a eliminar a todos los caminantes que iban en conjunto, incluyendo a sus mascotas.

Rachel: Mierda...

Tracey regresa a la casa, notando que Michael aún no había despertado. La muchacha procede a contarle a su inconsciente padre lo que hizo hace unos momentos.

Tracey: Maté a tres caminantes. Estaban en la puerta... Iban a entrar, pero los llevé a otra parte... Y los maté.
Tracey: Te he salvado, ¡te he salvado! Aún se hacerlo, a pesar de lo de la prisión. Todavía sé sobrevivir. Es una suerte...
Tracey: Ya no te necesito... Ya no te necesito, ¡ya no necesito que tú me protejas! Sé cuidar de mi mismo. Tal vez ni puedas protegerme. No protegiste a mamá, no protegiste... A Charlie, a Franklin ni a Zoey... Ni a Rachel, ni Tyler... Ni a Jimmy...
Tracey: Tú querías esconderte. Hernandez sabía donde estábamos y... ¡A ti te dio igual! Te ocultaste tras esas vallas, y esperaste...
Tracey: Y ahora ya no están, ¡por tu culpa!
Tracey: ¡Ellos contaban contigo, tú eras el líder...!

Tras deshaogarse contra su padre, Tracey se tranquiliza y se arrincona a un lado del sofá.

Tracey: Pero ahora, no eres nada.
Tracey: Si murieras, yo viviría.

Cae la noche nuevamente. Tracey yace durmiendo frente al sofá donde Michael aún no despierta. Sin embargo, Michael realiza un movimiento súbito y cae del sofá, despertando a Tracey y alarmándola. Michael extiende su mano hacia el pie de su hija, quien le apunta con su pistola convencida de que se había convertido en un caminante. Pero, Tracey no es capaz de dispararle a su padre, bajando la pistola y cerrando los ojos.

Tracey: No puedo... Me equivocaba...
Tracey: Haz lo que tengas que hacer y termina con esto...
Michael: Trace...

Tracey se asombra de ver que Michael no estaba muerto y luego, acuesta la cabeza de su padre sobre sus piernas.

Michael: No salgas fuera... Escóndete...
Tracey: Tengo miedo...

En medio del desierto, Tyler y Ellie dan con un coche abandonado y destartalado. Los dos individuos escuchan una orda de caminantes acercarse y deciden esconderse en el maletero del vehículo. Tyler apunta con su ballesta hacia delante, mientras con la otra mano sostiene una cuerda que mantenía el maletero entrecerrado. La noche pasa, y a la mañana siguiente, Tyler y Ellie recojen algunas cosas del vehículo. Tyler comienza a caminar, dejando atrás a una enfadada Ellie.

Capitulo 8: Quiero[]

Michael y Tracey se encuentran sentados a un lado del sofá, hablando.

Michael: No debiste arriesgarte al salir así. Es peligroso...
Tracey: Tuve cuidado.
Michael: Me alegra que puedas sobrevivir tú sola.
Tracey: Aún me faltan... Muchas cosas por aprender.
Michael: Lamento que las cosas nunca volverán a ser como eran.
Tracey: ¿Qué?
Michael: Solo me aferraba a esa vida tranquila por ti... Y por Jimmy. Ahora él... No está.
Michael: Y tú... Tú eres una superviviente, Trace. Ya lo eres. Lo siento.
Tracey: No lo sientas.

El lugar permanece en silencio por un rato. Por otro lado, Rache recorre las colinas, siguiendo un rastro que dejaron Michael y Tracey en el camino. La mujer llega al porche de la casa donde, por la ventana, ve a Michael y Tracey sentados alado del sofá. Rachel sonríe y posteriormente, golpea la puerta, llamando así la atención de Michael y su hija.

Michael: Quédate ahí.

Michael ve por un orificio de la puerta a Rachel. El hombre se rie.

Tracey: ¿Qué sucede?
Michael: Es para ti.

En las afueras de la ciudad, Tyler y Ellie improvisan un campamento cerca de El Burro Heights con los materiales que sacaron del auto. Al finalizar, Ellie enciende una fogata con un pedazo de cristal. Por otro lado, Tyler caza un cerdo que estaba rondando por el lugar. En el campamento, Tyler y Ellie permanecen en silencio mientras comen la carne de cerdo. Ellie decide dejar de comer por disgusto y le habla a su compañero.

Ellie: Necesito beber alho.

Tyler, sin decir una palabra, arroja una botella de agua a la muchacha. Pero esta la hace a un lado.

Ellie: No, yo quiero decir algo de verdad. Como alcohol. Sabes... Nunca he tomado, porque mi padre no me dejaba. Pero ahora no está aquí...
Ellie: Pensé que podíamos ir a buscar un poco.
Ellie (Nota que Tyler la ignora): Bien... Entonces disfruta de tu cerdo.

Ellie toma un cuchillo y se aleja hacia la ciudad.

Ellie (Refiriéndose a Tyler): Idiota...

Ellie continúa su camino, llegando a la ciudad. Pero se cruza con cinco caminantes y la muchacha se esconde detrás de un paredón. Ellie toma una piedra y la arroja hacia su derecha, para dispersar a los caminantes, logrando su comentido. Sin embargo, detrás de la chica aparece Tyler, tomándola del brazo.

Tyler: Ey, ya te has divertido suficiente.
Ellie: ¿Qué demonios pasa contigo? ¿Ya no sientes nada?
Ellie: Sí, supongo que sientes que todo se fue a la mierda. Puedo saberlo.
Ellie: ¿Entonces quieres que nos quedemos en ese estúpido campamento y comer cerdos? Al diablo con eso, tenemos que hacer algo...
Ellie: Voy a cuidarme sola, y me serviré un maldito trago.

Ellie se marcha, enfadada. Mientras que Tyler observa con resignación el improvisado campamento y decide seguirla. Las horas pasan y ya cayó el sol. Ellie y Tyler llegan al Tequi-La-La.

Ellie: Creo que aquí tendremos algo de alcochól.

Tyler y Ellie ingresan al club. Al entrar, Tyler inspecciona todo el lugar, encontrando un bolso con fajos de billetes. El policía toma el bolso, guardando con sigo el dinero.

Ellie: ¿Qué haces?
Tyler: Nos servirán.

Tyler y Ellie llegan hasta una bodega, en donde encuentran varias botellas de Whiskey.

Tyler: Si hubiera sabido que fabricaban su propio alcohol sin licencia, los llevaba a prisión.

Tyler toma una botella y la deja en una mesa junto a una taza. Tyler sirve un trago a Ellie, quien se sienta y luego bebe, ingiriendo con asco la bebida alcohólica.

Ellie: Es la cosa más horrenda que he probado.
Tyler: Siempre dicen eso, pero a la larga terminan siendo adictos. Es Whiskey echo en casa, así que no bebas mucho. Estos idiotas seguro acostumbraban a darle más alcohol.
Ellie: ¿Tú quieres?
Tyler: No, tengo que hacer guardia.
Ellie: Porque así tal vez logres ponerte de mejor ánimo.
Tyler: De acuerdo, sirveme un trago.

Ellie sirve la bebida en la taza y se la da a Tyler, quien bebe muy rápidamente.

