Grand Theft Encyclopedia
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En episodios anteriores de 80th Vice...[]

...

Brian Forbes: ¡Este caso es de la DEA!

Sonny: Llevamos vigilando a Victor Vance un tiempo. Este caso es nuestro.

Rafael: Sí, tú no tienes autoridad para decirnos lo que tenemos que hacer. Vete a tus oficinas y deja el trabajo de calle para nosotros.

Brian Forbes: Vance es mío, llevo vigilándole desde que le echaron del Ejército de Vice City por tener drogas bajo su litera.

Sonny: Y yo llevo vigilándole desde que se reunió con un conocido traficante en su barco, desde que puso un pie en la calle.


...


Sonny: ¿¡Qué hace usted aquí!? ¡Márchese!

Brian Forbes: Sólo venía a decirles que ya he entablado contacto con los Vance y he logrado infiltrarme entre ellos. Estoy dentro, y ustedes no tiene nada.


...


Los Vance salen del deportivo y sacan a Forbes del suyo, para llevarlo a un lugar que Lance denomina "un edificio abadonado".

PalL3

Lance: Tengo un lugar donde podemos llevarlo. Vamos

Vic: Esto no lo veo claro. Lance.

Lance: O esto o nos los cargamos. ¿Tú que crees, Forbes?

Brian Forbes: Eh, yo sin duda prefiero esto.

Lance: Dejesmole que sude un poco. Volveremos... No te mueras, colega.


...


Perkins: Han encontrado al agente Forbes. Está muerto, seguramente al intentar escapar.

Sonny: Mierda... - Rafael le dio cun codazo a Sonny y le guiñó el ojo - bueno, si comprobamos las cintas del parkins...

Simmons: Ya las hemos comprobado, no hay nada, no se les ve abriendo fuego.

Rafael: Mierda...

Sonny: ¿Y ahora cómo seguimos?

Perkins: Ustedes no siguen.


...


Introducción[]

left

Video:Intro 80th Vice


Con la aparición especial de[]


Último encuentro[]

Lugar: Despacho grande, Comisaría de Washington Beach


Sonny: Bien, Perkins, ¿A qué ha venido aquí?

Teniente Rodríguez: Sí, por favor, y hable despacio.


Rafael sonrió, Switek y Zito también rieron un poco.

Perkins: Bien, de acuerdo. Desde la última vez que nos vimos, Vance ha forjado un imperio criminal bastante potente. Está asociado con el Cartel de Díaz y en guerra con el Cartel de los Méndez.

Rafael: Sí, eso ha provocado una pequeña guerra en las calles.

Simmons: Bien. Parecía que Vance había cortado la relación con Méndez, pero estos han cometido el error de matar a su novia, Louise Cassidy - Simmons dejó una foto a la mesa.


Louise Cassidy VCS4


Sonny: Y creen que Vance querrá vengarse.

Perkins: No es que lo creamos, es que lo sabemos.

Rafael: De todas formas, el edificio de los Méndez está muy bien fortificado. Entrar pegando tiros sería un suicidio. Si eso es lo que se propone, está muerto.

Perkins: Resulta... que que alguien hizo explotar un camión a la entrada de la Base aérea de Fort Baxter, lo cual aprovechó Victor Vance para robar un helicóptero militar Hunter de dicha base. - Perkins mostró otra foto.


Hunter VCS.


Perkins: Este helicóptero es lo último en tecnología militar. Está armado con unas ametralladoras tan potentes que destrozarían en segundos un coche blindado de esos que utilizan los equipos especiales.

Simmons: Por no hablar de que está equipado con misiles tierra-aire.

Rafael: No me lo diga... Vance quiere destrozar a misilazos el edificio de los Méndez.

Perkins: Eso creemos. Hemos dado la alerta general a las patrullas aéreas, si ven ese helicóptero volando darán el Código rojo inmediatamente.

Sonny: De todas formas... un helicóptero con semejante arsenal no pasa desapercibido. ¿No saben dónde lo han escondido?

Perkins: No. Estamos a ciegas. De todas formas, no olvidemos que está asociado a Ricardo Díaz, el pez gordo de la ciudad. Si Díaz quiere esconder algo, segurá escondido hasta que quiera sacarlo a la luz.

Rafael: Entonces, lo que necesita es nuestra ayuda para encontrar dicho helicóptero antes de que Vance quiera jugar a los marcianitos.

Simmons: Sí. Es crucial encontrar el Hunter antes de que ocurra una masacre.

Sonny: Lo que me preocupa... es que Vance haya entrado en un edificio militar y se haya llevado así por la cara semejante armatoste.

Switek: Recuerda que estuvo en esa base. La conocía bien de antemano.

Perkins: Sea como fuere, esto ha sido un golpe imprevisto.

Rafael: ¿Y si vemos el Hunter volando por la ciudad? ¿Qué haremos? ¿Derribarlo a tiros?

Perkins: Ni se les ocurra. Esa pieza ha costado millones.

Sonny: ¿Y cómo lo detendríamos?

Perkins: Miren, mi misión..., nuestra misión..., es encontrar dicho helicóptero. Si lo vemos volando, ya será demasiado tarde.

Sonny: Apenas tenemos un margen de tiempo. No sabemos cuando tendrán ese cacharro a punto ni cuándo van a atacar. Me da que esto va a ser una sangría.

