Grand Theft Encyclopedia
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Obras
Esta historia todavía no está terminada. GoycoGTA está terminándola.
Por favor, antes de realizar correcciones mayores o algún otro cambio, avisa al autor de la historia o a quienes estén trabajando en ella, para poder coordinar la redacción. Si la historia no ha sido editada después de un tiempo considerable, se le dejará un aviso en el muro del autor sobre ello y si no responde en el plazo de una semana dicha historia será borrada.



Esta entrega de la saga, que es la segunda, nos relata el presente de un Bernardo mayor, maduro y sensato, que debe afrontar una dura prueba que le pone el destino: Descubrir al asesino de su mujer.

También, entre otras cosas, habrá momentos muy emotivos. Ahora sin más, los voy a dejar con esta historia.

NOTA: Cualquier sugerencia o cualquier cosa que quieran que mejore, déjenme un mensaje en mi muro.

Capítulo 1: Otra vez en acción

Buenos Aires, Argentina, 31 de diciembre de 1999

Hoy es Nochevieja en Argentina y, como en todos lados, había fiesta en la Residencia Máspoli. El anfitrión era nuestro protagonista anterior, Bernardo. Sentado en una reposera en el patio de la casa, Bernardo miraba los fuegos artificiales junto con sus allegados.

Bernardo: Otro siglo se termina.

María: Si. Es increíble que este viejo mundo haya soportado tanto.

Bernardo: Y que lo digas. No entiendo como han pasado 2000 años sin que la civilización se haya venido abajo.

En ese momento, Bernardo se pone reflexivo y habla en sus pensamientos.

Bernardo: (Pensamiento): Ya pasaron 13 años, viejo. 13 años desde tu partida. Nunca dejé de pensar en todo lo lindo que vivimos juntos. Tampoco me olvido de vos, Alberto. Casi 10 años sin vos. Pero, mirame, todo lo que hice lo hice por vos y mi viejo.

María, su esposa, lo despierta de un coscorrón.

María: ¡Reaccioná, pavo!.

Su hijo, Faustino, no podía parar de reírse.

Bernardo: ¡Auch! Eso duele, Mari.

María: Bueno, te quedaste ahí tildado, jaja.

Bernardo: No hagas más eso.

María: Ay bueno, malaonda.

En eso se escucha una frenada de auto en la entrada de la casa. Era Marzolini, el consigliere de Bernardo y su fiel mano derecha.

Marzolini: Señor, los Anchorena vienen a atacar. Avisaré a los muchachos.

Bernardo: Gracias Martín.

Faustino: ¿Qué pasa, papi?

Bernardo: Nada, hijo.

María: Cuidate,

Bernardo: Obvio. Vos refugiame al nene que yo me encargo.

Bernardo: (pensamiento) ¿Pero será que no puedo pasar el año nuevo en paz?

Pero Bernardo estaba muy lejos de imaginar lo que estaba por ocurrir.

Capítulo 2: Paz corrompida

Buenos Aires, Argentina, 1 de enero de 2000.

Los Anchorena se estaban acercando. Sus hombres venían fuertemente armados con AK-47 y Tec-9. Venían montados en Kurumas rojos.

Bernardo: ¡Mueran, putos Anchorena!

Soldado de Anchorena: Callate, gil. Te vamos a terminar matando, jaja.

Bernardo: ¿Ah, si?

Y en ese momento, lo mata de un tiro en la cabeza.

Marzolini: ¡Señor, traen refuerzos!

Bernardo: Saquen la artillería pesada

Marzolini: Ok

Y Marzolini y 5 mafiosos sacan 3 Miniguns y 10 Lanzacohetes. Una vez sacado el armamento, se disponen a batallar.

Mientras tanto, en la Residencia Máspoli...

Faustino: ¿Por qué papi demora tanto?

María: Ehhh... se fue a comprar cigarrillos.

Y entran allí 5 soldados de Anchorena, que maniatan a María y Faustino. Una vez finalizado el tiroteo, Bernardo entra en la casa para calmar a su familia. Pero cuando entró a la casa, se encontró con un macabro escenario.

Bernardo: Ya está, fami... ¿Qué carajo?

Encontró a su esposa fusilada y a su hijo maniatado.

Faustino: (entre llanto) Papi, papi, mamá esta muerta

Y se ponen a sollozar los 2. En eso, entra Marzolini

Marzolini: Lo siento, señor.