Ellie: ¿Tan rápido?
Tyler: Cuando vives rodeado de ebrios, uno se acostumbra.
Ellie: Quizás deberíamos jugar un juego para beber.
Ellie: Es decir, yo tengo que decir algo que quiero, y si tu también lo quieres, bebes. Y si no quieres, bebo yo.
Tyler: ¿Eso es un juego?
Ellie: No lo sé, recuerdo que mis amigas solían hacerlo.
Tyler: Esta bien. Yo hubiera querido jugar algo así con mis amigos... Si los tuviera.
Ellie: Espera, ¿ya empezamos?
Ellie: Bien, yo sigo.
Ellie: Yo quiero... Aprender a usar tu ballesta, ¿tú quieres?
Tyler (Después de beber un trago): Yo quiero, si tu quieres.
Tyler: Yo quiero... Salir de San Andreas.
Ellie: Espera... ¿Nunca has salido?
Tyler: No.
Ellie: Bueno, yo sí. Pero... Creo que también quiero irme de aquí. (Bebe un trago)
Ellie: Yo quiero... Que vuelva George contigo.
Tyler: ¿Qué has dicho?
Ellie: Que quisiera que te reencuentres con tu hermano.
Tyler: Pues bebe tú.
Ellie: Espera, ¿tú no quieres?
Tyler: ... Voy a mear.

Tyler se pone de pie, arroja la taza que sostenía y en un rincón, se dispone a orinar. Mientras tanto, Ellie lo regaña por su reacción.

Ellie: T, tienes que hacer silencio.
Tyler: ¡No puedo oírte, estoy orinando!
Ellie: Tyler, no hables tan alto...
Tyler: ¡¿Acaso ahora eres mi chaperón?!
Tyler: Oh, espera. (Termina de orinar y se sube la bragueta) Es mi turno, ¿verdad?
Tyler: Yo quiero... Tener una adolescencia como la que tú tuviste. Una vida fácil como la que tú tuviste... ¡Un hermano bueno como Zoey!
Tyler: ¡Demonios, creo que quiero todo lo que tú has tenido!
Ellie: Tyler...
Tyler: ¡Quiero tener el Righteous Slaughter, quiero tener amigos de toda la vida! ¡Quiero que George nunca haya nacido!

En ese momento, Ellie y Tyler escuchan a un caminante golpear contra la puerta trasera. Tyler, algo ebrio, toma su ballesta y se propone salir afuera.

Tyler: ¡Parece que este portador de mierda quiere problemas!
Ellie: Tyler, cállate.
Tyler: Oye, Felix, ¿tú querías aprender a disparar una ballesta? ¡Vamos, será divertido! (Toma del brazo a Ellie y la lleva afuera)
Ellie: Deberíamos quedarnos adentro...
Ellie: ¡Tyler, basta ya! ¡Tyler!

Tyler carga una saeta a su ballesta y

Ellie: ¡Practiquemos luego!
Tyler: ¡No, es divertido!
Ellie: Solo detente, Tyler.
Tyler: Vamos, junior. ¿No querías aprender a disparar una ballesta?

Enfurecida, Ellie saca su cuchillo y con él, apuñala el cerebro del caminante con rapidez, cosa que molesta a Tyler.

Tyler: ¿Por qué hiciste eso? Me estaba divirtiendo.
Ellie: ¡No, estabas siendo imprudente! Si encontráramos a mi padre...
Tyler: No, no son las mismas cosas.
Ellie: Se supone que matarlos no es divertido.
Tyler: ¿Qué más quieres de mi, chica? ¡¿Eh?!
Ellie: Quiero que dejes de comportarte tan egoísta. Como si todo lo que perdimos no significa nada para ti. ¡Es una estupidez!
Tyler: ¿Eso es lo que crees?
Ellie: Eso es lo que sé.
Tyler: No sabes nada...
Ellie: Sé que cuando me miras ves a una chica prácticamente muerta. Sé que no soy Rachel, no soy Zoey, no soy Karen. Pero sobreviví y tú no lo entiendes, porque no soy como tú o ellas. Pero lo logré.
Ellie: No voy a dejar que me trates como una mierda solo porque tienes... Miedo.
Tyler: No le tengo miedo a nada.
Ellie: Yo recuerdo... Que cuando esa niña salió del granero, antes de la prisión. Tú eras como yo.
Ellie: Y ahora dios sabrá porque no dejas que nadie se acerque a ti.
Tyler: "Que nadie se acerque a mi", ¿eh? Tu sabes mucho de eso... ¡Perdiste dos novios y no derramaste una lágrima por ellos!
Tyler: ¡Toda tu familia se fue y lo único que haces es buscar alcohol como una estúpida universitaria!
Ellie: Cállate, no lo entiendes.
Tyler: ¡No, tú no lo entiendes! ¡Todos a los que conocíamos están muertos!
Ellie: ¡Eso no lo sabes!
Tyler: ¡Pues que mal, porque no volveras a verlos!
Ellie: Yo...
Tyler: A Lance... ¡Tampoco volverás a ver a Zoey, siquiera!
Ellie: ¡Tyler, ya para!
Tyler (Voteandose): ¡No!
Tyler (Agacha la cabeza): Cuando Michael mató al Presidente, mi hermano se fue...
Tyler: Y hace tres días... Hernandez apareció en la puerta. Quizás... Si no ubiera dejarlo de buscarlo, el...
Tyler: Quizás fue porque me rendí, no lo sé.
Ellie: T...
Tyler: Tu padre, Jimmy, Beth y Sam... Fue mi culpa que murieran...
Tyler: Tal vez... Yo pudiera haber echo algo...

Después de balbucear por unos instantes, Tyler comienza a llorar, recordando la muerte de sus amigos. Ellie abraza al policía y allí se quedan, por varios minutos. Al anochecer, Tyler y Ellie comparten un momento sentados cerca de la escalera de incendios.

Ellie: Ahora entiendo porque mi padre había dejado de beber.
Tyler: ¿Te sientes mal?
Ellie: No, es solo que... Me hace olvidar de los peligros de afuera.
Tyler: Eso sí está mal...
Tyler: Oye, tú y Lance siempre quisieron saber que hacía antes de esto, ¿verdad?
Ellie: Sí.
Tyler: Solo andaba por ahí con George.
Ellie: ¿No eras policía?
Tyler: Solo por unos meses. Salí antes de la academia porque... Atrapé a mi padre, que era un fugitivo.
Ellie: ¿Por qué entregaste a tu padre?
Tyler: Porque mató a mi madre... Era tan ingenuo, que creía que ella se había suicidado. Entonces, cuando vi sangre de otra persona en sus manos, me di cuenta de lo que en verdad había echo.
Tyler: Siento aquello tan lejano...
Ellie: T, no debes dejar que eso te cambie. Tú no eres así... Ahora sé que no eres así.
Tyler: No he dejado que me afecte en todo este tiempo.
Ellie: De acuerdo.
Ellie: Yo creía que tendríamos una vida en la prisión.
Ellie: Ya sabes... Una vida, como antes.
Ellie: Quería que haya barbacoas y picnics...
Tyler: Suena bien...
Ellie: Creía Zoey y Franklin tendrían un hijo juntos. Que Michael retomaría su liderazgo... Y mi padre, habría muerto de todas formas, pero creo que feliz.
Tyler: Eres toda una borracha depresiva, ¿lo sabes?
Tyler (Mira la luna): Deberíamos volver adentro.
Ellie: Deberíamos quemarla.
Ellie (Sonriendo): Podríamos quemarla.

Ocurren varias cinemáticas de Ellie y Tyler derramando el alcohol que tenían. Después, ambos van afuera y con toda la furia descargada, Tyler quema un fajo de billetes y lo arroja contra la ventana destrozada del club, incendiándolo por completo.