Perkins: Por eso estamos aquí. Para evitarlo.

Rafael: Según mi punto de vista, nuestra única opción es buscar entre los contactos de Vance. Si hace esto por venganza, seguro que el hermano de la fallecida también estará implicado.

Simmons: ¿Se refiere a ese borracho de Phil Cassidy?

Rafael: Si tu hermana hubiera muerto, ¿no querrías estar como mínimo al corriente de la situación?


Sonny se llevó una mano en la cabeza y miró al suelo, pero segundos después, seguía atento a la conversación.

Perkins: Puede ser una pista, aunque creo que no vaya a soltar prenda.

Sonny: También podríamos hablar con Díaz.

Simmons: Ese individuo tiene activadas las glándulas del sudor más de lo socialmente aceptable. Si quieren morir atufados...


Todos los presentes se echaron a reir.

Perkins: Bueno, a ver qué le pueden sacar a Cassidy. Si no dice nada relevante, trataremos de hablar con Díaz.


Sonny se dirigió a Rafael.

Sonny: Vamos socio. Tenemos trabajo.




Sonny y Rafael llegaron en el Stinger a donde se encontraba Phil Cassidy, borracho como una cuba.

Rafael: ¿En serio crees que podremos sacarle algo?


Sonny se acercó a Phil y le dio un par de cachetes.

Sonny: ¡Eh! ¡Bella durmiente! ¡Arriba!


Phil sólo ladeó la cabeza, diciendo incoherencias. Sonny cogió un cubo lleno de agua y se lo echó a Phil en la cara. Phil se despertó agitando los brazos y gritando "Cerdos comunistas".

Rafael: ¿Este tío está bien del tejado?

Sonny (a Phil): ¿Dónde está el Hunter?

Phil Cassidy: No sé..., de qué me está hablando...

Rafael: No juegue con nosotros, Cassidy. Sabemos que ayudó a Victor Vance a robar ese helicóptero del área militar.


Pero Phil echó la cabeza hacia abajo y se echó a dormir.

Rafael: Increíble.

Sonny: Levantémoslo y a comisaría.


Entonces, Phil empezó a medio-reaccionar.

Phil Cassidy: ¿Pero qué quieren de mí?

Sonny: Queremos saber dónde está el helicóptero militar que robó Vance.

Phil Cassidy: Yo no sé nada... ¿helicóptero militar?

Rafael: Alguien estrelló un camión con explosivos a la entrada de la base militar, lo cual aprovechó Vance para robar un helicóptero artillado.

Phil Cassidy: Vaya disparate... - acto seguido, sacó una petaca para seguir bebiendo, pero Sonny le cogió dicha petaca y vertió al suelo todo el alcohol, ante ma mirada horrorizada de Phil.

Sonny: ¿Dónde está el Hunter?

Rafael: Era Boomshine lo que explotó a la entrada de la base, esa bomba para estómagos que tú consumes.

Phil Cassidy: YO NO SÉ NADA..., yo sólo estoy aquí en mi casa, borracho, he perdido a mi hermana... ¿Por qué no me dejan tranquilo?


Sonny y Rafael levantaron al resacoso Phil y le metieron en el coche.

Sonny: Tú vienes con nosotros.

Phil Cassidy: ¿A dónde me llevan?

Rafael: A comisaría, hasta que decidas hablar, estarás allí.




Lugar: Comisaría de Washington Beach


Rafael: Nada Teniente. No suelta prenda. Además, está completamente borracho.

Teniente Rodríguez: Esto no puede seguir así. Tenemos una alarma general y un helicóptero armado hasta los tornillos a punto de despegar. No tenemos tiempo.

Sonny: La otra pista era Ricardo Díaz.

Teniente Rodríguez: Así es.

Rafael: LLame a Perkins y a Simmons. Si vamos a entrar en su mansión, prefiero hacerlo cubierto las espaldas.

Teniente Rodríguez: Bien, les llamaré. Ahora vuelvo.


El Teniente Rodríguez se fué a su despacho, mientras Sonny y Rafael empezaron a hablar entre ellos.

Rafael: Díaz... ahora que lo pienso... ¿no nos lo mencionaron antes? Por que me suena ese nombre desde que llegué aquí.

Sonny: Calderón.

Rafael: ¿Qué tiene que ver con Calderón?

Sonny: En el muelle aquel de Viceport. Estaba haciendo un trato con la gente de Díaz.

Rafael: Pero él no se presentó.

Sonny: Una pena. Es el pez gordo de Vice City, ojalá hubiera estado allí. De esa forma, Vance hubiera tenido más difícil el esconder el helicóptero.

Rafael: Sí.


Entonces, Lou salió de su despacho.

Teniente Rodríguez: Ahora vienen. ¿Vais a entrar en la Mansión de Díaz?

Sonny: Es un riesgo que hay que correr.

Rafael: No me gusta la idea. ¿No podríamos citarnos en otro sitio?

Sonny: Rafael, Díaz tiene muchos enemigos. No se arriesgará a un ataque callejero.


Entonces, Perkins y Simmons llegaron a la Comisaría. Sonny y Rafael fueron con ellos hasta el coche de estos.

Rafael: Bonito coche.

Perkins: Cortesía de los federales.


Los cuatro se montaron en el FBI Washington y fueron rumbo a Starfish Island.