Bernardo: Está bien. Llamá a la funeraria.

Marzolini: Si señor.

Bernardo (pensamientos): Lo van a pagar, putos Anchorena. Esta paz está corrompida.

Faustino: ¿Qué vas a hacer ahora papá?

Bernardo: Iré a fumar un cigarrillo.

Cuando salió al patio, escuchó a alguien susurrarle

???: Ey, vos

Bernardo: ¿Quién sos?

???: Un viejo conocido

El extraño se saca la capucha y revela el rostro de nada mas y nada menos que de Alberto, su amigo de la infancia.

Bernardo: ¿Qué carajo? Vos estás muerto hace 10 años.

Alberto: Se ve que no.

Bernardo: Será mejor que te expliques.- Y le apuntaba con una Desert Eagle.

Alberto: Tranquilo, muchacho. Verás, cuando me "dispararon", logré escapar a los rastrones, robar un auto y salir de allí. No tuve las agallas para decirte de mi supervivencia. Este tema me comió los sesos durante 10 años. Ahora, si querés matarme, lo comprendo.

Bernardo: No puedo dejarte morir, sos mi mejor amigo. Hace 20 años que nos conocemos.

Alberto: Sabía que me entenderías.

Y, con un abrazo, sellan este maravilloso reencuentro.

Alberto: Estoy al tanto de lo de recién, y te doy mi más sentido pésame. Mirá, vamos a llamar a dos viejos amigos, que estarán encantados de ayudar.

Bernardo: ¿Quiénes? ¿Pepe y Nacho?

Alberto: No, bobalicón, ya verás. Esperame en la entrada. Permitime tu teléfono.

Bernardo: Ok.

Tras 15 interminables minutos, Alberto vuelve con agradables noticias.

Alberto: Buenas noticias. Los dos llegarán mañana al mediodía a Ezeiza.

Bernardo: ¿Me decís quiénes son?

Alberto: Bancatelá hasta el mediodía.

Bernardo: Fooo... está bien

Alberto: ¿Puedo dormir acá esta noche?

Bernardo: Si

Alberto: Feliz año, amigo.

Bernardo: Igualmente

Tras estas palabras, los amigos se adentran en la casa para tomar unas cervezas y descansar

Bernardo: ¿Te apetece una cerveza?

Alberto: Seguro

La cámara se aleja y concluye este emotivo episodio.

Capítulo 3: Reencuentros

Buenos Aires, Argentina, 1 de Enero de 2000, 11:24 AM

Bernardo y Alberto se estaban bebiendo un café en el comedor cuando suena el teléfono.

Alberto: Yo contesto.

Después de 5 minutos, Alberto vuelve.

Alberto: Vamos a Ezeiza. Nuestros refuerzos ya llegaron.

Bernardo: Me carcome la duda de quienes son nuestros refuerzos.

Alberto: Aguantá 10 minutos.

Abordan un Perennial azul y toman rumbo a Ezeiza.

???: Miralos, allá están.

???: ¿Qué esperamos? ¡Vamos!

Los misteriosos sujetos se acercan al par de amigos

Bernardo: ¿Quiénes son?

???: ¿Ya nos olvidaste?

Se quitan las capuchas y revelan ser Tommy Vercetti y Carl Johnson, sus viejos amigos. Tommy tenía un aspecto de veterano, con visibles canas, y CJ estaba un poco excedido de peso. Tras los consabidos saludos de Año Nuevo y darle el Pésame a Bernardo, los cuatro se dirigen a la casa de Bernardo.

Mientras tanto, en el coche...

Tommy: 10 años ya. Parece mentira

CJ: Realmente, como ha pasado el tiempo. Ya hemos entrado en el siglo XXI.

Tommy: ¿Quién lo diría? Yo, que fui el chico malo, soy un tipo racional y pacífico

CJ: Eso te pasa por entrar a los 50, jaja.

Tommy: Si no te matan, vos también vas a llegar a los 50. En realidad tengo 48.

CJ: Y yo 28

Bernardo: De acuerdo, no interesan sus edades. Tenemos asuntos más importantes de que encargarnos.

Tommy: ¡Aburridoooo! - Emulando una frase que suele decir Homero Simpson

CJ: De acuerdo, aguafiestas.