Al día siguiente, en la casa de Vinewood Hills, Tracey come cereales en la mesa del comedor. Luego, llega Rachel portando una camisa negra para embarazadas. A causa de eso, Tracey se ríe burlonamente.

Rachel: ¿Tienes algo que decir de mi extraodinariamente cómoda y atractiva camisa?
Tracey: No, no, no. Te queda super bien.
Rachel: Eso pensé yo.

Rachel se sienta y se dispone a comer junto con Tracey.

Rachel: Ojalá tuvieramos esos zumos de col.
Tracey: ¿En serio? Que asco.
Rachel: No... Su gusto no era bueno, pero me ayudaba bastante.
Tracey: Mis padres solían tomar esa porquería.
Tracey: Una vez probé.
Rachel: ¿Y qué pasó?
Tracey: ¡La vomité!
Rachel: Sí, claro.
Tracey: Bueno, casi. Pero fueron nauseas. Te juro que preferiría beber leche de soja... ¡Preferiría beber esa horrible malteada de Jimmy...!

Un silencio incómodo se produce luego de nombrar a Jimmy. Tracey vuelve a molestarse y deja la mesa.

Tracey: Me voy arriba, estoy terminando un libro.

Rachel se queda unos segundos mirando el techo sola. Luego, va a la cocina, en donde encuentra a Michael reemplazando sus vendas.

Michael: Gracias.
Michael: He oído reír a Trace... Casi había olvidado como era su risa.
Michael: Yo no puedo ser su padre y su amigo a la vez. Ella te necesita.
Rachel: ¿Cuál es tu plan?
Rachel: Este sitio... ¿Será un hogar o solo algo temporal?
Michael: Será algo hasta que tengamos un plan.
Rachel: Hacen falta provisiones. Iré con Tracey a buscar por esta manzana.
Michael: Bien, los acompaño.
Rachel: Hasta ayer estabas inconsciente.
Michael: Hoy estoy despierto.
Rachel: Descansa, un día más. Termina de reemplazar tus vendas y descansa un poco.

Al rato, Rachel y Tracey salen de la casa, cargando bolsos vacíos. Cuando las chicas estaban a punto de irse, Michael aparece para hablar con ellas.

Michael: ¿Cuanto tardarán?
Rachel: Solo llenaremos los bolsos. No tardaremos demasiado.
Michael: Son las diez de la mañana.
Rachel: Volveremos al mediodía.
Michael: De acuerdo.
Michael (Le entrega su pistola a Tracey): Obedecela en todo, ¿de acuerdo?
Tracey: Sí...
Michael: Oye, Trace... ¿Todo va bien?
Tracey: Sí. Solo estoy cansada.
Michael: Bien. Nos vemos en un par de horas.

Las chicas se marchan a inspeccionar el vecindario. Michael se cambia la camisa por una playera negra e ingresa al dormitorio matrimonial. Allí, el exhausto hombre se dispone a recostarse en la cama y se duerme a los pocos segundos. Los minutos pasan, Michael escucha la entrada abrirse bruscamente. Luego, dos voces de hombres logran oírse desde la planta baja.

Voz de hombre intimidatorio: ¡Eres un cobarde!
Voz de hombre asustado: ¡Lo siento!
Voz de hombre intimidatorio: ¡Un cobarde y un mentiroso! Siempre lo serás.
Voz de hombre asustado: ¡No, por favor, no lo hagas!
Voz de hombre intimidatorio: ¡Esto no es asunto tuyo!
Voz de hombre asustado: ¡Lo siento!
Voz de hombre intimidatorio: ¡Ahora mismo voy a hacerlo!
Voz de hombre asustado: ¡No, por favor, por favor!

Varios golpes se pueden oír, y luego, se escucha un cuello romperse. Michael escucha la risa de muchos hombres, descubriendo una nueva amenaza.

Por otro lado, Tracey y Rachel regresan de "limpiar" una casa. La mujer samurai intenta hablar con Tracey acerca de lo que le sucedía.

Rachel: ¿Segura que no quieres hablar con tu padre?
Tracey: Así estoy bien.
Rachel: No lo parece...
Tracey: Solo estoy cansada. Eso es todo.
Rachel: Haces que recuerde a mi hija.
Tracey: Espera, ¿qué?
Rachel: Lo que has oído. Yo tenía una hija adolescente. Y era de los más genial, como tú.
Tracey: ¿Tenías hijos? ¿Cuantos?
Rachel: Con Corine, mi única hija, me bastaba.
Tracey: ¿Cuantos años tenía?
Rachel: Diece-seis, como Denise.
Tracey: ¿Qué le pasó, está viva?
Rachel: No...
Tracey: Lo siento mucho, Rachel...
Rachel: No te preocupes, Trace. Intento que no me afecte.
Tracey: Aún así... Creo que Jimmy y Corine están en un mejor lugar.
Tracey: ¿Mi padre lo sabe?
Rachel: Nunca se lo he contado. Ha decir verdad, jamás se lo conté a nadie.
Tracey: Ya... Tu secreto está a salvo conmigo.
Rachel: Esto... No es un secreto realmente.
Tracey: No importa, sea lo que sea, está a salvo.

Rachel, sin decir más nada, le sonríe a Tracey por sus palabras. Nuevamente en la casa que había sido invadida. Michael escucha un hombre subiendo por las escaleras y se oculta bajo la cama, no sin antes tomar sus pertenencias y una botella de agua. Michael ve los pies de un hombre que registraba todas las habitaciones de la casa. Al cabo de unos momentos, el hombre llega a la habitación matrimonial, y sin pensarlo, se arroja en la cama para descansar, logrando asustar a Michael. Sin embargo, otro hombre llega a la habitación y le habla a quien parece ser su compañero.

Hombre desconocido: Oye, Oscar, ¿estás cómodo?
Oscar: ¿Has venido a molestarme para preguntarme si estoy cómodo?
Hombre desconocido: Quiero dormir yo.
Oscar: Hay otros dos dormitorios.
Hombre desconocido: Con camas pequeñas... Yo quiero esta.
Oscar: Jamás, la he pedido yo.
Hombre desconocido: Yo no te oí cuando la pediste. Así que... Tendrás que querer otra. Yo quiero esta.

El hombre llamado Oscar se pone de pie frente al otro hombre desconocido. Luego, ambos comienzan a forcejear, pero Oscar termina por ser superado y posteriormente, arrojado al suelo. El sujeto desconocido comienza a asfixiar a Oscar para dejarlo inconsciente, y mientras esta acción es realizada, Oscar ve a Michael debajo de la cama.

Oscar: Brett... Brett...
Hombre desconocido: Cállate, Oscar.

El hombre desconocido logra dejar inconsciente a Oscar. Luego, se tira en la cama y se dispone a dormir. Luego de unos minutos, Michael finalmente decide salir debajo de la cama en silencio, y con suerte, evita toparse con otros de los invasores en la casa. Sin embargo, cuando está a punto de llegar a una habitación, otro hombre se cruza en su camino. Michael lo evita y se mete al baño accidentalmente. El asustado Michael se queda paralizado ante la situación, y cuando voltea, ve a un hombre vestido de negro con un chaleco antibalas mirándolo fijamente. El hombre desconocido empuja a Michael hasta el lavabo, pero allí, este toma una M16 y con una culata, lo golpea dos veces, y luego procede a asfixiarlo con sus propias manos. El hombre muere a los pocos segundos, y Michael aprovecha para robar su chaqueta y su arma. Luego, Michael escapa de la casa a través de la ventana del baño.