Sonny: Atento Rafael, esta es la zona de los ricos y poderosos de Vice City.

Rafael: Ya me gustaría a mi vivir en una de esas mansiones.

Perkins: Pues ya sabes, déjate comprar por el Cartel y la tendrás en unos meses.

Sonny: No le des ideas...

Rafael: Jajaja, muy gracioso, en serio, me parto...

Sonny: No te lo tomes así, Ralph.


Llegaron a la Mansión de Díaz y a los pocos segundos les abrieron la verja.

Rafael: Esto no me gusta, socio.

MansionDiazVCS



El coche de los agentes entró al recinto aparcó al lado de un flamante Cheetah. Entonces, alguien se acercó a ellos.

-: ¿A quién debo anunciar al señor Díaz?

Perkins sacó su placa: DEA y Antivicio.


El tipo les condujo a los cuatro a la habitación de Díaz, el cual se apresuró a esconder rapidamente una bolsita.

Ricardo Diaz VCS

Ricardo Díaz: ¿Quiénes son estos?

-: Unos caballeros de la DEA.

Ricardo Díaz: Vale, Rony, déjame a solas con ellos - el tipo salió fuera y cerró la puerta - ¿Qué es lo que quieren, agentes?

Sonny: Queremos saber dónde se encuentra el Hunter robado.

Ricardo Díaz: Lo he oído por ahí. Vaya huevos lo de entrar en una base y robar...

Rafael: No nos venga con cuentos, Díaz. Sabemos que usted esconde ese helicóptero.

Ricardo Díaz: No sé nada. Sólo lo que he oído en las calles.

Perkins: No me lo creo, Díaz. Usted financió el golpe. Quiere acabar con los Méndez, por eso protege a Vance.

Simmons: ¿No se da cuenta de que va a organizar una masacre?

Ricardo Díaz: En ese caso me daría igual, son todos escoria.

Sonny: Igual que usted. No es diferente a ellos. Haga algo bueno en su vida y díganos dónde se encuentra el susodicho helicóptero.

Ricardo Díaz: No vuelva a hablarme así, y mucho menos en mi casa.

Perkins: Sólo para que lo sepa, si ese ataque se produce y encontramos pruebas de que estaba usted implicado, le aseguro que tendrá varios años para reflexionar acerca de sus actos.

Ricardo Díaz: ¡Váyanse de mi casa! ¡Ahora! - Díaz le dio una patada a una silla, haciéndola volar por la habitación.

Sonny: Ya nos veremos, "Rico".


Cuando los agentes salieron, entró Rony. Díaz volvió a sacar su bolsa y empezó a esnifar como loco.

Ricardo Díaz: ¡Esta mierda es la mejor que he probado! - y vovió a esnifar.

Rony: Señor Díaz, creo que lo más conveniente sería dejar a esos cuatro tipos fuera de circulación.

Ricardo Díaz: ¿De qué hablas?

Rony: No creo que sean de los que se pueden comprar, si Vance arrasa ese edificio, puede que tengamos problemas. Quizá lo más sensato sea suspender el golpe...

Ricardo Díaz: El golpe - volvió a esnifar - no se suspende por nada. Tengo a un cretino que sería capaz de morir en el intento con tal de matar a Méndez.

Rony: En ese caso no podemos seguir escondiendo el Hunter mucho más tiempo. Cada segundo que pase, será más difícil dar el paso.

Ricardo Díaz: ¿Qué me habías sugerido antes?

Rony: Silenciar a esos tipos. Parecen ser los cabecillas de la investigación. Nos dará incluso un margen de tiempo.

Mansión de Starfish Island VCS

Díaz volvió a esnifar y en pocos segundos se le quedó cara de tonto y mirada perdida.

Rony: ¿Señor Díaz?

Ricardo Díaz: Sí..., sí, hazlo...


Rony salió de su despacho mientras Díaz empezaba a dar saltitos de alegría. Mientras tanto, el FBI Washington salía de la Mansión conducido por Perkins, seguido de dos Admiral blancos con cuatro hombres cada uno en su interior.

Sonny y Rafael iban en los asientos traseros.

Sonny: No ha sido muy amistoso que digamos.

Simmons (copiloto): La coca acabará con él. Ya habéis visto lo que trató de escondernos.

Perkins: Así no encontraremos nunca el Hunter. Necesitamos enfocarlo de otra forma.

Rafael: Toda la ciudad está en alerta. Cuando vinimos vi un camión con una decena de militares. Se ve que están bastante cabreados.

Perkins: Si a tí te robaran el coche, también estarías cabreado, más aún si ese coche cuesta dinero y encima tuvieras armas dentro.


Rafael scó su Escopeta recortada y la acarició.

Rafael: Sí, me molestaría bastante.

Sonny: Guarda ese cacharro, no vaya a ser que nos dejes sordos...


Todos se echaron a reir mientras llegaban a Washington Beach.

Sonny: Por cierto, ¿Qué sabéis del Sargento Jerry Martínez? Estuvo al mando de Vance cuando estuvo en el ejército.

Perkins: Ha desaparecido. Al parecer, los Méndez también quieren cogerlo. Creemos que está fuera de la ciudad, pero volverá, con todo este follón, volverá seguro.