Y los 4 van riéndose en el auto, rumbo a la casa de nuestro personaje.

Bernardo: ¿Les apetece algo?

CJ: Pizza

Tommy: Buena idea

Bernardo: Les dejo el número de la pizzería. Yo traigo cervezas. ¿Cuál prefieren? ¿Brahma o Quilmes?

Todos: Quilmes

Bernardo: OK, Quilmes gana.

Y tras una carcajada general, Bernardo va a conseguir unas cervezas. En un semáforo, 2 tipos muy extraños intentan atracarlo.

???: Ahora sos boleta...

Antes de que pudiera decir algo más, el ladrón estaba noqueado en el suelo, mientras que el otro huyó despavorido de la escena.

Bernardo: La próxima me traigo una 9mm.

Tras conseguir cervezas y comer pizza, nuestros personajes se dedican a jugar "truco", famoso juego de naipes argentino.

Bernardo: Truco

CJ: Quiero retruco

Y tras perder la ronda, y por consiguiente, el juego, los muchachos se disponen a hablar de la repentina reaparición de Alberto

CJ: Aún no me trago el que hoy estés aquí. Yo te ví morir.

Alberto: La bala no me pegó en la cabeza, me rozó. Logré huír pero todos me dieron por muerto. Yo traía chaleco antibalas, lo que me permitió vivir.

Tommy: Realmente increíble.

Alberto: Muy surrealista.

Bernardo (bostezando): Mejor vamos a descansar, ¿Les parece?

CJ: Me parece buena idea. Yo estoy muy agotado.

Tommy: Yo igual.

Bernardo: 2 a 0. Descansen bien.

Tras saludarse, los cuatro amigos se van a sus aposentos.

Capítulo 4: Iniciando la investigación

Tommy, CJ, y Bernardo están durmiendo en sus habitaciones, cuando escuchan un grito proveniente del living. Era Alberto

Bernardo (somnoliento): ¿Vos sos loco? Creí que te pasaba algo.

Alberto había gritado un gol de River Plate, su equipo, que ganaba 1 - 0 sobre Boca Juniors, el equipo de Bernardo.

Alberto: Si ya sabés que cuando juega River yo pego esos gritos.

Bernardo: Yo soy bostero fanático y no pego esos gritos.

Tommy: Yo miraría las eliminatorias para el mundial.

CJ: ¿Mirando soccer? Yo prefiero el futbol americano.

Bernardo: Típico de los estadounidenses. Siempre degradando el fútbol.

Y tras un momento de risas, otro gol, esta vez de Boca, que empataba el partido.

Bernardo: HA HA - Repitiendo la popular muletilla de Nelson Muntz en los Simpsons.

Alberto, con notable bronca, apaga el televisor.

Alberto: Bueno, amigos, ¿no tenemos que empezar a investigar?

Bernardo: Están calientes las gallinas

Y Alberto le amaga una trompada que Bernardo logra esquivar.

Bernardo: Está bien, vamos a ver cómo podemos llegar hacia Don Anchorena sin que nos maten en el proceso.

Tommy: Emm... Yo conozco a un distribuidor de armas ilegales. Nos hará buen precio. Es un tipo medio loco que vendía armas en Liberty. Seguro nos ayudará.

CJ: ¿Son armas de calidad?

Tommy: ¡De muy buena calidad!

Bernardo: ¿Donde está su garito?

Tommy: En Liniers, cerca del mercado.

Bernardo: Vamos para allá, pues.

Abordan un Centinela XS verde y salen hacia Liniers. Tras media hora de interminable viaje, nuestros compañeros arriban al garito. Tommy va a hablar con el vendedor.

Vendedor: ¿Qué desea, amigo?

Tommy: ¿Ya olvidaste a tu viejo amigo?

Vendedor: ¿Tommy? ¿No te habían matado en 1995?

Tommy: Es un rumor barato. Phil.

Efectivamente, nuestro vendedor era Phil Cassidy. Ahora lucía viejo y obeso. De más estaba decir que seguía manco.

Tommy: Estás demasiado obeso, jeje.

Phil: ¡Callate, bobo! Vos tampoco estás en muy buena forma que digamos.

Tommy: Ya, ya. Estamos acá para preguntarte si querés ayudarnos a matar un sujeto.

Phil: ¿Dijiste "matar"? Contá conmigo.