Michael: Mierda...

Michael camina hacia donde estaba la entrada. Desafortunadamente, allí ve a Don Percival, sentado en la baranda y comiendo frutas secas. Michael se dispone a asesinar al hombre, pero este escucha un disparo y rápidamente, entra en la casa. Rachel y Tracey llegan a la casa, escuchando un pequeño tiroteo que se produce. Al verlas, Michael les hace una seña para que volteen y corran, siendo rápidamente seguidas por Michael.

Luego de unos minutos huyendo, en Rockford Hills, Michael y las chicas ven un cartel con el nombre de "SAFETY".

Michael (Leyendo): SAFETY, puerto ubicado en Cypress Flats. Una nueva oportunidad para empezar, si llega de una pieza, significa que superó nuestro desafío para tener un refugio de por vida. SAFETY, los que llegan sobrevivien.
Michael: ¿Qué dicen? ¿Vamos allí?
Tracey: Claro.

El trío comienza a caminar por el barrio, dirigiéndose a "SAFETY". La cámara enfoca de lejos a los tres individuos caminando tranquilamente por los suburbios, mientras se oscurece lentamente.

Capitulo 9: Jamás[]

En medio de una espesa niebla rondando la ciudad, Zoey, Malcom, Denise y Ron son rodeados por caminantes. El grupo se prepara para el combate, y cuando los caminantes comienzan a llegar, estos son eliminados por el pequeño grupo. Uno de los caminantes se acerca a Ron e intenta morderlo, pero su cometido fracasa después de recibir un disparo en al cabeza efectuado por Malcom.

Malcom: ¡Ron!

El grupo continúa luchando contra los caminantes que atacan. Tras eliminarlos a todos, el grupo se preocupa por Ron.

Denise: Oh, Ron...
Ron: No te preocupes, no logró morderme.
Denise: Que bien...

Denise abraza a Ron en señal de alegría. Luego, lo suelta y deciden seguir caminando.

Lejos de allí, cerca de la Fuente Blanca, Trevor, vestido con una chaqueta negra y blanca, camina junto a Amanda, también vestida con un suéter gris, por la carretera.

Amanda: Sabes que no te necesito, idiota. Puedes irte ahora mismo.
Trevor: Me necesitas, y lo sabes. Michael ya no está para protegerte, pero soy su mejor amigo. Quiero que estés a salvo para cuando lo encontremos.
Amanda: ¿Cómo sabes que lo encontraremos?
Trevor: Podré ser Trevor Philips, pero como veo las cosas ahora, creo que más vale tener fe.

Tiempo, atrás, en la ciudad, Trevor busca alimento en la basura. Este se ve sucio y apaleado. Al no encontrar nada, el hombre decide seguir con su camino, lléndo lento y cojeando.

Trevor: Puto Michael, desearía encontrarte ahora mismo...
Trevor: Y cuando te encuentre, te lanzaré a los muertos.
Trevor: No vivirás lo suficiente, Mickey, no vivirás lo suficiente, no vivirás lo suficiente, no...

Trevor comienza a reír histéricamente. Luego, una jauría de caminantes aparece, obligando a Trevor correr en dirección contraria. El hombre llega hasta una estación de servicio en Mirror Park, deteniéndose a descansar allí.

Trevor: Mierda... Esto es insoportable...
Trevor: ¿Y si mejor vuelvo al desierto?
Trevor: Nah... Seguiré buscando por aquí.

Trevor inspecciona la gasolinera, descubriendo un cartel pisoteado y destrozado, este decía "SAFETY" y seguía la lectura más abajo, pero otra gran cantidad de caminantes aparece y antes de terminar su lectura, Trevor vuelve a huir de ellos.

Trevor: ¡Malditos muertos de mierda!

Trevor vuelve a perder a los caminantes, refugiándose en una peluquería.

Trevor: ¿SAFETY? ¿Qué diablos es SAFETY?

En el presente, Trevor y Amanda llegan a la Fuente Blanca.

Trevor: ¡El rancho de Patricia!
Amanda: ¿Qué dices, loco? ¿Quién es Patricia?
Trevor: La esposa de alguien que encabronó a Michael.
Amanda: ¿La mataron?
Trevor: No.

Trevor y Amanda continúan su camino hacia el rancho. Al llegar, Amanda y Trevor inspeccionan la casa, descubriendo a Martín Madrazo, transformado en caminante, con una soga atada a su cuello, que a su vez, está colgada del techo. Llegando a la conclusión del suicidio de Madrazo.

Trevor (Refiriéndose a Martín): Se suicidó... No quería seguir.
Trevor: ¡Viejo imbécil! ¡No merecías vivir!
Amanda: ¿Qué dices?
Trevor: Seguro que la mató...

Trevor toma un cuchillo y apunta a la cabeza de Madrazo. Luego, arroja el cuchillo y acaba con el hombre.

Amanda: ¿Así que no te caía bien? ¿Por eso le has echo eso?
Trevor: ¿A qué te refieres? ¿Crees que yo lo maté?
Amanda: Hablo de lo que acabaste de hacer.
Trevor: ¿Y qué esperabas que hiciera, mujer? Ese tipo tiene suerte de que haya acabado con su miseria.
Trevor: No fingiré que soy un santo, porque no lo soy. Pero esto... De alguna manera, me ha cambiado.
Amanda: Lo que tú digas, imbécil.
Trevor (Susurrando): Perra.

Trevor y Amanda inspeccionan la parte trasera del racho, llegando a unas tumbas. La pareja las revisan, viendo nombres escritos en carteles de madera pegados a las cruces que marcaban las tumbas. Estos nombres eran de "Agustín", "Andrea" y por último, "Patricia".

Trevor (Refiriéndose a Patricia): No logró sobrevivir... Espero que no haya sufrido.
Amanda (Notando la expresión triste de Trevor): Ella deberá estar en un mejor lugar.
Trevor: No, claro que no. El cielo es solo otra mentira...
Amanda: Puede que no. Pero tú lo has dicho, a veces es mejor tener fe.

Amanda toma una rosa marchita y la deja sobre la tumba de Patricia. Luego, mira a Trevor, sonriéndole.

Mientras tanto, Zoey, Malcom, Denise y Ron continúan su camino por la ciudad. En medio de la caminata, Zoey ve un cartel alado de la carretera.

Zoey: ¿Qué es eso?

El grupo corre al cartel, divisando la palabra "SAFETY". A continuación, Zoey continúa leyendo el cartel.

Zoey: SAFETY: Hogar para todos, comunidad para todos. Los que llegan, sobreviven.
Ron: Parece en buen lugar.
Zoey: Tenemos que ir allí.
Denise: ¿No buscábamos a Franklin?
Zoey: Si el viera uno de estos carteles seguro pensaría lo mismo que yo.
Denise: Yo no lo creo. Creo que... Pensaría lo mismo que yo. Además, seguro no hay demasiados carteles.
Zoey: ¿Cómo van a poner solo uno?
Malcom: ¿Quieres seguir, Denise? O... ¿Estás planeando otra cosa?
Denise: Creo que deberíamos parar. Descansar un día, o dos.
Denise: Tal vez buscar un refugio.
Ron: SAFETY parece un refugio. ¿Acaso quieres que votemos?

Ron y Malcom se colocan junto a Zoey, demostrando apoyarla en su plan. Denise, resignada, decide seguirlos.