Entonces, uno de los hombres de Díaz que iba en uno de los Admiral sacó un AK 47 y disparó al coche de los agentes, rompiendo el cristal trasero y sorprendiéndolos a todos.

Sonny: ¡Mierda! ¿Quiénes son esos?

Perkins: Hombres de Díaz...


Los agentes se agacharon para no recibir los disparos del sicario. Turner sacó su recortada y disparó al primer Admiral, destrozando su cristal delantero. Sonny se le unió con su pistola y también disparó al coche, aunque el copiloto volvió a sacar la 47 para disparar a ráfagas, haciendo que Turner y Cougan bajaran las cabezas, mientras las balas agujereaban la carrocería trasera.

Perkins giró hacia la izquierda para esquivar un coche. Simmons bajó su ventanilla y disparó con su pistola al primer Admiral, lo mismo hicieron Sonny y Rafael con sus armas. Turner acertó con la recortada al capó del coche, el cual se levantó, tapando el cristal delantero de dicho coche, el cual fue adelantado por el segundo Admiral, cuyo copiloto también disparó un AK, llegando a agujerear la matrícula.

Perkins esquivó un deportivo por la derecha, mientras que el Admiral lo hizo por la izquierda, tratando de ponerse en paralelo a Perkins, quien trataba de evitarlo poniéndose delante de él.

Sonny: ¿Listo?

Rafael: ¡Ahora!


Sonny y Rafael dispararon hacia el cristal delantero del Admiral, pero el copiloto empezó a disparar la 47 desde dentro del coche, haciendo que las balas atravesaran el cristal de su propio coche. Sonny y Rafael volvieron a agacharse mientras que el copiloto le dio una patada al cristal delantero, tirándolo sobre el capó para posteriormente ser arrollado por los neumáticos.

Perkins entró en la avenida principal de Ocean Beach, seguido del Admiral, aunque poco después se les unió el otro coche rezagado.

Perkins seguía esquivando coches a toda velocidad, con el Admiral enemigo cada vez más cerca. Tras esquivar una furgoneta por le derecha, el Admiral lo hizo por la izquierda y se posicionó en paralelo a los agentes. El copiloto y el sicario situado en el asiento inferior derecho sacaron ambos las 47 y dispararon hacia la parte izquierda del coche, haciendo que todos se agacharan mientras les tiroteaban lateralmente y los cristales izquierdos del coche eran destrozados.

Rafael: ¡Mierda!


El Admiral rezagado les envistió por detrás.

Sonny: ¡Por todos los santos!


Los dos tiradores del Admiral paralelo seguían disparando, hasta que Perkins dio un volantazo y envistió al coche de la izquierda, haciendo que se dirigiera a los carriles contrarios y teniendo que esquivar un camión que le venía de frente. Perkins aceleró mientras el otro coche seguía detrás de él.

Simmons: ¡Haz algo o no lo contamos!


Perkins tiró de freno de mano y entró por un callejón lateral a la derecha. El Admiral que iba detrás también derrapó y entró en el callejón, mientras que el segundo cruzó toda la carretera para poder entrar.

Perkins echó abajo una valla y pasó por encima de unas cajas, provocando que el coche votara. Uno de los Admiral se le puso en paralelo por la izquierda y le envistió. Perkins devolvió el golpe envitiéndo al agresor por la derecha, pero el coche de los sicarios volvió a envestirlo y le hizo rozar contra la pared lateral, para luego presionar sobre él, haciendo que la superficie derecha del coche de los agentes fuera rozando dicha pared, provocando que de la carrocería saltaran chispas. Perkins giró el volante hacia la izquierda y logró quitarse de en medio momentaneamente a los sicarios, para luego darles una envestida, provocando que el coche agresor llegara a la parte extrema izquierda del callejón.

Pronto, unas columnas "separaron" el callejón en dos, siendo la líena de columnas paralela a la dirección del callejón, pero con una separación tal que no podía pasar el Admiral al otro lado, por lo que continuó persiguiendo a los agentes por esa vía.

Perkins llegó a un cruce entre una carretera perpendicular, pero siguió recto por el callejón pasando a toda velocidad, todavía perseguido por el Admiral. El segundo coche de los agresores salió de la zona columnar, pero recibió un colpe lateral accidental cuando trató de pasar la intersección, haciendo que de una vuelta de campana, pero recuperó el conductor el control del coche y entró nuevamente en el callejón.

Perkins seguía conduciendo a toda velocidad y tomó una callejuela bifurcada dentro del callejón, pero resultaba que no tenía salida.

Sonny: ¡Perkins, cuidado!


Perkins tiró de freno de mano y derrapó, evitando el golpe y dejando la parte derecha del coche paralela a la pared, quedando el coche en posición perpendicular. Los Admiral llegaron en seguida y también derraparon, cerrando el callejón. De ellos, salieron ocho sicarios con AK 47, los cuales dispararon sin piedad al FBI Washington. Los agentes salieron rápidamente hacia la cara de la pared para evitar las balas y se cubrieron tras la carrocería del coche.

Rafael: Ocho contra cuatro, eso no vale...

Sonny: Tocamos a dos por cabeza.

Rafael: Eso si la conservamos...


Los cuatro agentes se volvieron a agachar, dado que las balas destrozaron todos los cristales laterales del coche con el cual se cubrían. Rafael y Sonny se posicionaron cerca del maletero, mientras Perkins y Simmons se cubrían cerca del capó.