Tommy: Vamos a necesitar muchas de tus mejores armas.

Phil: Tengo varias MP5, 3 M60, 2 Rifles de francotirador militar, unas cuantas M4 y AK-47, y la joyita, 3 Desert Eagles.

Tommy: ¿Cuánto querés por todo?

Phil: Emmm... 25 de los grandes.

Tommy: De acuerdo. También necesitamos un tirador experto, ¿te apetece mi oferta?

Phil: Estoy manco... pero la calidad, intacta. Me apunto.

Tommy: Excelente- y se retuerce los dedos, imitando al Sr. Burns en Los Simpsons.

CJ (Desde el auto): Dejá de mirar Los Simpsons, ya estás imitando a todos los personajes.

Tommy: Es adictivo

CJ: Ya callate y traé las armas

Tommy: Bueno, está bien.

Le entrega a Phil los 25 mil pesos.

Phil: ¿Adónde las llevamos?

Bernardo (bajándose): A mi almacén en La Boca.

Phil: Mis muchachos las llevarán en ese camión.

Les señala un Barracks OL color verde militar.

Bernardo: Si querés podés quedarte en mi residencia. Vamos a necesitar a todos los artífices juntos.

Phil: Acepto.

Alberto: ¿Terminaron?, quiero ver el partido de River.

Bernardo: Ya vamos, quejón.

Abordan el coche y vuelven a la Residencia Máspoli. Cuando llegan, pasan al salón principal, donde empiezan a conversar de estrategias.

Bernardo: ¿De donde sacás esas armas?

Phil: Verás, yo serví al ejército en Vietnam. En 1968 esos putos Charlies me cortaron un brazo mientras estaba preso en un cochinero suyo. Tengo contactos con los altos mandos, y ellos me envían toda la mercancía.

Tommy: Vos nunca pisaste el Ejército, y el brazo lo perdiste por un accidente con Boomshine. ¿Te acordás?

Bernardo: ¿Qué es el Boomshine?

Tommy: Una bebida mitad licor mitad bomba que creó Phil.

Phil: Hace años me deshice de esa cosa.

Tommy: ¿Ah, si? ¿Qué coño es esto, entonces? - Mientras le enseñaba una botella de Boomshine que sustrajo del garito.

Phil: Bien, pero lo dejé en el 93. Y lo retomé en el 98.

Tommy: Si, claro.

Alberto: Dame un poco, quiero probar

Tommy: Bueno, pero no es tan sabroso.

Phil: Epa.

Tommy: Es un condenado chiste, panzón.

Alberto (escupe el trago): Esto sabe a vodka mezclado con bourbón.

Bernardo: Cállense, cállense, cállense que me desespeeeeeeeeeeeeeeraaaaan. - Imitando a Quico, de El Chavo del 8.

Alberto: Después me dice calentón a mí.

Bernardo: Es que sigo alterado por lo de anoche.

CJ: Ya, chicos.

Bernardo: OK, hemos llegado. Ahora vayamos a mi cuartel.

En ese momento aparece Marzolini, para abrirles la puerta del garage. En ese interín habla con su jefe.

Marzolini: Tengo datos de los Anchorena que valen oro, ¿podría participar?

Bernardo: Si. Enviá a 10 hombres que vigilen todo el perímetro.

Marzolini: Ya mismo.

Tras enviar a los matones, Marzolini y el resto del grupo entra en el cuartel para hablar sobre estrategias.

Marzolini: Bien, tengo entendido que los Anchorena planean un ataque a la mansión, por lo que recomiendo que nos preparemos muy bien.

Bernardo: ¿De cúantos hombres disponemos?

Marzolini: 100, señor.

Bernardo: Poné 40 para proteger la mansión, 10 más para vigilar los negocios y al resto que vigilen los almacenes de armamento.

Marzolini: Perfecto, ya mismo pondré en servicio a los muchachos.

Marzolini se retira.

Alberto: Creo que con estos datos es suficiente para defendernos de cualquier ataque.

CJ: Olvidé mencionarlo. Mi hermano, Sweet, ha venido en otro vuelo, junto con integrantes de los Grove Street Families. En total, vinieron 30, contándolo. Es experto en conducción y tiroteo.

Tommy: ¿Acaso fue militar o algo así?

CJ: No, pandillero de toda la vida.