Denise: De acuerdo... Vamos a esa comunidad.

Denise, Zoey, Malcom y Ron comienzan su marcha hacia SAFETY. Por otro lado, Trevor limpia el molino de viento, haciendo que giren en función del viento, y a la vez haciendo funcionar la electricidad del rancho.

Trevor: ¡Y el tío T dijo que se haga la electricidad! Y se hizo la electricidad...
Amanda: Iré a comprobar si las luces están encendidas. No quiero que los caminantes vean este lugar.
Trevor: Ten cuidado.

Amanda ingresa a la casa para verificar las luces. Al llegar al tablero de control desactiva las luces del exterior. Luego, encuentra varias latas de comida y refrescos en la nevera.

Amanda: Genial.

Trevor llega a la casa, viendo junto a Amanda, la nevera repleta.

Trevor: Ese cabrón mexicano sí que estaba bien abastecido.
Amanda: Hay que tomarlas todas.
Trevor: Espera. ¿Qué no notas que algo va mal?
Amanda: ¿Por qué lo dices?
Trevor: Estas cosas, no tienen ni un poco de polvo. Alguien las ha estado tocando recientemente.
Amanda: Deberíamos guardar un poco. No hay que comer todo...
Trevor: Tal vez...
Trevor: Pero, ¡hey! Esas alitas de pollo, son mías.
Amanda: De acuerdo.

Cae la noche. Denise, Ron y Malcom acampan en medio de La Puerta. La falta de presencia de Zoey es notoria. Denise hace vigilancia mientras que Ron y Malcom hacen lo posible para dormir, siendo su esfuerzo en vano.

Malcom: No puedo dormir.
Ron: Yo tampoco...
Ron (Escuchando a un caminante gruñir): ¿Es el mismo?
Denise: Sí. Lleva escondido hace una hora. Debe de estar atorado.
Malcom: ¿Quieres que me encargue de él?
Denise: No. Tienes que dormir... De lo contario no sanarás tu herida.
Malcom: Está bien.

Malcom se recuesta nuevamente en el suelo. Tras unos segundos intentando dormir, se levanta.

Malcom: Lo intenté. No puedo dormir.
Denise: ¿Qué es los que estámos haciendo, chicos?
Ron: ¿Qué es lo que quieres tú, Denise?
Denise: Quiero que encontremos un refugio por aquí.
Denise: Ya sabes, instalarnos. Poder dormir tranquilos, y jamás volveríamos a tener el dedo en el gatillo por las noches.
Ron: Dime una cosa, Denise... ¿Crees que Deion esté muerto?
Denise: No lo sé. Pero estoy segura de que no lo volveré a ver.
Malcom: Pasaste más de un año a su lado. ¿No crees que tienes que tenerle fe?
Denise: Jamás he tenido fe.
Ron: Tienes miedo, y puedo sentirlo.
Denise: ¿Para qué seguimos, Ron?
Denise: Zoey... Se fue. No tenemos que seguir nosotros.
Ron: La encontraremos. Te lo aseguro.

En el Fuente Blanca, Trevor y Amanda disfrutan de los alimentos que encontraron en la nevera. Mientras comen, hablan.

Amanda: Voy a escribir una nota de agradecimiento a los que vivan aquí.
Trevor: Tal vez no haga falta, ¿sabes?
Trevor: Podríamos quedarnos aquí. Traer a Mikey, Tracey, Tyler, Franklin y los demás.,
Trevor: Puede que los dueños estén locos. Pero... Tal vez podamos quedarnos.
Amanda: Tenías razón. Has cambiado... Eres diferente.
Trevor: ...
Amanda: ¿Qué te hizo cambiar?
Trevor: Yo... No sé.
Amanda: Vamos, no me digas "No sé". ¿Qué te hizo cambiar?

Trevor y Amanda escuchan golpes en la puerta.

Trevor: Quédate aquí.

Trevor, completamente seguro, abre la puerta, siendo sorprendido por un gran horda de caminantes.

Trevor: ¡Oh, mierda! ¡Amanda!

Amanda corre hacia la ubicación de Trevor, quien empuja contra la puerta para que no pasen los caminantes. Al llegar, le arroja la ametralladora al hombre.

Trevor (Cargando la ametralladora): ¡Amanda, corre! ¡Vete!

Trevor deja la puerta, permitiendo el paso a los caminantes. Luego, comienza a dispararles en la cabeza, eliminando a varios rápidamente. Sin embargo, Trevor ve a muchos más acercándose, por lo que decide correr.

Trevor: ¡Amanda, abre la ventana! ¡Toma tus cosas!
Amanda: ¡No pienso dejarte aquí!
Trevor: ¡Sal, ve a la carretera, te veré allí!

Trevor guía a los caminantes al sótano. Allí, comienza a fusilar a todos y cada uno de ellos. Posteriormente, Trevor se abre paso entre disparos con los caminantes, quedándose sin balas en el proceso.

Al salir afuera por el patio trasero, Trevor corre hacia la carretera, cruzándose con un caminante en el camino. Tras eliminarlo con un golpe, Trevor reanuda su camino a la carretera. Allí, ve el bolso de Amanda tirado en el suelo, y al alzar la vista, ve un coche albiceleste con la matrícula dorada acelerar a toda velocidad.

Trevor (Persiguiendo el coche): ¡Amanda! ¡Amanda! ¡Amanda!

Repentinamente amanece, Denise, Ron y Malcom continúan el camino a SAFETY, encontrándose con Zoey, descansando a un lado del camino y cubierta de sangre.

Malcom: ¡Zoey!
Zoey: No quería que vengan conmigo. No quiero arrastrarlos...
Malcom: No hace falta que lo digas. Nosotros queremos ir contigo.
Ron: Lo haremos.
Denise: Supongo que... Iremos contigo.
Zoey (Mirando al trío y sonriendo): De acuerdo, vamos.

Mientras tanto, Trevor sigue las huellas de neumáticos, hasta que llega a un punto frío. Trevor, cansado y agitado, se arroja al suelo, permaneciendo allí por varios minutos.

Trevor: Amanda... Lo siento...

Los minutos pasan, un grupo vestidos como la milicia de Merryweather, aparece frente a Trevor. Don Percival sale entre ellos y habla con Trevor.

Don Percival: Bien, bien... ¿Qué tenemos aquí?
Don Percival: Pero sí es Trevor Philips, el tipo que mató a mi viejo amigo, Devin Weston...
Don Percival: ¿Cómo estás?

Sin decir una palabra, Trevor se levanta del suelo y golpea a Percival repentinamente. Luego, le apunta con su pistola. Mientras los demás miembros de la Merryweather apuntan a Trevor con sus rifles. Don Percival, en el suelo, comienza a reir sínicamente después del golpe.

Don Percival (Entre risas): ¡Muy, bien... Muy bien!
Don Percival (Poniéndose de pie): Buen golpe.
Don Percival (Refiriéndose a la chaqueta de Trevor): Bonita chaqueta de cuero, Trevor. ¿Es de subUrban?
Trevor: Es mía.
Don Percival: ¿Vas a dispararme? Vamos, hombre. Antes de que puedas jalar el gatillo, mis hombres te dispararán.
Don Percival: No tienes que hacer eso, suicidarse es una estupidez.
Don Percival: ¿A esto quieres llegar?
Don Percival: Soy Don Percival, Trevor.
Trevor: Ya sé quien eres, idiota.
Don Percival: ¿Estás solo?
Trevor: ¿Me ves acompañado?
Don Percival: Lo que veo, es a un gatito loco y asustado. Estás mojado, y yo tengo la secadora. ¿La quieres? Pues ven con nosotros.
Trevor: Jamás... Ustedes son unos malditos reptilianos.
Don Percival: Tal vez. Pero en este preciso momento, somos la única compañía que tienes.
Don Percival: Me gustan esa chaqueta, y si no quieres que te mate y te la quite, es mejor que me sigas.
Trevor (Bajando el arma): Está bien... De acuerdo.