Rafael abrió fuego con su recortada, destrozando los cristales de uno de los coches, y Sonny le acompañó con la pistola, aunque pronto tuvieron que cubrirse para no recibir los impactos.

Perkins: Simmons, cúbreme.


Simmons disparó su pistola desde el capó mientras Perkins salió de su cobertura mientras disparaba para posicionarse tras una columna del callejón, la cual no tardó en llenarse de agujeros de bala. Perkins se agachó y desde su posición, acertó con su pistola a uno de los amtones que estaban al descubierto, cayendo este muerto al suelo, pero pronto se cubrió tras su columna para evitar los disparos.

Perkins: ¡4 a la izquierda y 3 a la derecha!


Rafael y Sonny seguían disparando desde la posición del maletero y se cubrieron durante varios segundos mientras que las balas de las AKs les pasaban rozando. Rafael se enderezó y disparó varios cartuchos, destrozando los faros de uno de los coches y acertando a otro de los sicarios. Inmediatamente, volvió a cubrirse.

Rafael: ¡Abatido!


Simmons disparaba desde la posición del capó y se agachó de nuevo. Las balas agujerearon las puertas izquierdas y pincharon la rueda delantera izquierda. Simmons disparaba a ciegas en dirección a los coches y recargó. Unos segundos más tarde, se asomó para apuntar y volvió a disparar, pero inmediatamente después recibió un tiro en la cabeza. Perkins dio un grito que nadie pudo oir. Sonny fue gateando hacia el cuerpo de Simmmons y cogió su pistola, teniendo ya dos armas con las cuales disparó a la vez desde la posición del capó mientras Rafael disparaba su recortada desde el maletero.

Sonny seguía usando las dos pistolas y logró acertar a otro de los traficantes, y siguió disparando hasta que le tocó recargar. Perkins seguía disparando desde la columna, pero recibió un tiro en el estómago, haciendo que cayese en el espacio intermedio entre la columna y el coche.

Los traficantes dejaron de disparar al coche y uno de ellos disparó a Perkins en la pierna, haciendo que este gritara de dolor mientras Sonny y Rafael devolvieron el fuego, pero Perkins recibió un tercer disparo, también en la pierna.

Rafael: ¡Mierda!


Sonny le tiró a Rafael una de las pistolas que tenía. Rafael cogió la pistola, teniendo la recortada en una mano y la pistola en la otra.

Rafael: ¿Qué vas a hacer?


Sonny salió de la cubertura disparando mientras Rafael disparó tanto recortada como pistola a la vez. Sonny cogió de una mano el pie de Perkins y lo arrastró hacia el coche mientars las balas le silvaban los oídos hasta que finalmene, logró sacar a Perkins de la líena de fuego. Sonny le tomó al pulso a Perkins.

Sonny: ¡Está en estado de shock! ¡Si no lo sacamos de aquí, morirá!

Rafael: Y si no salimos de aquí moriremos todos - Rafael le pasó a Sonny la pistola de Simmons y ambos se pusieron a recargar.

Sonny: ¡A la de tres! ¡Una! ¡Dos! ¡Tres!


Sonny desde la posición del capó y Rafael desde la del maletero, se pusieron a disparar como locos. Rafael causó severos estragos en las carrocerías de los coches y uno de sus perdigones destrozó un cristal y acertó al traficante que estaba justo detrás. Sonny también disparaba a lo loco con sus dos pistolas. Uno de los sicarios de la derecha salió al descubierto y disparó su AK contra Sonny fallando, pero Sonny le disparó varias veces al tipo en el torso, haciendo que se echara hacia atrás para luego caer de espaldas. Los tres sicarios que quedaban literalmente vaciaron sus cargadores sobre el FBI Washington. Sonny y Rafael se agacharon para cubrirse. Sonny tiró la pistola de Simmons y cargó la suya.

Sonny: ¡Último cargador!


Sonny disparó cuatro veces más mientras Rafael tiró su escopeta recortada.

Rafael: ¡Se me han acabado los cartuchos! - dijo mientras sacaba su revólver y disparaba tres veces hacia los coches para luego cubirse otra vez.


Entonces, un Coche de policía con dos agentes dentro llegó al lugar del tiroteo. Los tres traficantes se centraron en ellos y dispararon hacia el coche, el cual derrapó dejando al descubierto su cara derecha. El conductor logró salir del vehículo, pero su compañero recibió dos disparos en la cabeza antes de poder hacer nada. El policía sacó su pistola y disparó a uno de los traficantes, quien cayó el piso. Los dos que quedaban acribillaron el coche y el policía se cubrió tras él.

La confusión fue aprovechada por Rafael, quien disparó su revólver a uno de los traficantes. El último que quedaba le apuntó con su AK, pero Sonny se enderezó y le disparó tres veces con su pistola. Debido a los impactos de bala, el traficante cayó de espaldas hacia las puertas del coche patrulla.

Sonny le tomó el pulso a Perkins mientras el policía de uniforme salió apuntándoles con su arma.

Sonny: ¡Somos policías! ¡Llame a una Ambulancia o este hombre morirá desangrado! ¡Corra!




Lugar: Hospital Ocean View


Sonny y Rafael estaban sentados en un banco del hospital.