Tommy: Igual, nos servirán él y sus hombres.

Bernardo: ¿Y...donde se hospedan?

CJ: En un complejo en González Catán, partido de La Matanza.

Alberto: Me ofrezco a traerlos, pero necesito un vehículo grande.

Bernardo: Usá ese camión de allá - Le señala un Phantom con acoplado.

Alberto: Ese está joya. ¿Alguien me acompaña? Digo, por las dudas me ataquen.

Bernardo: Yo voy. CJ, Tommy, ayuden a Marzolini.

Tommy: OK.

Tras esto, los amigos suben al camión mientras conversan por el camino.

Bernardo: ¿Dónde te refugiaste estos 10 años?

Alberto: Estuve viviendo en un cutre departamento en Rosario, Santa Fe.

Bernardo: ¿Cómo sobreviviste?

Alberto: Trabajé como mecánico en un taller, además, fui arquero de Tiro Federal en mis tiempos libres. Eso sí, en la reserva, jaja.

Bernardo: Lo mejor de todo esto es que no te guardo rencor alguno.

Alberto: Hice mal en desaparecer. Pero me llevó 10 años tomar coraje...y dar la cara.

Los amigos llegan a González Catán.

Bernardo: ¿Será aquel el complejo? - Le señala un conjunto de 6 casas.

Alberto: Sí, es ese.

Detienen el camión en la entrada. Golpean la puerta en la casa principal. Un hombre negro, corpulento y vestido de verde les atiende.

???: ¿Qué desean?

Bernardo: ¿Es usted Sweet Johnson?

Sweet: Si, soy yo. Y vos debés ser Bernardo. CJ me ha hablado mucho de vos.

Alberto: - Interviene en la charla- Ya habrá tiempo de presentaciones. Ahora, queremos saber si está dispuesto a ayudar en la cruzada contra los Anchorena.

Sweet: Si, esos malditos mexicanos casi me vuelan el culo. Cuenten conmigo y mis hombres.

Bernardo: Genial, llamalos y suban al camión.

Sweet: OK.

Tras subirse todos al camión, parten de nuevo a Buenos Aires.

Capítulo 5: Interludio Primero.

Subcapítulo 1: ¿Qué fue del hijo de Bernardo?

¿Qué ha pasado con el pequeño Faustino, después de presenciar la muerte de su madre? En este episodio, se cuenta qué es de su vida tras este macabro hecho.

Rosario, Santa Fe, 2 de Enero de 2000. 4:53 PM.

En el jardín de una casa de campo, un hombre mayor, de unos 60 años, tomaba mate recostado en una reposera, mientras un chiquillo jugaba alegremente con su mascota. Este chiquillo era Faustino Máspoli, hijo del protagonista, y el viejo sentado en el sillón era Alejandro Farías, su abuelo materno.

Faustino (Pensamiento): Me pregunto qué estará haciendo mi papá.

Alejandro: Faus, ¿en qué estás pensando?

Faustino: Emm... en nada... nada.

Alejandro: Voy a comprar unos remedios, Portate bien

Faustino: Ya lo se, abuelo.

Alejandro: ¡Qué buen muchacho!


Rosario, Santa Fe, 3 de Enero de 2000, 3:12 AM

Faustino y su abuelo se encuentran durmiendo en sus respectivos dormitorios, pero, en ese momento, Alejandro oye gritos provenientes de la habitación de su nieto. Ni lerdo ni perezoso, corre hacia la habitación del niño, que se encuentra llorando en un rincón.

Alejandro: ¿Qué pasa? ¿Por qué llorás?

Faustino: Tuve una pesadilla por lo de antes de ayer - y empieza a llorar desconsoladamente-

Alejandro: Vení para acá - y le da un abrazo -. Hoy, te permito quedarte despierto un rato para que estés mejor, pero sólo hoy, ¿estamos?

Faustino: OK.

Abuelo y nieto se abrazan y se van, uno hacia el living, y el otro a descansar.

Frase de remate: "Cuando quiere, la vida es dura".

Capítulo 6: Planes para el ataque.

Buenos Aires, 3 de enero de 2000, 8 AM

El día pintaba para quedarse dentro, puesto que llovía a cántaros. Bernardo y los demás están desayunando en el living.

Bernardo: Pinta flojera para hoy, ¿no creen?