En Richman Franklin ve un cartel de SAFETY.

Franklin: ¡Encontré algo!

Capitulo 10: Rostros amistosos[]

El grupo de Anthony (Franklin, Jillian, Edward, Jessica y Anthony) camina por los alrededores de Richman, dirigiéndose a SAFETY. En el camino, después de avanzar unos pasos más, Anthony decide detenerse, llamando la atención de Franklin y los demás.

Anthony: Oye, debemos descansar ahora.
Franklin: Es mediodía...
Anthony: ¿Me importa? Hemos estado caminando desde el amanecer.
Anthony: Oye, tienes que encontrarla, lo sé. Jess y yo también tenemos una misión. Y es llevar a Eddie a San Fierro, y salvar al maldito mundo. Así que vamos a descansar, y lo haremos ahora.

Un caminante aparece frente al grupo, este se acerca a Edward y Jillian. Anthony corre a defender a Edward, empujando al suelo a Jill, accidentalmente, en el proceso. Anthony elimina al caminante y luego intenta levantar a Jill.

Anthony: ¿Estás bien?
Jillian (Sosteniéndose la rodilla): Estoy bien...
Jessica: Está lastimada, ¿quién le echa una mano?
Jillian (Poniéndose de pie): No, no, deja. Estoy bien.
Franklin: ¿Segura? ¿Quieres parar o seguir?
Jillian: Seguir, vamos a seguir.
Franklin (A Anthony): Bien, si ella puede seguir, todos podemos. Hay que...
Jessica: Franklin, eres imbécil. Jill iría hasta el fin del mundo por ti. No le pidas que lo haga.
Jessica: Cálmate, quédate aquí unas horas.
Franklin: ¿Solo quieren que Eddie esté a salvo? Entonces, le daré el equipo antidisturbios aquí y ahora. Todos ganamos.
Jessica (Señalando a Jill): Excepto ella.
Anthony: Tú no eres su madre, Jess.
Anthony: Si dice que puede continuar que continúe.

Siguiendo el camino por Vinewood Boulevard, Don Percival, Trevor y el resto de la facción de Merryweather caminan en línea. Mientras tanto, Percival y Trevor hablan.

Don Percival: ¿Cuál es el plan, Trevor?
Trevor: ¿A qué te refieres?
Don Percival: Ahora estás con nosotros, ¿no es así? Pero te irás.
Trevor: Sí.
Don Percival: ¿Y cuál es tu plan?
Trevor: Solo... Busco el sitio adecuado.
Don Percival: Oh, no somos lo bastante buenos para ti. ¿Es eso?
Trevor: Algunos no son amistosos.
Don Percival: Bueno, tú tampoco lo eres.
Don Percival: Es necesario ir en grupo.
Trevor: Puede que no.
Don Percival: ¡Claro que sí! Deberías seguir con nosotros.

Siguiendo el camino hacia SAFETY, Michael, Rachel y Tracey se acercan a Cypress Flats. Mientras el pequeño grupo marcha, Michael habla con sus compañeras de viaje.

Michael: Creo que nos queda agua para un día más o menos...
Michael: Si nos apresuramos encontraremos ese refugio antes de los esperado. Quizás antes del anochecer.
Rachel: No nos apresuremos demasiado. No es necesario, llegaremos de todos modos, ¿no?
Michael: Sí. Pero a lo mejor Franklin o Tyler ya están allí. Por eso digo que lleguemos lo más pronto posible.
Tracey: Espero que mamá esté bien.
Michael: Lo está, Trace. Tú ten fe, la encontraremos allí de seguro.

Dentro del Vanilla Unicorn, la facción de Merryweather se detiene a descansar. Trevor llega a su antigua oficina, dirigiéndose a acostar en el sofá, pero Brett lo empuja, antes de llegar al sofá, y cae al suelo.

Trevor (Poniéndose de pie): ¿Qué diablos haces?
Brett: Quiero el sofá.
Trevor: No es tuyo. Yo la vi primero.
Brett: Cierto... Tú eres el nuevo.
Trevor: ¿Qué quieres decir?
Brett: Que en este grupo, el "yo lo vi primero" no sirve, viejo. Así que date la maldita vuelta y vete por donde saliste.
Trevor: No es tuyo...
Brett: Verás... Creo que fue una puta, la que te dejó así. ¿Me equivoco?
Trevor: Cierra el pico.
Brett (Viendo a Trevor alejándose): Andas dando vueltas por ahí como un pobre diablo que no tiene a nadie para tirarse.
Brett: Cuentame, Trevor, ¿estaba buena?
Brett: Pues déjame decirte que... Las mujeres buenas no duran mucho por ahí solas...

Trevor saca su cuchillo, y en un arrebato intenta matar a Brett. Sin embargo, Trevor es interrumpido por Don Percival, quien pide explicaciones por lo sucedido.

Don Percival: ¡Trevor! Guarda ese cuchillo y déjame saber lo que sucede aquí...

Trevor obedece y guarda el cuchillo en su respectiva funda.

Don Percival: ¿Querías el sofá?
Brett: Sí.
Don Percival: Bueno, ya está. El sofá le pertenece a Brett.
Trevor: ¿Por qué?
Brett: Hay que enseñarle, Don.
Don Percival: Brett...
Brett: Según las reglas, hay que enseñarle.
Don Percival: No creo que sería justo castigar a Trevor por violar una regla que no sabía que existía...
Don Percival: Verás, Trevor. Aquí tenemos ciertas reglas, que a lo mejor te parecerán un tanto extrañas. Pero solo una jamás debes olvidarte... "Quiero", es todo lo que tienes que decir. Brett quería el sofá y lo quiso, entonces es de él.
Trevor: No quiero nada...
Don Percival: Pero solo así tendrás tu comida, tu territorio y tu cama de noche. Solo tienes que quererlo.
Don Percival: Brett, déjale el sofá a Trevor.
Brett: No, no es justo, Don. Yo la pedí antes.
Don Percival (Sonriendo sínicamente): Yo no te he oído...

En un acto repentino, Don Percival utiliza una tijera filosa para apuñalar a Brett en el pecho. Oscar y los demás miembros de la Merryweather llegan a la oficina para atestiguar el suceso repentino. Trevor se sorprende de ver la frialdad con la que Percival mató a uno de sus hombres.

Trevor: ¿Por qué hiciste eso?
Don Percival: He tenido múltiples quejas con respecto a Brett. Y con la de recién, fue la gota que derramó el vaso.
Don Percival: Te dejé el sofá para ti... "Quiero", es todo lo que debes decir.

Un día después, llegando al final del camino, Franklin, Anthony, Jill, Eddie y Jessica se topan con una manada de caminantes. El grupo intenta regresar, pero son vistos por los muertos, quienes van en busca de estos. Franklin y Anthony luchan contra los caminantes, disparando sus armas. Posteriormente, Jill y Jessica se unen al combate, disparando sus pistolas contra los muertos.