Rafael: Sonny..., si te soy sincero..., nunca había estado más aterrorizado en toda mi vida.

Sonny: Es normal... no intentan matarte ocho tíos todos los días...

Rafael: Pobre Simmons...

Sonny: Perkins está ahora en cuidados intensivos. Los médicos no le dan muchas posibilidades.


Se quedaron callados unos segundos hasta que Rafael volvió a hablar.

Rafael: Le echaste muchas narices cuando fuiste a recoger a Perkins. Yo no sé si hubiera sido capaz.

Sonny: Fue ago sistemático, ni si quiera lo pensé. Justo cuando recogía a Perkins, una bala me pasó cerca de la retina y otra me rozó la espalda.

Rafael: Hemos tenido suerte. Nos estábamos quedando sin balas cuando llegó ese policía.

Sonny: Él también ha perdido a su compañero.

Rafael: ¿Sabes, Sonny? Cuando estábamos en la refriega, me sentía ligero, no sé cómo decírtelo, pero hacía las cosas más rápido de lo habitual, mi cabeza iba a toda velocidad. Me sentía capaz de todo

Sonny: Es la adrenalina, amigo. Había momentos en los que creía que se me iba a salir el corazón. Era una situación de supervivencia extrema, en Vietnam pasaba mucho.

Rafael: ¿Fueron los hombres de Díaz?

Sonny: No tengo ni idea. Supongo que esos coches nos seguirían desde que salimos de la mansión. Pero..., ¿Porqué Díaz ha mandado matarnos? No lo entiendo...

Rafael: Quizá nos hemos acercado mucho.

Sonny: Nada de eso. Es más, yo creo que Díaz no se enteraba ni de lo que decíamos, estaba colgado.

Rafael: El tipo que nos acompañó, ese tal Rony...

Sonny: Un segundon no manda liquidar a nadie sin la autorización de su jefe, Díaz en este caso. De todas formas, esperaremos a que nuestro amigo el forense identifique los cadáveres. Más de uno tienen que estar fichados.


Entonces, salió uno de los médicos. Sonny y Rafael se levantaron de un salto.

Médico: Hemos logrado estabilizarle, pero de momento no podremos sacarle la bala, hay mucho peligro de dañar la médula espinal. Estamos haciéndo todo lo posible... y le hemos inducido al coma.

Sonny: Bien, nosotros nos vamos. Infórmenos de cualquier novedad.

Médico: De acuerdo.


ESA NOCHE...


Una limusina llevaba a Rony a la Mansión de Díaz.

Rony: Chauffeur, más deprisa.

Chófer: Es la velocidad máxima permitida en esta zona señor.

Rony: ¿Y quién va a pararnos?


Un coche patrulla que iba a toda velocidad le dio un golpe lateral a la limusina, haciendo que el chófer se diera con el volante y Rony quedara atontado. Del coche patrulla salió el policía que llegó al tiroteo, sacó a Rony fuera del vehículo y le apuntó con una pistola.

Policía: ¡Matásteis a mi compañero! ¡Me lo voy a cobrar en carne!


El policía apuntó a la cabeza de Rony, quien estaba muerto de miedo. En eso llegó otra patrulla en coche y de él salieron dos policías.

Policía 2: Tío, suelta el arma.

Policía: ¡Él mató a mi compañero! ¡Reconocí algunas caras! ¡Eran gente del cártel de Díaz!

Policía 3: Así no, amigo. Suelta el arma.

Policía: ¡Te mataré a tí, y luego mataré a Díaz!


Los dos policías se acercaron al otro. Uno de ellos le puso la mano en el hombro mientras que el otro le quitó la pistola de forma suave. El policía se echó a llorar a los brazos de uno de los agnetes, mientras que el otro se dirigió a Rony.

Policía 3: No somos como tú, cerdo. Lárgate de aquí.




Lugar: Mansión de Díaz


Ricardo Díaz: ¡ESTÚPIDO! ¡IMBÉCIL!

Rony: Pero señor Díaz, usted autorizó...

Ricardo Díaz: ¿Yo en qué momento estaba drogado y dije que mataras a los polis? ¿Eh? ¡Ha muerto uno de ellos y un policía de uniforme! ¡Otro está en coma!

Rony: Pero usted...

Ricardo Díaz: ¡CÁLLATE! ¡Yo no te he mandado matarlos! ¡Ahora los tendremos hasta en la sopa! ¡Esto puede fastidiar el ataque hacia Diego Méndez!

Rony: Pero..., pero...

Ricardo Díaz: Ya te he dicho que cuando esté colocándome, no me hables de negocios. ¿Te lo dije en su dia o no?

Rony: Lo siento..., señor Díaz..., creía que esos polis iban a causarnos problemas...

Ricardo Díaz: ¡No tenían nada! Dios... ¡Lárgate de mi vista! ¡Fuera! ¡Y dile a Mario que venga aquí!


Rony se marchó acongojado y a los dos minutos, Mario ya estaba en la puerta.

Ricardo Díaz: Quiero que cojas a tus hombres y le llenéis a ese estúpido los pies de cemento.

Mario: ¿A Rony?

Ricardo Díaz: Sí, pese a mis advertencias siempre ha hecho lo que le ha dado la gana y fíjate a dónde nos ha llevado esto. Deshazte de él.