Tommy: ¿Dijiste flojera? Claro que sí.

Alberto: Quiero ver los resultados del partido, si no les molesta.

Toma el control remoto y pone el TyC Sports, donde daban el resultado.

Alberto: ¡Mierda! Con Palermo y Riquelme, nos pasaron por arriba.

Efectivamente, Boca Juniors ganó 4 - 1 sobre River Plate, con dobletes de los ya mencionados jugadores. Una carcajada general entre los presentes.

Bernardo: Si siguen así, se van a la B, jaja.

Alberto: ¿No tenemos que investigar?

Bernardo (cantando): Las gallinas son así, son las amargas de la Argentina...

CJ (cantando): Cuando no salen campeón, esas tribunas están vacías...

Tommy: Jajajaja.

Phil: ¡Muerte a Boca!

Bernardo: Redimite, vejete. Boca es el más grande.

Phil: Ufff, por eso odio el fútbol.

Otra carcajada general se desata en el living.

Bernardo: Ahora sí, a investigar.

El grupo pasa a un salón amplio, donde se ponen, finalmente, a discutir una gran estrategia.

Bernardo: ¿Qué puede ser bueno para empezar?

Alberto: Para mí, debemos empezar tomando sus territorios.

Bernardo: ¿Trajiste al hermano de CJ y sus pandilleros?

Alberto: Si, están en un complejo, cerca de tu almacén de armas, pero en Nueva Pompeya, cerca del límite con La Boca.

Bernardo: Excelente, tengo un contacto en Rosario, quien puede aportar hombres.

Tommy: ¿Cuántos hombres seríamos?

Bernardo: Descontándonos a nosotros 6...

CJ: Un momento, somos 5 aquí, ¿por qué decís 6?

Bernardo: Por Marzolini, el también estará. Retomando las cuentas, 100 hombres míos, más los 29 GSF, son 129, porque Sweet también lo descontaremos, siendo 7 en nuestro grupo...

Marzolini interrumpe en la reunión

Marzolini: Disculpe, jefe. Pero tiene una llamada en la Residencia.

Bernardo: De acuerdo, espérenme aquí.

Bernardo llega al teléfono

Bernardo: ¿Diga?

???: ¡Bernardo! ¿Cómo estás, viejo amigo?

Bernardo: ¡Pepe! ¡Qué gusto hablar con vos, amigo!

Pepe: El gusto es mío, pero, vayamos al grano. Me enteré por Nacho de tu cruzada, así que decidí unirme y enviarte hombres, si querés, claro está.

Bernardo: ¡Bienvenidos sean! Vengan a Buenos Aires.

Pepe: De acuerdo, iremos 50 personas; 49 soldados míos y yo, ¿te parece?

Bernardo: Claro.

Pepe: Antes de cortar, Nacho también quiere unirse a la cruzada y enviar hombres, ¿puede?

Bernardo: Si, claro que sí. Quiero que lleguen a primera hora mañana, si no es mucha molestia.

Pepe: No lo es, de hecho, ya estamos por salir. Nacho enviará 25 hombres, incluído él.

Bernardo: Perfecto, los espero mañana a primera hora.

Pepe: Adiós, hermano.

Bernardo: Adiós.

Corta la llamada y vuelve al cuartel.

Bernardo: Era Pepe, viejo amigo y mafioso, como yo. Dice que viene mañana a primera hora con 50 hombres. También, vendrá Nacho, otro amigo, con 25 hombres más. Entonces, 100 hombres míos, más los 29 GSF, son 129, sumados a los 49 de Pepe, serán 178. Contando a los de Nacho, serán 202. Y con nosotros 8, seremos 210, puesto que Pepe y Nacho serán de nuestro equipo.

CJ: Wow, con esa cantidad de hombres, esos Anchorena serán polvo en 15 minutos.

Phil: ¿No es obvio? Los haremos añicos.

Tommy: Ahora, lo que falta es, ¿qué tipo de estrategia usaremos?

Bernardo: A eso quería llegar; durante estos 3 días, estudiaremos sus movimientos y, el día 6, los atacaremos, formando una especie de golpe comando.

Alberto: Muy buena la táctica, la mejor, casi de película.

Bernardo: Bueno señores, podemos retirarnos y descansar.

Todos vitorean la decisión de Bernardo y se retiran a descansar.

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