Anthony (Disparando): ¡Tenemos que retroceder, ahora!
Franklin (Disparando): ¡No! Nos seguirán, estorbarían el paso de todos modos.

En ese momento, un grito de Malcom se escucha, y junto a otros tres sobrevivientes disparan contra los muertos, ayudando a exterminarlos a todos.

Malcom: ¡Abajo!

Los disparos terminan y los caminantes son exterminados. Franklin se acerca a los sobrevivientes y observa a una alegre Zoey correr hacia él. La mujer abraza a Franklin y luego, comienzan a besarse apasionadamente.

Franklin: ¿Estás bien...?
Zoey (Sonriendo): Ahora sí.

Breves momentos después, Franklin y Zoey se reúnen con Jillian saliendo de un Ammu-Nation. Franklin decide presentar a Jillian con su esposa.

Franklin: Jill... (Señala a Zoey) Ella es Zoey. Zoey, (Señala a Jillian) ella es Jill.
Zoey (Estrechándo manos con Jill): Encantada.
Jill: Igual yo.
Franklin: Encontré a Jill a un costado de la carretera. Me salvó la vida.
Zoey (Abraza a Jill): Muchas gracias...
Jill: Eh... No es nada, yo...

Franklin, Jill y Zoey se juntan con Anthony, Jessica, Eddie, Malcom, Ron y Denise a un lado de la carretera. Franklin nota los rostros sorprendidos de Malcom, Ron y Denise.

Franklin: ¿Qué sucede?
Denise (Refiriéndose a Eddie): Anthony nos dijo... Que él conoce la cura.
Franklin: Oh, sí. Eso dicen. Le gustaría que vayan con ellos a San Fierro.
Anthony: Estoy encantado de que se hayan reencontrado. Celebren un rato. En una hora continuaremos hacia San Fierro
Jill: Sí... Yo iré con él.
Malcom: Yo también quisiera ir.
Ron: Yo igual, pero antes quiero ir a SAFETY, quiero ver si Beth está allí.
Franklin: Ron...
Ron: Dime.
Franklin: Ah, nada. Deja...
Edward: Vinimos desde Liberty City en un helicóptero. Pero tuvimos que dejarlo en cuanto llegamos a esta ciudad... Tomamos un vehículo militar, y aún así, perdimos a tres personas.
Jessica: Eso no fue culpa nuestra...
Anthony: ¿Y qué?
Edward: No creo que tengamos más suerte buscando vehículos. Estamos a hora u hora y media de SAFETY. Quizás allí podríamos pedir prestando un coche.
Anthony: Está bien... Ahora iremos hasta SAFETY, y luego a San Fierro.

Una hora después, el grupo de Anthony y Franklin llegan a un puerto con la inscripción SAFETY escrita con letras gigantes sobre un pequeño edificio. El grupo ingresa por la entrada principal. Franklin alcanza a leer un cartel.

Franklin (Leyendo): Si ve este cartél, es que ya ha llegado a SAFETY. Por favor, deponga las armas, serán bien recibidos en este refugio.

El grupo obtiene de una vista panorámica de lo que parece ser un refugio desierto repleto de contenedores de JETSAM ordenados en fila.

Anthony: ¿Este lugar fue abandonado?
Franklin: No lo creo, (señalando un edificio) Puede que estén dentro del edificio o detrás de los contenedores.
Malcom: Vamos a investigar.

Anthony mira atrás, viendo a un grupo de cuatro personas acercándose a SAFETY. Rápidamente, llama la atención de Franklin.

Anthony: Oye, Frank. ¿Aquellos de ahí son de tu grupo?
Franklin: Creo que es...

Una hora antes, Michael, Rachel y Tracey encuentran provisiones en un pequeño coche abandonado en mitad de la carretera. El trío revela estar cada vez más cerca de SAFETY.

Tracey: Por fin, algo de comida...

Michael y Tracey toman todas las provisiones que pueden mientras Rachel monta guardia. Diez minutos después, Tracey descansa dentro del coche mientras ve a Rachel y Michael sentados en el medio de la carretera.

Michael: Podrían ser las provisiones de alguien más.
Rachel: Puede que no...
Rachel: Confié que no lo sería.
Michael: ¿Te has dado cuenta que eso es de todo lo que hablamos?
Michael: Comida...
Michael: Había olvidado como se sentía.
Rachel: Yo también.
Rachel: Esperemos que podamos olvidarlo nuevamente, pronto...
Michael: Estamos cerca... Solo nos faltan unos minutos más.
Michael: Si hay gente recibiendo personas, debe ser un grupo fuerte. Tienen que tener un sistema.
Rachel: Me pregunto si ese sitio es real...
Michael: Nosotros dejábamos entrar a la gente.
Michael: Pero ese lugar ya no está...
Don Percival (Apuntando a Michael con su pistola silenciada): Oh, pobrecito...

La facción de la Merryweather comienza a salir entre los edificios de Cypress Flats. Los hombres comienzan a desarmar al dúo, mientras que uno de ellos observa a Tracey por la ventana del coche.

Don Percival: Lo arruinaste, Michael. Nuestro trato, lo arruinaste...
Don Percival: Hoy es un día para ajustar cuentas... Día de restitución. Un balance a todo el universo.
Don Percival: Diablos, y yo que pensaba cambiarlo para el día de acción de gracias...
Don Percival: ¡Ahora, ¿quién va a realizar la cuenta regresiva?! ¿Yo?
Don Percival: De acuerdo...
Don Percival: Diez... Nueve... Ocho... Siete... Se...
Trevor: ¡Don!

En ese momento, llega Trevor por detrás del coche, sorprendiendo tanto a Michael como a Rachel y Tracey.

Trevor (Viendo a Michael): Espera...
Don Percival: Me has detenido en seis, Trevor.
Trevor: Solo, espera...
Oscar (Apuntando con su pistola silenciada a Rachel): Este es el tipo que mató a Larry, no hay nada de qué hablar.
Don Percival: El asunto de hoy día es que tenemos mucho tiempo para perder.
Don Percival: Di lo tuyo, Trev.
Trevor: Estas personas... Son buenos. Déjalos ir.
Don Percival: Yo... Yo creo que Larry difiere en este tema.
Don Percival: Por supuesto, yo tengo que hablar por él. Porque nuestro amigo, Michael, lo asfixió en una habitación.
Trevor: Quieres sangre, lo entiendo...
Trevor (Arrojando su ametralladora al suelo): Pues toma la mía, hombre. Vamos...
Don Percival (Descepcionado): Tú dices que Michael es una buena persona... En eso mientes. ¡Está mintiendo!

Dos de los hombres de Percival golpean sorpresivamente a Trevor, comenzando a darle una paliza al hombre. Otro miembro de la milicia aprovecha para sacar a Tracey del vehículo, arrojándola al pavimento e intentando dominarla.

Michael: ¡Dejen a mi hija en paz!
Don Percival: Tranquilo, tranquilo...

Rachel, por instinto, también intenta ponerse de pie. Pero es detenida por Oscar.

Oscar: Ya te daremos lo tuyo... Solo debes esperar.

Por otro lado, Michael intenta convencer a Don Percival que dejen a los demás en paz.

Michael: Escucha, fui yo. Solo fui yo...
Don Percival: ¿Ven? Eso es verdad, no una estúpida mentira. Ahora solucionaremos esto, somos hombres razonables.
Don Percival: Primero mataremos a Trevor a golpes, luego la chica tendrá un agujero en la frente, nos divertiremos con la chica antes de matarla... Y luego te dispararé a ti y estaremos a mano.
Michael: Déjalos ir...