Mario: ¿Me permite un consejo señor? Quizá lo más sensato sería coaccionarle para que admitiera en un juicio que él fue el responsable del atentado...

Ricardo Díaz: Y que luego haga un trato y cuente todos nuestros negocios, ¿no? Deshazte de él como te he dicho. Coge a tus chicos y hazlo ahora, ¿entendido? ¡AHORA!




Lugar: Comisaría de Washington Beach


Sonny: ¿Cuándo lo han encontrado?

Rafael: Hace una hora. Tenía los pies esos de cemento.

Sonny: Entonces ya tenemos a nuestro culpable.

Rafael: ¿Crees que fue Rony el que mandó matarnos?

Sonny: Parece que esto lo confirma. Quizá nos vio como un peligro y actuó por su cuenta, luego, ante tal estupidez Díaz mandó cargárselo. Creo que eso es lo que más sentido tiene.

Rafael: Puede ser. De todas formas se han hecho redadas en las propiedades de Díaz. Nadie ha visto nada.

Sonny: O bien los que hayan visto algo han sido sobornados.

Rafael: Parece que lo del ataque va a ser inevitable.


Switek se acercó a ellos.

Switek: Chicos, información confirmada. Jerry Martínez ha llegado a la ciudad y ha alquilado una pequeña propiedad en Little Haiti.

Sonny: Quizá él sepa algo. Vamos.


20 minutos después, Sonny y Rafael habían llegado a la propiedad de Martínez, la cual estaba vigilada por dos militares con M4. Sonny les enseñó la placa.

Sonny: Antivicio, queremos ver a Martínez. - justo en ese momento apareció el mencionado.

Jerry Martínez: Soy yo. ¿Qué quieren?

Rafael: Queremos preguntarle acerca de Victor Vance.


Martínez les hizo una seña a los militares para que se retiraran y condujo a los policías adentro de la caseta.

Jerry Martínez: Estuvo en mi unidad. Le echaron por posesión y...

Rafael: Conocemos su historia.

Sonny: Han robado un Hunter de su base. ¿Sabe usted dónde podría esconderlo?

Jerry Martínez: ¿Y cómo puñetas iba yo a saber eso?


Martínez encendió un porro, pero Sonny se lo quitó y le encaró.

Sonny: Escuche amigo, usted no está limpio. Está relacionado con los cárteles.

Jerry Martínez: ¿De qué habla?

Sonny: Creo que usted es el culpable de todo este desastre. He leído y estudiado a fondo el historial de Victor Vance, entró en el ejército para...

Jerry Martínez: ... cuidar al memo de su hermano asmático.

Sonny: Así es. Creo que fue usted quien le incitó a traer a la ramera a la base, y que usted colocó la droga bajo su litera.

Jerry Martínez: Eso es una acusación muy grave... ¿Tienes pruebas?

Sonny: Los Méndez también van a por tí. Has caído en desgracia.

Jerry Martínez: Como quiera. ¿Ha terminado?

Rafael: Está acabado, Martínez. No tiene donde caerse muerto.

Sonny: Victor Vance pretende destrozar un edificio con un helicóptero de combate.

Jerry Martínez: ¿Y por qué no desalojan el edificio? ¡Déjenme tranquilo! De todas formas, son todos criminales, que se maten entre ellos.

Sonny: Es usted escoria.


Sonny y Rafael le dieron la espalda y salieron del lugar.

Rafael: La verdad es que algo de razón tiene. ¿Por qué no ha habido una evacuación?

Sonny: Por que esa gente se hubiera puesto a disparar y hubiéramos estado batallando con ellos hasta la llegada de Vance. No hubiera servido. Se creen muy seguros ahí dentro. Casi no nos queda tiempo. Estoy sin ideas.

Rafael: Un helicóptero así no pasa desapercibido. Tiene que saberlo mucha gente.

Sonny: Los que lo saben o están muertos o comprados, Rafael. Estamos solos en este juego.

Rafael: Propongo hacerle una última visita a Cassidy. Creo que todavía seguirá en comisaría.

Sonny: Espero que lo único que haya bebido desde entonces sea café.




Lugar: Sala de interrogatorios, Comisaría de Washington Beach


Sonny dio un golpe a la mesa con la palma de la mano.

Sonny: ¡Quiero saber dónde está escondido ese helicóptero! ¡Ahora!

Phil Cassidy: Les repito que no sé de qué me hablan.

Rafael: No te hagas más el loco, Phil. La muerte de tu hermana y el Boomshine de la entrada de Fort Baxter te delatan. Ayúdanos a evitar una masacre y dinos dónde está ese trasto.


Entonces, Phil se echó a reir de forma descontrolada.

Sonny: ¿Qué le hace tanta gracia?


Pero Phil seguía riéndose.

Phil Cassidy: Creo... que no saben a quién se enfrentan... - y volvió a reírse.

Rafael: Haz algo bueno en tu vida, maldito borracho y dinos dónde está ese helicóptero.

Phil Cassidy (todavía riéndose): Creo... que ya es demasiado tarde...


Sonny y Rafael se miraron y luego miraron a Phil, quién seguía riéndose.

Phil Cassidy: Con un helicóptero de esos arrasará con todo lo que se le ponga por delante. Vic quiere sangre, y creedme, es un tirador de primera, un auténtico miembro del ejército.

Sonny: Déjate de patriotismos estúpidos.