El hombre de Percival que tiene a Tracey en el suelo intenta desabrocharle el cinturón del pantalón, estando dispuesto a abusar sexualmente de la muchacha. Esto hace que Michael estalle de ira y golpee a Percival con un cabezazo en la mandíbula, haciendo tambalear al miliciano. Michael se pone rápidamente de pie e intenta golpear a Don Percival, quien lo bloquea y de un golpe vuelve a dejarlo en el suelo.

Don Percival: ¡Ahora será mucho peor!

Michael ve la terrible situación en la que se encuentran y vuelve a ponerse de pie, arrojándose contra Percival, quien logra sostenerlo con los brazos.

Don Percival (Sosteniendo a Michael): ¿Y qué harás ahora, cabrón?

Michael, sin otra alternativa, muerde el cuello de Percival, arrancándole la yugular en el acto. El líder de la facción de Merryweather cae al suelo, agonizando dolorosamente. Rachel aprovecha la conmoción de los demás milicianos y toma la pistola de Oscar, matándolo de un disparo con la misma. Luego, mata a uno de los agresores de Trevor, quien se ocupa del otro con sus propias manos. Michael toma la daga del ya muerto Don Percival y con ella, procede a apuñalar al aterrorizado miliciano que intentó abusar de Tracey repetidas veces en el pecho. La terrorífica escena es vista por todos los sobrevivientes.

Minutos después, Michael se limpia las machas de sangre la cara con un pañuelo mojado que Trevor le entrega. Mientras tanto, Michael y Trevor se adelantan de Tracey y Rachel para hablar en privado.

Trevor (Refiriéndose a la facción de Merryweather): No sabía como eran...
Michael: ¿Cómo terminaste con ellos?
Trevor: Estaba con Amanda, escapamos juntos... Estuvimos juntos un tiempo.
Michael: ¿Está muerta?
Trevor: Nos separamos...
Trevor: Después, me encontraron cuando buscaba a Amanda. Sabía que no eran buenos, pues son reptilianos. Pero tenían un código para sobrevivir. Era simple, estúpido... Pero era algo.
Michael: Estabas solo...
Trevor: Hace unas horas me dijeron que estaban buscando a un tipo... Iba a detenerme. Iba a irme.
Trevor: Pero me quedé. Y entonces vi que eran ustedes tres.
Trevor: Justo cuando me miraste... No sabía que podrían hacer...
Michael: No es tu culpa, Trevor. No es tu culpa...
Michael: Estás con nosotros ahora, eso es lo que cuenta.
Michael: Eres mi hermano... Sin importar lo que hemos vivido.
Trevor: Lo sé...
Trevor: Lo que hiciste anoche... Pudo hacerlo cualquiera.
Michael: No, no cualquiera.
Trevor: Estábamos en problemas. Así no eres tú.
Michael: Trevor, te contaron lo que te hice hace unos días. Y también el año pasado. No soy así enteramente, pero así soy ahora.
Michael: Por eso sigo vivo, por eso Tracey sigue viva... Solo tengo que aceptarlo.
Michael: Quiero mantener a mi hija a salvo... Es todo lo que me importa.

Bajo un puente acercándose a SAFETY, Michael cava un hoyo, guardando una bolsa con armas (Incluída su [[Pistola de combate|pistola). Posteriormente, entierra la bolsa y todos juntos reanudan su camino.

Michael (A Trevor): Solo por si acaso...

El grupo finalmente llega a SAFETY, siendo recibidos por Franklin y los demás en la entrada. Michael se alegra de ver a la mayoría del grupo reunido, y también al ver nuevos sobrevivientes.

Franklin: ¡Mike!
Michael: Me alegro que estén bien...
Zoey (Refiriéndose a sus nuevos compañeros): Ellos son nuestros amigos... Nos ayudaron en el camino.
Trevor: Ahora son nuestros amigos.
Anthony: Bien, que bueno que estemos todos aquí. Vamos, tenemos que ver a los demás.

El grupo ya reunido se dirige al edificio principal. Al ingresar, ven a un hombre joven caucásico de cabello negro corto con un bigote mostacho negro. El joven viste de una camisa de cuadros verde/roja, jeans azules y botas marrones. El hombre se presenta con el grupo.

Hombre: Oh, vaya... Los he visto por la ventana.
Hombre: Creí que Kate estaría abajo...
Hombre: Bien, bienvenidos a SAFETY. Mi nombre es Noah. Puedo ver que llevan un largo tiempo en la carretera.
Franklin: No me lo vas a creer, pero sí.
Noah: Como sea, ya están a salvo, y están aquí. Síganme, los llevaré a un lugar donde se pondrán cómodos. Síganme...
Michael: De acuerdo... Vamos.

El grupo de Michael sigue a Noah hacia el exterior, quien los adentra en el refugio. Mientras caminan, Trevor comienza a hacer preguntas al joven.

Trevor: ¿Por qué dejan entrar a la gente?
Noah: Cuanto más gente entra nos hacemos más fuerte.
Trevor: ¿Cuanto son? Por lo que veo, no hay mucho espacio para todos.
Noah: Oh, créeme, a donde los llevo, es mucho mejor.
Michael: Y bien... ¿Adónde vamos?

Noah gira repentinamente y se mete entre los contenedores. El grupo de Michael se sorprende de lo que ve. Alrededor del grupo se puede observar a una gran multitud de personas apuntándoles con rifles automáticos. El grupo también apunta a las personas con sus armas, pero son superados en número. Michael, un poco furioso, ve como Noah se coloca sobre un contenedor mientras que otros dos hombres abren las puertas de este.

Noah: ¡Hagan una fila!
Noah: Una cierta cantidad entrará al contenedor en donde estoy parado. Y la otra, la de al lado.
Noah: Pero primero... ¡Arrojen sus armas! No tienen oportunidad contra nosotros.
Michael (Apuntando a Noah): ¿Y si te digo que no?
Noah: Uno de nosotros seguramente morirá. Pero eso no evitará que matemos a todos... Hemos tenido práctica.
Noah: ¡Arrojen sus armas y que seis entren a un contenedor! Los demás, vayan al otro. ¡Ahora!

El grupo obedece y todos arrojan sus armas al suelo. Michael, Trevor, Tracey, Rachel, Edward y Anthony ingresan a un contenedor, mientras que los demás son llevados al otro contenedor.

Noah: ¡Descansen ahora! ¡Mañana los pondremos a trabajar!

Epílogo: SAFETY[]

El grupo finaliza el trayecto a SAFETY. Un grupo se muestra pacífico ante Michael.

El pequeño grupo integrado por Michael, Trevor, Tracey, Ron, Rachel y Malcom ingresa al contenedor, mientras oyen los gritos de Noah de fondo. Luego de que se cierren las puertas, Michael observa por una apertura del contenedor a los residentes de SAFETY bajando sus armas mientras que los demás miembros del grupo ingresan al otro contenedor.

Anthony: Este lugar nos costó la misión.
Trevor: ¿Misión?
Anthony: Ya no importa... Conozcámonos el tiempo que nos queda...
Michael: No...
Michael (Vuelve a observar el exterior por la apertura): Se sentirán muy estúpidos cuando se den cuenta.
Anthony: ¿De qué?
Michael: Se han metido con la gente equivocada.

Referencias[]

  1. La misma que mató a Hernandez y estuvo presente en la batalla.
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