Phil Cassidy: No sé dónde está vuestro amado helicóptero, pero desde que lo robaron, han tenido tiempo más que suficiente para prepararlo. Ya no pueden hacer nada.


Phil volvió a reírse ante la cara de seriedad de los dos agentes. Sonny salió de la sala seguido de Rafael y fue al despacho del teniente Rodríguez.

Sonny: Lou, ¿Cuánto tardarías en conseguir un helicóptero?


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Entonces, llegó el Police Maverick en el que iban Sonny de coploto y Rafael en los asientos traseros.

Rafael: ¡Ahí están!

Sonny: Hemos llegado tarde. Méndez y Martínez están en la azotea. Siga a ese Maverick.


El helicóptero de la policía se dispuso a perseguir al de los Vance.

Lance Vance: ¡Vic! ¡Tenemos compañía!

Victor Vance: Vuela entre los edificios... - Vic sacó su M16 por si acaso.


Lance descendió por el Centro de la ciudad para volar entre los edificios. El piloto de la policía también hizo lo propio y Sonny usó el altavoz del helicóptero.

Sonny: ¡Les habla la policía! ¡Aterricen inmediatamente!


Lance hizo caso omiso y dio un pronunciado giro hacia la derecha. El policía hizo lo mismo para perseguirle, descendiendo cada vez más de altura. Lance viró hacia la derecha para sortear el edifico de las noticias, mientras que el policía hizo lo propio por la izquierda para luego volver a ponerse detrás de los Vance mientras sobrevolaban Little Haiti, donde ya no había edificios y todo era campo abierto.

Vic sacó el M16 y disparó al helicóptero de la policía. Sonny fue a los asientos traseros y sacó otro M16. Vic seguía disparando al helicóptero policial, acertando a los cristales del mismo, aunque este era resistente y las balas no lo perforaban. Sonny respondió al fuego disparando su fusil al helicóptro de los Vance, haciendo que Vic volviera adentro del helicóptero.

Ambas aeronaves volaban a toda velocidad por encima del pequeño Haití y pronto llegaron a Little Havana.

Vic se asomó para volver a disparar, pero Sonny estaba atento y disparó hacia el helicóptero, evitando que Vic tuvera su oportunidad. Sonny empezó a disparar de forma semiautomática hacia la cola del Maverick, sin éxito. Sonny se puso a recargar, y en ese instante, Vic volvió a asomarse y disparó varias ráfagas con su M16, haciendo que el piloto de la policía se asustase y girara de forma involuntaria hacia la izquierda.

Vic siguió disparando al helicóptero de la policía hasta que este empezó a echar humo y la alarma roja se encendió, empezando a pitar. El helicóptero de los Vance se alejaba mientras el helicóptero policial perdía el control.

Piloto: ¡Tengo que aterrizar! ¡No podré controlarlo por más tiempo!


El Police Maverick se bamboleaba violentamente y el piloto trató de buscar una azotea lo suficientemente espaciosa para aterrizar.

Sonny: ¿Ves los cables de alta tensión? ¿Ves los cables?


El piloto esquivó por la derecha un poste de alta tensión, así como sus peligrosos cables. Finalmente, el piloto encontró una azotea, por lo que cogió la palanca con ambas manos y rodeó dicha azotea, hasta que logró ponerse encima y aterrizar.

Piloto: ¡Va a explotar! ¡Todos fuera!


El piloto, Sonny y Rafael salieron a todo correr del helicóptero, el cual empezó a arder hasta que finalmente voló en mil pedazos. La onda expansiva de la explosión echó a los tres policías al suelo mientras les empezaban a llover escombros.

A Sonny le pitaron los oídos uno segundos. Rafael se acercó a él mientras el piloto apoyó su espalda en un conducto de ventilación.

Rafael: Mierda. Se han escapado.

Sonny: Volverán. Nuevo nombre, nueva identidad... pero volverán. Este es el estado del amanecer, ¿no?

Rafael: Menudo desastre.

Sonny: Ha sido bastante más light de lo que pensábamos, Ralph. Victor Vance no ha causado tantos estragos en la ciudad como se presuponía y nos ha quitado de en medio a un Cártel de la droga importante.

Rafael: Ya..., aunque nosotros intentáramos evitarlo, creo que en el fondo no nos sentimos del todo mal por el resultado, ¿No crees?

Sonny: Es nuestro trabajo, Ralph. A veces hay que tratar de ayudar a los más indeseables para evitar males mayores. Yo no me ví metido en este caso para ayudar a los pobrecitos Méndez, ellos me importaban un rábano. Los que sí me importaban eran los daños colaterales.

Rafael: Creo que opino igual que tú. ¿Qué haremos con Cassidy?

Sonny: Le soltaremos. Sólo teníamos pruebas circunstanciales contra él. Es muy posible que ayudara a Vance, pero realmente no tenemos pruebas.

Rafael: Los restos del Boomshine.

Sonny: Soltémosle. Ese tío es inofensivo, sólo es un borracho aficionado a las armas.


Rafael sonrió y luego miró al helicóptero destruído.

Rafael: Creo... que esto nos lo descontarán de nuestro sueldo.

Piloto: No..., más bien del mío.


Los tres policías se echaron a reir.

Sonny: La cuestión es... ¿Ahora cómo bajamos de aquí?


THE END

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